A través de un comunicado oficial emitido durante el día de ayer, el gobierno australiano reportó que un F/A-18F Super Hornet de la Fuerza Aérea de Australia realizó el primer lanzamiento del nuevo misil antibuque AGM-158C LRASM en los EE.UU. Específicamente, las pruebas se realizaron en las costas del estado de California durante el pasado mes de febrero, contando con el apoyo de la Armada estadounidense durante su desarrollo.

Ampliando en algunos detalles conocidos de la prueba, Canberra ha manifestado que los testeos incluyeron la validación de la preparación y carga de las armas, la posterior adquisición de objetivos y finalmente el lanzamiento exitoso del misil. Durante las pruebas se contó con el apoyo de un avión E-7A Wedgetail y de un EA-18G Growler australianos, los cuáles fueron complementados por un P-8A Poseidón de la US Navy.

Cabe destacarse en este punto, que las aeronaves australianas participaron de dos grandes ejercicios realizados en cielos estadounidenses durante el mes de febrero, a saber, los ejercicios Red Flag Nellis 25-1 y Bamboo Eagle 25-1. El primero de ellos tuvo lugar desde el 27 de enero hasta el 6 de febrero, mientras que el segundo ocurrió desde el 8 al 15 de febrero, siendo este último aquel que se configuraría como el más propicio para probar el misil LRASM en cuestión. Resulta útil recordar en ese sentido, que se trató de importantes simulaciones de operaciones en el Indo-Pacífico, mismas que incluyeron misiones de ataque a largo alcance donde el mencionado armamento actuaría en el futuro.

Refiriéndose a esto último el Vice Primer Ministro de Australia, Richard Marles, afirmaba: “Capacidades como el LRASM ayudarán a la Fuerza de Defensa Australiana a protegerse contra las amenazas a Australia y nuestros intereses nacionales (…) Estos sistemas de armas equipan a nuestras fuerzas para proteger mejor los accesos marítimos de Australia y, cuando es necesario, realizar operaciones en nuestra región. Se verán en las flotas de Super Hornet, Poseidón y F-35.”

Siguiendo esta línea, es menester traer a colación que Canberra ya ha anunciado sus planes de inversión por más de 895 millones de dólares para avanzar en la adquisición de los misiles LRASM estadounidenses, los cuáles han confirmado sus capacidades en las pruebas en cuestión. Esta compra a su vez se enmarca dentro de un programa de adquisiciones más amplio elaborado por el gobierno australiano, cuyo principal objetivo se halla en reforzar las capacidades de detección y ataque a larga distancia, para el cuál se destinarán entre 28 y 35 mil millones de dólares durante la próxima década.

*Créditos de las imágenes: Fuerza de Defensa Australiana

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