De cara a un próximo despliegue al Pacífico que tendrá lugar a fines de este mes, la Real Armada Británica ha anunciado que el portaaviones HMS Prince of Wales empleará por primera vez drones de carga, mismos que agilizarán el transporte de suministros entre los buques que conforman su Grupo de Ataque. Particularmente, se trataría de un escuadrón de nueve drones del tipo Malloy T-150, los cuáles reemplazarán en la labor mencionada a los helicópteros hasta ahora utilizados, configurándose así como una solución considerablemente más eficiente y menos costosa de emplear.

Siguiendo esa línea se manifestó el teniente Matt Parfitt, quién se desempeña como comandante de vuelo del Escuadrón Aéreo Naval 700X de la Estación Aérea de la Marina Real Culdrose, a cargo de la operación de estos nuevos drones: “Existen estadísticas de despliegues anteriores de ataques con portaaviones que muestran que el 95 % de las provisiones transferidas pesan menos de 50 kg. Pueden ser desde paquetes domésticos hasta piezas de ingeniería esenciales (…) Antes, si se necesitaba una pieza con urgencia en otro barco, habríamos usado un helicóptero. Esta vez, usaremos un sistema pilotado a distancia y sin tripulación. Somos conscientes de que estamos probando cosas nuevas y, como no se ha hecho antes a esta escala, la flota tendrá la vista puesta en nosotros.“
Ampliando en detalles de la plataforma, ha de mencionarse que estos nuevos drones cuentan con una autonomía de entre 20 y 40 minutos, mientras que son capaces de alcanzar velocidades de hasta 60 mph y portar cargas de hasta 68 kilogramos. Para operar cada unidad, la Royal Navy deberá poner a disposición un equipo compuesto por dos personas, a saber: un piloto encargado de manejar remotamente al ejemplar y un segundo que supervise la unidad de comando.

Por otra parte, cabe resaltarse que se trata de una tecnología incorporada en el mes de agosto del año pasado por la Real Armada Británica, siendo esto producto de la cooperación entre la empresa Malloy y el Ministerio de Defensa del Reino Unido. Desde aquel momento, los pilotos se han sometido a un proceso de entrenamiento con las plataformas, además de elaborar la documentación correspondiente para superar los requerimientos estipulados en las regulaciones. Todo ello se ha logrado en un plazo de meses, lo que la institución ha valorado especialmente en su comunicación oficial.
Respecto del despliegue del HMS Prince of Wales, podemos afirmar que será el buque que lidere la operación HIGH MAST en el Mediterráneo previo a su paso al Indo-Pacífico, misma en la que participarán más de 4.000 efectivos de las tres fuerzas del Reino Unido. Acorde es reportado por medios locales, la nave partiría el 22 de abril desde el puerto de Portsmouth, reuniéndose con su Grupo de Ataque en las costas de Cornualles. En cuánto a su escolta, la Royal Navy desplegará al destructor Tipo 45 HMS Dauntless, la fragata Tipo 23 HMS Richmond, un submarino de la clase Astute y el buque de apoyo RFA Tidespring. Además, se les sumarán la fragata española Méndez Núñez y la canadiense Ville de Quebec; también se ha mencionado la participación de buques noruegos en parte del despliegue.


En fechas posteriores, el Grupo de Ataque británico transitará el Canal de Suez y el Mar Rojo en dirección al Índico, dónde participará de ejercicios navales junto a múltiples naciones aliadas tales como los Estados Unidos, la India, Singapur y Malasia; se desconoce si participarán de operaciones contra los rebeldes hutíes durante este periodo. Ya durante el mes de julio, se prevé que la fuerza se una a 19 socios internacionales en los Ejercicios Talismán que se llevarán a cabo en las costas australianas, culminando con visitas diplomáticas a Japón y la India.
*Imágenes empleadas a modo ilustrativo
Te puede interesar: Los destructores Tipo 45 de la Real Armada Británica serían los elegidos para desplegar a los nuevos sistemas láser DragonFire






