Tras una navegación de 542 millas náuticas desde la Base Antártica Científica Carlini, el rompehielos ARA Almirante Irízar (Q-5) de la Armada Argentina arribó muelle comercial de la ciudad de Ushuaia, (Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur) marcando el cierre de la tercera etapa de la Campaña Antártica de Verano (CAV) 2024/25.
La unidad, dependiente del Comando Conjunto Antártico, había comenzado la tercera etapa de la CAV el pasado 22 de marzo, también en el puerto de Ushuaia, con la carga inicial de material científico, estructuras metálicas, elementos de construcción, víveres secos y cargas refrigeradas. Estos suministros fueron transportados en primera instancia por el buque logístico ARA Patagonia (B-1), que además reaprovisionó de combustible al rompehielos para asegurar su continuidad operativa en aguas antárticas.

El itinerario incluyó operaciones en las Bases Antárticas Conjuntas Esperanza, San Martín, Petrel y en la Base Científica Carlini. Durante la etapa se descargaron 77,5 toneladas de carga general, 25 toneladas de carga refrigerada y 650.000 litros de gasoil antártico. Las tareas logísticas, entre las que también se destacó el repliegue de 299 tambores de residuos, fueron llevadas a cabo con el apoyo de dos helicópteros Sea King de la Segunda Escuadrilla Aeronaval, lanchas EDPV y botes neumáticos MK6, permitiendo una operación conjunta eficiente entre medios navales, aéreos y fluviales.

Otro de los momentos clave fue el recambio de la dotación permanente de la Base San Martín, así como el traslado de las familias del personal destinado en la Base Esperanza, dando inicio así al período de invernada 2025 en ambas instalaciones. Durante toda la etapa, el rompehielos operó bajo el mando del Capitán de Navío Sebastián Alejandro Musa y transportó una tripulación inicial de 312 personas, entre personal estable, militares en comisión de las tres Fuerzas Armadas, científicos de la Dirección Nacional del Antártico, invitados de instituciones afines y representantes de marinas extranjeras.

El comandante del Irízar destacó el compromiso y profesionalismo de toda la tripulación, resaltando el espíritu de cuerpo demostrado durante las exigentes operaciones. Subrayó además que “Las actividades logísticas de las Fuerzas Armadas se combinan con la labor científica del personal de la DNA, logrando una sinergia que permite que ambos cumplamos con los objetivos propuestos. Esto hace que la presencia argentina en el continente antártico se afiance año tras año”.
Cabe recordar que durante la segunda etapa, la unidad había operado en las bases Orcadas, Belgrano II, Carlini, Marambio, Petrel y Esperanza, completando también el cierre de la base temporaria Cámara. Esa fase contó con el apoyo del aviso ARA Puerto Argentino y helicópteros Sea King, asegurando el abastecimiento esencial de personal e instalaciones. Además, uno de los hitos operativos más destacados fue la maniobra de reabastecimiento DRY-RAS llevada a cabo junto al ARA Patagonia en las cercanías de la zona de El Rincón, en el sur de la provincia de Buenos Aires. Esta operación de reabastecimiento en el mar fue una demostración de capacidad logística y marcó un paso importante en la recuperación operativa del buque logístico.
*Créditos de las imágenes: Gaceta Marinera – Armada Argentina.–
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