A partir de un reciente documento del Ministerio de Defensa de Japón, desde las Fuerzas de Autodefensa deslizaron sus planes respecto de contar con un segundo escuadrón de cazas furtivos F-35B desplegado para el año 2030, mismos que fueron adquiridos para equipar a los portahelicópteros JS Izumo (DDH-183) y JS Kaga (DDH-184). La noticia en cuestión, se produce en medio de los esfuerzos de la cartera de defensa para reformular los planes de entrenamiento de futuros pilotos de la plataforma, enfrentando también retrasos en los plazos de entrega de las aeronaves adquiridas.
Profundizando en lo recién mencionado, cabe recordar que Japón se encuentra actualmente en proceso de construir una nueva base aérea en la isla de Mageshima (prefectura de Kagoshima), la cuál se prevé pueda establecerse como el principal centro de formación de pilotos para el F-35B. No obstante, a pesar de la relevancia del proyecto, reportes recientes indican que el mismo estaría frente a un retraso de tres años para ser terminado. Resulta de utilidad destacar en este punto, que la nueva base debía estar terminada para 2027 según el acuerdo original, mientras que ahora se ha movido la meta a 2029.

En consecuencia, el Ministerio de Defensa japonés, dió a conocer que se ha elegido a la Base Aérea de Nyutabaru (en la isla de Kyushu) como punto de despliegue temporal de las nuevas plataformas F-35B para el entrenamiento de pilotos. De estos nuevos documentos, se desprende que las Fuerzas de Autodefensa de Japón prevén desplegar allí hasta 30 ejemplares para el año fiscal 2029, manteniéndose a día de hoy, a la espera de recibir el primer lote de seis unidades. Particularmente, tal y como informamos durante el pasado mes de enero, su llegada se ha visto postergada como mínimo hasta el mes de abril. Se los esperaba para este mismo mes.
Mirando el panorama completo, cabe recordar que tanto la Fuerza de Autodefensa Marítima como la Fuerza de Autodefensa Aérea de Japón operarán la variante B del caza fabricado por Lockheed Martin. En números concretos, Tokio prevé la incorporación de un total de 42 cazas F-35B, estableciendo un esquema que prevé contar con 8 cazas operativos para el año fiscal 2025 y la flota completa para el año fiscal 2031. Además, en el caso de la segunda institución citada, se prevé la llegada de un total de 105 cazas F-35A.

Por lo pronto, es menester traer a colación que los efectivos japoneses ya han realizado diversas actividades de entrenamiento para familiarizarse con la plataforma F-35B, perteneciendo estos a la Armada y el Cuerpo de Marines de su aliado estadounidense. Entre algunos de los antecedentes más destacables, hallamos el reciente despliegue del buque de asalto anfibio USS America (LHA-6) entre el 3 y 6 de febrero, ocasión en la que oficiales japoneses pudieron observar el vuelo de cazas F-35B e intercambiar procedimientos para mejorar la interoperabilidad entre ambas naciones.
En suma, remontándose al mes de diciembre, cabe recordar que el portahelicópteros JS Kaga regresó al puerto de Kure tras completar un despliegue de tres meses en las costas estadounidenses como parte de las pruebas para poder operar con sus propios F-35B en el futuro. La cuestión no es en absoluto menor, considerando que Japón trabaja en la conversión de las cubiertas de sus portahelicópteros clase Izumo para asemejarlas a las de un buque clase Wasp y America de la Armada de EE.UU., tarea que actualmente se realiza en los astilleros Japan Marine United de Yokohama. A dicho fin, en el caso del JS Kaga, se rediseñó la proa, se añadió pintura especial resistente al calor producido por los motores del F-35B y se instalaron nuevas luces para operaciones nocturnas; se esperan mas novedades a partir de 2026.
*Imágenes empleadas a modo ilustrativo.
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