Entre los días 24 de marzo y el 4 de abril de 2025, las aguas del Golfo de Cádiz y la costa sur de Andalucía fueron el escenario del ejercicio multinacional Dynamic Mariner/FLOTEX-25, con un importante despliegue de la Armada Española y la participación de ocho países aliados de la OTAN, incluyendo unidades como el Grupo Marítimo Permanente de la OTAN 2 (SNMG2) y el Grupo Permanente de Medidas Contra Minas 2 (SNMCMG2).
Diseñado para fortalecer la cooperación naval y mejorar la preparación operativa, el ejercicio ha intentado demostrar las capacidades de la Alianza Atlántica para garantizar la seguridad de las rutas marítimas estratégicas. Así que, durante dos semanas, unidades de Alemania, España, Estados Unidos, Francia, Grecia, Italia, Portugal y Turquía llevaron a cabo maniobras conjuntas con buques de guerra, submarinos, aviones de patrulla marítima, cazas y efectivos de infantería de marina.
Asimismo, la Fuerza de Tarea Anfibia Turca ha marcado un hito, asumiendo por primera vez durante el ejercicio los roles de Comandante de la Fuerza de Tarea Anfibia (CATF) y Comandante de la Fuerza de Desembarco (CLF), cargos que ejercerá oficialmente en la Fuerza de Reacción Aliada (ARF) a partir de julio de 2025.
El ejercicio estuvo coordinado por la Armada Española, a través del Spanish Maritime Forces Headquarters (SPMARFOR), en un contexto clave: España se prepara para asumir en julio de 2025 el mando del componente marítimo de la Fuerza de Reacción Aliada (ARF/M) de la OTAN.
En esta línea, el Dynamic Mariner/FLOTEX-25 se estructuró como un ejercicio de respuesta a crisis, basado en un escenario ficticio de alta intensidad inspirado en el Golfo de Guinea. Este planteamiento permitió a las fuerzas aliadas entrenar el despliegue expedicionario fuera de aguas nacionales, simulando operaciones en un entorno de seguridad complejo.
Entre las actividades destacaron: la proyección del poder naval y operaciones anfibias, con la integración de la Fuerza de Tarea Turca; misiones de guerra antisubmarina (ASW) y guerra electrónica, con apoyo del SNMG2; actividades de medidas contra minas (MCM), coordinadas por el SNMCMG2; misiones de ciberdefensa y protección de infraestructuras críticas; así como, la integración de sistemas no tripulados (UXV).
Tras la fase de ejecución, las fuerzas participantes iniciaron un análisis crítico de las operaciones realizadas, con el objetivo de identificar lecciones aprendidas y optimizar la eficacia de la Fuerza de Reacción Aliada (ARF). Estos resultados buscarían reforzar la capacidad de la OTAN para responder a amenazas emergentes en el dominio marítimo.
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