A lo largo de más de tres años de conflicto, uno de los aspectos que más interés ha despertado entre la comunidad de especialistas es cómo las Fuerzas Armadas de Ucrania han adaptado plataformas de defensa aérea de origen ruso/soviético para emplear armamento de origen occidental. El caso más destacado, sin lugar a duda, es el del denominado “FrankenSAM”, un sistema de defensa aérea de corto alcance basado en el Buk-M1 (denominado por la OTAN como SA-11 Gadfly), que emplea misiles antiaéreos RIM-7 Sea Sparrow provistos por Estados Unidos. Recientemente, y por primera vez desde que se diera cuenta de su existencia, la Fuerza Aérea Ucraniana ha divulgado las primeras imágenes oficiales del sistema en el marco de un breve reportaje a uno de sus operadores.

Desde que su existencia fue dada a conocer en las fases iniciales del conflicto, no se contaba con imágenes oficiales del sistema “FrankenSAM” que permitieran apreciar nuevos detalles. A través de sus redes sociales, la Fuerza Aérea de Ucrania dio a conocer las primeras fotografías como parte de un breve reportaje realizado al jefe de la tripulación que opera el sistema.

Al respecto, la joven tripulación menciona algunos de los pormenores de la operación de esta capacidad, la cual está siendo utilizada primordialmente para enfrentar diversos tipos de misiles y vehículos aéreos no tripulados rusos. También indican el peligro de operar esta clase de sistemas, que son blancos prioritarios para las aeronaves desplegadas en misiones de supresión de defensas aéreas.

No obstante, a pesar del logro de integrar tecnologías soviéticas/rusas con armamento occidental como el RIM-7, los operadores indican las limitaciones respecto a los misiles originales empleados por el sistema, expresando que: “… el alcance del Buk se ha reducido un poco, por lo que, para operar eficazmente, deben acercarse más a la línea del frente”.

Por poner en comparación, los misiles 9M38 empleados originalmente por el Buk-M1 poseen un alcance de aproximadamente 22 millas, mientras que los RIM-7, diseñados para ser empleados en entornos navales, poseen un alcance de 12 millas.

Esta situación, mencionada en el reportaje, delata un problema que viene siendo observado de forma general por las Fuerzas Armadas Ucranianas. Mientras el conflicto aún no vislumbra un final, con escasas esperanzas de alcanzar algún tipo de alto el fuego entre los beligerantes, el stock de misiles de origen soviético/ruso no tiene forma de ser repuesto, lo que ha motivado la puesta en marcha de iniciativas como el FrankenSAM, que emplean misiles de origen occidental para mantener operativos los sistemas de defensa aérea.

Otras iniciativas también contemplan la utilización de misiles aire-aire empleados por los cazas MiG-29 y Su-27, adaptados para ser usados en otros sistemas de origen soviético. Este es el caso del denominado proyecto “Hortnet”, por el cual un sistema de defensa aérea 9K33 Osa (código OTAN: SA-8 Gecko) fue modificado para poder emplear misiles R-73 (AA-11 Archer); una iniciativa lograda a través del “Fondo de Ayuda Competente al Ejército” (Povernys Zhivym). No obstante, al igual que lo indicado en el reportaje sobre la tripulación del FrankenSAM, este sistema también presenta limitaciones.

Regresando a las imágenes recientemente divulgadas, se pueden apreciar otros detalles de potencial interés. A diferencia de lo observado en imágenes previas, donde se evidenciaba la presencia de contenedores instalados para el lanzamiento del RIM-7, en estas nuevas fotografías los misiles se encuentran equipados en bastidores tipo jaula con las aletas desplegadas. Esto podría ser un indicativo de que el sistema también podría emplear la versión lanzada desde el aire del misil, denominada AIM-7; una posibilidad que, aunque por ahora es solo una presunción, sería significativa en términos de asegurar el suministro de misiles compatibles con el sistema.

Por último, y como se ha señalado, sistemas de esta clase seguirán en servicio mientras las Fuerzas Armadas de Ucrania continúan su transición acelerada hacia la adopción de armamento y sistemas provistos por los aliados europeos. En el ámbito de la defensa aérea, los sistemas de origen soviético serán reemplazados con toda seguridad por sistemas Patriot e IRIS-T, junto a otros de menor alcance, que ya se encuentran en servicio desde hace meses.

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