En el marco de las Operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión, el patrullero Medas (P-26) de la Armada Española ha iniciado una nueva misión para reforzar la seguridad en los espacios marítimos de interés nacional en el Estrecho de Gibraltar y el mar de Alborán. Estas aguas representan una zona estratégica clave debido a su intenso tráfico marítimo, su importancia para la seguridad energética y su proximidad a diversas rutas utilizadas para el tráfico ilícito y la inmigración irregular.

Estas operaciones son esenciales para garantizar la vigilancia de las aguas bajo soberanía española, permitiendo la detección temprana de amenazas y facilitando una respuesta rápida ante posibles crisis. A diario, aproximadamente 3.000 efectivos de las Fuerzas Armadas participan en estas misiones permanentes bajo el control operativo del Mando de Operaciones, asegurando la estabilidad y el cumplimiento de la legislación marítima.
El Medas, perteneciente a la clase Anaga y construido en la década de 1980, fue diseñado para realizar misiones de seguridad marítima, protección de los intereses nacionales y control de los espacios bajo soberanía española. Su versatilidad le permite adaptarse a diversos escenarios operacionales, incluyendo la lucha contra el contrabando, el control de actividades pesqueras y la cooperación con otros organismos estatales como la Guardia Civil y Salvamento Marítimo.

En línea con su propósito, durante una semana llevará a cabo tareas de vigilancia y protección del tráfico marítimo, así como control de la pesca, contribuyendo a la preservación de los recursos naturales y al cumplimiento de las normativas internacionales. Asimismo, desempeñará un papel clave en la detección y prevención de actividades ilícitas, como el narcotráfico y la inmigración irregular. Además, brindará apoyo a las autoridades civiles en la acción del Estado en la mar, garantizando el orden y la seguridad en esta región de gran relevancia estratégica.
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