Según se supo por medio de la Agencia Estatal de Adquisición de Armamento (DAPA), Corea del Sur comenzará con el desarrollo y futura producción del nuevo sistema de misiles tierra-aire de largo alcance, o “L-SAM II”, de fabricación nacional para su Fuerzas Armadas. Como parte de muchos de sus proyectos y programas, el país buscará reforzar sus capacidades defensivas para interceptar misiles, y otras amenazas aéreas, que podrían ser desplegadas por Corea del Norte en un eventual conflicto.

Este proyecto se enmarca en el denominado Sistema Defensa Aérea y Antimisiles de Corea (KAMD), uno de los tres ejes de la estrategia defensiva de Corea del Sur que tiene como objetivo detectar e interceptar misiles hostiles. Este comprende la conjugación de sistemas de radar de defensa aérea, complementados con el despliegue de misiles tierra-aire de alcance medio Cheongung-II desplegados desde aviones de combate e interceptores avanzados de misiles tierra-aire de largo alcance (L-SAM). Los demás ejes están conformados por la plataforma de ataque preventivo Kill Chain y el sistema Korea Massive Punishment and Retaliation.
En el marco de desarrollo local de nuevos sistemas de defensa, iniciado en 2019 en conjunto con la empresa surcoreana LIG Next 1, Corea del Sur completó el desarrollo del sistema L-SAM I en mayo del año pasado, luego de haber sido sometido a varias pruebas que demostrando estar apto para su entrada en servicio en las Fuerzas Armadas surcoreanas. Según el Ministerio de Defensa, la producción en serie del L-SAM I original comenzará en 2025 con un valor que ronda los US 389,8 millones y está previsto que el sistema se despliegue en el Ejército surcoreano a finales de la década de 2020.

En ese sentido, de acuerdo con lo expresado por la DAPA, los futuros sistemas L-SAM II ampliarán el alcance de la cobertura de defensa antimisil entre tres y cuatro veces en comparación con el sistema L-SAM actual, gracias a su mayor capacidad para interceptar misiles a mayor altura. Además, también se indicó que es probable que el proyecto tenga un valor cercano a los USD 388 millones, con posibilidades de finalizar el desarrollo en el 2028.

Hasta el momento, el Ejército utiliza el sistema de misiles tierra-aire de medio alcance de fabricación nacional KM-SAM, tanto en sus versiones Block I y Block II, en conjunción con el sistema de defensa Patriot Advanced Capability-3 (PAC-3) de origen estadounidense para interceptar misiles a menor altura que el L-SAM. En cuanto a los objetivo de mayor altura, el país posee en su territorio un sistema de defensa Terminal High Altitude Area Defense (THAAD) operado por fuerzas militares estadounidenses, desplegado para hacer frente a la amenaza que representa el arsenal de misiles balísticos del régimen norcoreano.
Te puede interesar: La Fuerza Aérea de EE. UU. desplegó por primera vez en el año a sus bombarderos B-1B en el Pacífico en ejercitaciones con Corea del Sur y Japón