Desde principios del mes de abril, y coincidiendo con el anuncio del Boeing F-47 para la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF), se ha registrado un aumento en la cantidad de avistamientos de la que sería la nueva generación de cazas furtivos de sexta generación que está siendo desarrollada para la Fuerza Aérea del Ejército Popular de China (PLAAF). A los vuelos registrados del Chengdu “J-36”, recientemente se han sumado un mayor número de registros de vuelos del “J-XDS”, también denominado de forma no oficial como “J-50”, desarrollado por la empresa Shenyang, el otro gigante de la industria aeroespacial del Gigante Asiático.

Ambas aeronaves fueron develadas a través de una serie de imágenes y videos que fueron registrados a finales del pasado mes de diciembre, dando cuenta de los avances que está registrando la industria aeroespacial de China, la cual busca cerrar la brecha tecnológica con los Estados Unidos.
Actualmente, sin ningún tipo de anuncio oficial por parte de ambas empresas, y menos aún del Ministerio de Defensa de China, tanto el J-36 como el J-XDS han despertado toda una serie de hipótesis sobre su desarrollo, existiendo argumentos que indican que estamos en presencia de aviones experimentales y probadores de tecnologías, así como también del posible nuevo binomio de la aviación de combate china.
Lo que está quedando claro es que, desde el anuncio de la adjudicación a Boeing del desarrollo y producción del futuro caza de sexta generación F-47 de la USAF, ambos modelos chinos están intensificando la realización de vuelos y ensayos por parte de Chengdu y Shenyang.
A principios de mes, fue captada la secuencia de aterrizaje —la más cercana hasta la fecha— del J-36 en las instalaciones de pruebas de la empresa Chengdu. Posteriormente a este hecho, se ha venido viralizando un mayor número de vuelos de prueba del J-XDS, con su característica ala en forma de lambda.
Si bien no se cuenta con fechas exactas de cuándo fueron tomadas estas secuencias, las mismas han sido captadas desde diversos ángulos y localizaciones a plena luz del día. Pareciera que, además de profundizar su desarrollo, desde China se buscaría enviar un claro mensaje a la opinión pública internacional, dando a entender que su industria aeroespacial estaría aventajando a la estadounidense en la carrera por contar con el primer caza de sexta generación operacional del mundo.
Actualmente, frente a la no divulgación de imágenes oficiales del Boeing F-47 —dado a conocer únicamente a través de diseños conceptuales—, y la confirmación de que los aviones “X” del programa NGAD iniciaron sus vuelos de prueba en 2019 y 2020, pareciera que la estrategia de China estaría rindiendo frutos por el momento.
No obstante, la realización de cada nuevo vuelo de prueba, tanto del J-36 como del J-XDS, suma también su buena dosis de dudas frente al hermetismo que viene reinando desde las empresas y organismos chinos involucrados en estos desarrollos.
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