Hacia finales de enero, fueron publicadas nuevas imagenes satelitales que revelan claras pistas de que las Fuerzas Armadas Rusas habrían comenzado el repliegue de tropas y equipos desde la estratégica Base Naval Tartus en Siria, buscando con ello evitar dejar atrás un importante número de suministros y sistemas de combate. La noticia, en caso de confirmarse con el pasar de los días, se produce prácticamente a la par que Moscú ha comenzado a disminuir su presencia en la región Khmeimin, dando cuenta del fuerte impacto que ha implicado la caída del régimen de Bashar al-Ásad.
Ampliando en algunos detalles, las imagenes satelitales iniciales habrían sido tomadas por la compañía Maxar el día 25 de enero según reportan medios especializados estadounidenses, denotándose en ellas la presencia de dos buques cargueros en la mencionada Base Naval de Tartus mientras llevan a cabo operaciones de carga de material. Particularmente, se trataría de los barcos de carga Sparta y Sparta II, ambos portadores de bandera rusa y presentes en las cercanías de dicho destino por un período de dos días previo a su llegada; esto mientras se esperaba la autorización correspondiente para ingresar al puerto.
Agregado a ello, imagenes posteriores que datan del 27 de enero y que fueron tomadas por Planet Labs, permiten observar que una importante serie de vehículos que habían sido agrupados hace semanas en uno de los muelles ya no estaban allí, asumiendose que pasaron a almacenarse en los buques cargueros que habían arribado. Además, cerca del muelle que albergó a los vehículos, se denotó una importante cantidad de contenedores de carga que podrían servir para el transporte del material ruso que había en la base. Coincidentemente, al momento de la desaparición de estos elementos tuvo lugar la partida de uno de los dos barcos de carga.
Cabe mencionar en este punto también, que recientemente se ha observado la partida de otro buque carguero ruso (el Sparta IV) desde el Mar Báltico junto a un buque de asalto anfibio clase Ropucha. Si bien se desconoce su destino final, es factible suponer que se dirigen en dirección a Siria para contribuir a los esfuerzos de retirada, sumandose a otros buques anfibios de la Armada Rusa desplegados en la región para dicho objetivo. Antecedentes previos se hallan también en el pasado mes de diciembre, momento en el que el carguero ruso Ursa Major se hundió mientras transitaba aguas costeras de España y Argelia en durección a Siria.
Por otra parte, fortaleciendo los argumentos en favor de una retirada ya iniciada, también fueron dados a conocer una serie de videos en los cuáles se puede ver un aumento de la presencia de helicópteros Mi-8 y Ka-52 destinados a proteger las instalaciones que almacenan una importante cantidad de material militar. Este no es un dato menor, considerando que en la propia retirada de Khmeimin se siguieron pasos idénticos en ese sentido, agregándose en esta ocasión el despliegue de un patrullero de la clase Grachonok en las aguas del puerto. En conjunto, ambas cosas se atribuyen al desarme de las redes de defensa de la base, dejando a sus activos en una posición de especial vulnerabilidad frente a posibles ataques; especialmente contra drones.
Por lo pronto, a la espera de conocer que será del futuro de las bases de Tartus y Khmeimin, todo parece apuntar a que este es el fin de la presencia rusa en Siria tal y como la conocíamos hasta ahora. Resulta útil recordar que en el caso de la Base Naval de Tartus, Moscú logró obtener un acuerdo de arrendamiento por unos 49 años con el anterior gobierno de Damasco en el año 2017 (actualmente cancelado por la nueva administración), en lo que sin mucho lugar a dudas se constituyó como un gesto de compensación por parte del régimen de Al-Ásad a Rusia tras brindarle esta apoyo militar contra los intentos de las facciones rebledes por derrocarlo. Así las cosas, se ha comenzado a observar también un fortalecimiento del despliegue ruso en Libia, buscando con ello asegurarse un puerto permanente en el Mediterráneo ante la potencial expulsión de territorio sirio.
*Imagen de portada: Maxar
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