En el marco de la Operación “Noble Shield” de la OTAN, la fragata F-100 Álvaro de Bazán de la Armada Española monitoreo la actividad y navegación de un submarino de ataque clase Kilo II de la Armada Rusa en el Mediterráneo Oriental. Estas acciones estan englobadas dentro de las actividades que el buque de combate español viene realizando como parte de la Agrupación Naval Permanente de la OTAN nº2 (SNMG-2), la cual conforma el Fuerza Marítima de Muy Alta Disponibilidad de la OTAN” (VJTF-M).
Desde el pasado febrero, diversos medios de la Armada Española vienen monitoreando el tránsito y navegación de buques rusos en diversas áreas del Mediterráneo y Atlántico. Así da cuenta el seguimiento realizado al submarino de ataque clase Kilo II (o Kilo mejorado) Krasnodar (B-265) de la Armada Rusa desde su ingreso a aguas del Mediterráneo a mediados del pasado mes. En dicha ocasión, el ingreso a aguas mediterráneas fue seguido de cerca por los patrullero Atalaya y el Buque de Acción Marítima (BAM) Tornado, los cuales se encontraban desplegados en operaciones de vigilancia y disuasión en la zona.
Recientemente, se ha confirmado que el submarino de ataque ruso ha continuado operando en la región, siendo apoyada por otros buques. Más en detalle, desde el Estado Mayor de a Defensa de España informaron que la fragata F-100 “… ‘Álvaro de Bazán’ también ha realizado el seguimiento del buque remolcador ‘Evgeniy Churov’, que ha acompañado al submarino en su tránsito al puerto de Alejandría (Egipto). La monitorización del mercante terminó cuando ambos buques rusos se separaron para emprender cada uno un rumbo diferente”.
La presencia de medios aéreos y navales de las Fuerzas Armadas Rusas en el Mediterráneo sigue siendo uno de los objetivos de los esfuerzos y operaciones de vigilancia de la OTAN en la región, atentos al desarrollo de la situación que esta atravesando Siria y su cambio de régimen tras la caída de Bashar al-Assad. El país alberga aún diversas instalaciones que brindan apoyo y sostén a la presencia de la Federación Rusa, como los son las Base Naval Tartus y la Base Aérea Jmeimim.
La realización de esta clase de operaciones, tanto el Mediterráneo, como en otras regiones de Europa, no ha estado exenta de tensión y episodios entre ambas fuerzas. Uno de los más recientes involucró a un drone MQ-9 Reaper del Ejército del Aire y Espacio francés el cual fue interceptado por un caza Su-35 de las Fuerzas Aéreo espaciales mientras realizaba un vuelo de patrullado en el Mediterráneo Oriental.
*Fotografías: Estado Mayor de la Defensa de España.
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