En medio de las discusiones en el gobierno británico respecto de una ampliación del pedido de cazas furtivos F-35 de origen estadounidense en unas 24 unidades, el sindicato Unite ha dado a conocer su postura en favor de la compra de un nuevo lote de cazas Eurofighter en su lugar para equipar a la Real Fuerza Aérea, buscando con ello garantizar el sostenimiento de las capacidades industriales locales asociadas al programa. Particularmente, se ha abogado por una propuesta de compra de este último tipo de aeronave que mantenga la cantidad de unidades recién mencionadas, lo que se estima permitiría asegurar un gran número de puestos de trabajo en el Reino Unido.

Ampliando los detalles de la argumentación presentada por el sindicato, ha de destacarse que una nueva compra de cazas F-35, misma que se analiza a los fines de ampliar la flota a 74 ejemplares para equipar a los grupos de portaaviones británicos, implicaría el mantenimiento de unos 2.000 puestos de trabajo por un plazo de dos a tres meses. Por su parte, se afirma que la contrapropuesta sindical por 24 nuevos cazas Eurofighter se traduciría en el sostenimiento de 26.000 empleos en BAE Systems, Rolls Royce, Leonardo y el resto de la cadena de suministro asociada; esto por un plazo de dos años.
A fechas actuales, resulta útil recordar que los otros tres miembros del programa Eurofighter (a saber, Alemania, España e Italia) han dado a conocer sus propios planes de compra de nuevos lotes adicionales del caza europeo a fines de reemplazar sus variantes mas antiguas, dejando al Reino Unido como el único socio que aún no parece seguir dicho camino. Además, con la industria local británica dedicando esfuerzos y fondos en el nuevo proyecto para el futuro caza de sexta generación denominado Global Combat Air Program, las perspectivas de sostener la estructura productiva asociada al Eurofighter se halla en evidente peligro; recordando que actualmente su centro está en las instalaciones de BAE Systems en la localidad de Warton.


Frente a dicho panorama Sharon Graham, la secretaria general del sindicato Unite, afirmaba que el nuevo gobierno laborista “debe ahora tomar la iniciativa y tomar las decisiones de inversión claras e inequívocas que los trabajadores y sus empleadores necesitan desesperadamente.” Ya en ocasiones previas, una de ellas notable en el mes de noviembre del 2024, se reportó que su solicitud había sido transmitida a través de cartas dirigidas hacia el carta al comité de defensa del Parlamento del Reino Unido sin un efecto directo observable.
Por su parte, funcionarios asociados a la industria han buscado poner paños fríos sobre la cuestión descrita, argumentando a medios especializados que la brecha que preocupa al sindicalismo podría cerrarse gracias a la llegada de pedidos de exportación para la plataforma Eurofighter. Particularmente, se hace referencia a aquellas posibles operaciones a ser concretadas con los gobiernos de Qatar, Arabia Saudita y Turquía, mismas que con anterioridad enfrentaban importantes desafíos en materia de su autorización por parte de los socios del programa; con el foco puesto en Alemania.

Sin embargo, desde el sindicalismo se ha afirmado que una futura compra de cazas Eurofighter para la Real Fuerza Aérea Británica no necesariamente debía ser descartada por ello, sino que debería servir de estimulante para traccionar con mayor fuerza las potenciales adquisiciones de estos países, en tanto significaría una señal de confianza en la plataforma de cara al futuro. Así lo manifestaba el responsable nacional de defensa y aeroespacial del sindicato, Rhys McCarthy: “Vender el Typhoon en el extranjero puede contribuir a nuestro PIB, pero no podemos esperar que los gobiernos extranjeros compren nuestros aviones rápidos si nuestro propio gobierno no lo hace.”
Finalmente, cabe recordar que mientras esto ocurre, BAE Systems se halla trabajando en un nuevo radar AESA para equipar a los Eurofighter, sistema que se daría a conocer como European Common Radar System (ECRS) Mk2. Con ello, la compañía espera ampliar las capacidades de detección, rastreo y seguimiento de objetivos aéreos de la aeronave, como así también sus capacidades de guerra electrónica y comunicaciones. En el curso del año pasado, esta nueva tecnología dio pasos importantes para ser incorporada en los cazas británicos, siendo reportada la aprobación de su revisión crítica de diseño (CDR) e instalación en el primero de los ejemplares de prueba, para concretar el primer vuelo de pruebas a principios del pasado mes de octubre.

*Imagenes empleadas a modo ilustrativo
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