Desde hace años, Zona Militar sostiene una línea editorial profesional, crítica y apartidaria. Hemos sido sistemáticamente claros al señalar el deterioro estructural del sistema de defensa nacional, sin importar el color político del gobierno de turno. Lo hicimos cuando no era moda, cuando no generaba clicks y cuando incomodaba a quienes hoy se indignan.
El artículo publicado esta semana, “Con las nuevas reglas de empeñamiento, la Argentina oficializa la bananerización de su defensa nacional”, despertó reacciones en medios y espacios que, hasta hace poco, parecían ver en la defensa un tema menor o, peor aún, un espacio donde todo podía seguir igual.
Nos llama la atención —aunque no nos sorprende— que aquellos que durante años justificaron presupuestos simbólicos, postergaciones crónicas, planes de reequipamiento que no pasaban del power point y una preocupante falta de conducción política, ahora se rasguen las vestiduras por un titular.
La degradación del instrumento militar argentino no comenzó ayer. Tampoco se limita a decisiones recientes. Es producto de décadas de desinterés y desinversión transversal, adornado por relatos épicos según el turno electoral.
Desde Zona Militar no participamos de ese juego. No militamos causas ni acomodamos el termómetro editorial según la coyuntura. Informamos, analizamos y señalamos —aunque moleste— lo que afecta a la Defensa Nacional. Lo hicimos antes, lo hacemos ahora y lo vamos a seguir haciendo, por más que a algunos les convenga indignarse sólo cuando pierden el micrófono oficial.
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