En el marco de la Operación Atalanta de la Unión Europea, la fragata Santa María de la Armada Española, incorporada a la Fuerza Naval de la UE desde octubre del año pasado, continúa realizando patrullas y monitoreos contra la piratería en las aguas del Océano Índico.
Con el objetivo de garantizar la protección de las rutas comerciales y la seguridad de las tripulaciones de los barcos que operan y transitan por la zona de responsabilidad de Atalanta, la fragata Santa María desempeña un papel fundamental dentro de la política común de seguridad y defensa. Tal es el caso que ha monitoreado a un buque chino que fue secuestrado el año pasado.

Desde su despliegue, que comenzó el 15 de octubre de 2024 en relevo de la fragata Numancia, no solo ha llevado a cabo tareas de patrullaje y monitoreo de la región, sino que también ha participado en actividades conjuntas con diversas armadas de países aliados. Estas colaboraciones buscan fortalecer la coordinación internacional en el marco de los objetivos de la operación.
En este contexto, pocos días después de su llegada, la fragata participó en un ejercicio con el patrullero Shujaa de la Marina de Kenia frente a las costas de Somalia. Dicho ejercicio incluyó simulaciones de ataques, procedimientos de protección y otras maniobras operativas. Posteriormente, en noviembre del año pasado, la Santa María llevó a cabo ejercicios de cooperación con la Marina de Omán y un buque surcoreano. Entre estas actividades destacaron un ejercicio práctico de abordaje y registro junto al patrullero omaní Shinas, así como un ejercicio “Passex” con el buque Wan Geon de la Armada de la República de Corea.

Hasta principios del presente mes, la fragata también participó en ejercicios conjuntos con la agrupación marítima formada por buques de la Armada de Turquía. Entre las actividades realizadas se incluyó una maniobra de repostaje de combustible en el mar (FAS) desde el buque petrolero TCG UTGM Arif Ekmekci hacia la fragata. Posteriormente, efectuó un ejercicio final con oficiales de la Guardia Costera y la Marina de Kenia, que consistió en una operación de repostaje de combustible (bunkering) en el puerto de Mombasa.

Finalmente, el 21 de enero, según el comunicado oficial emitido por el Ministerio de Defensa español, la última actualización del despliegue de la fragata indica que esta llevó a cabo la monitorización de un buque de nacionalidad china que había sido secuestrado por piratas somalíes a principios de diciembre del año pasado. Tras ser liberado el 13 de enero, la fragata se mantuvo en contacto permanente con las autoridades competentes de Somalia y China, coordinando las acciones y respuestas necesarias ante el delito cometido.

Cabe destacar que la fragata interactúa activamente con los barcos del Programa Mundial de Alimentos, pesqueros españoles y la comunidad mercante en general que operan en las zonas de Basilisk y Abdoulah. Además, ha tenido la oportunidad de recalar en Puerto Victoria (Seychelles) y Antsiranana (Madagascar), donde visitó y estrechó lazos con los buques pesqueros españoles que tienen allí su base logística.
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