Haciendo gala del nuevo paquete de asistencia estadounidense de más de 8.700 millones de dólares aprobado por el Congreso durante el pasado mes de abril, Israel ha decidido invertir unos 5.200 millones para fortalecer las capacidades de defensa aérea del país, lo que se traduce entre otras cosas, en la expansión de la producción en serie de los interceptores Iron Dome con la firma de un nuevo contrato. El acuerdo en cuestión fue rubricado en el curso del día de ayer entre representantes del Ministerio de Defensa israelí y de Rafael Advanced Defense Systems.

Recogiendo algunos detalles de la firma llevada a cabo en la ciudad de Tel Aviv, ha de destacarse la participación del director general del Ministerio de Defensa, Eyal Zamir, el director general de Rafael Advanced Defense Systems, Yoav Turgeman, y del director de la Dirección de Defensa, Investigación y Desarrollo, Daniel Gold. El primero de ellos manifestaba al respecto: “El sistema Iron Dome ha transformado el campo de batalla, ha protegido infraestructuras críticas y ha salvado muchas vidas civiles. Este acuerdo mejorará y ampliará aún más las capacidades del sistema.”
Cabe recordar, que el sistema Iron Dome es producto del desarrollo local de la industria armamentista israelí trabajando en conjunto con los EE.UU., conformándose como uno de los pilares de la defensa aérea del país en tanto es capaz de neutralizar un amplio abaníco de amenazas tales como cohetes, misiles y drones; frecuentes desde el inicio de la guerra entre Israel y el grupo terrorista Hamás. El sistema se ha ganado ampliamente la aprobación del Ministerio de Defensa israelí, que ahora desea ampliar la producción del mismo para descomprimir la demanda de su red de defensa actual, la cuál contaría con cerca de 350 interceptores Iron Dome activos.

En esa línea, trayendo a colación algunas de las características técnicas conocidas del sistema Iron Dome, ha de mencionarse como principales virtudes la capacidad de interceptar objetivos situados hasta 70 kilómetros de distancia y su flexibilidad operativa que le permite reubicarse con rapidez según se requiera. Cada batería está compuesta por un radar de matriz activa escaneada electrónicamente EL/M-2084, un centro de comando y control, y finalmente las cuatro unidades de lanzamiento que alojan 20 interceptores Tamir en cada una.
En términos generales, su funcionamiento consiste en la detección inmediata del proyectil lanzado contra territorio israelí, la notificación en segundos al Battle Management Center que definirá si se trata de una amenaza, lo que en caso de confirmarse activa el lanzamiento de los interceptores mencionados. Particularmente, cada Tamir presenta avanzados sensores electro-ópticos y ojivas con espoletas de proximidad que aumentan considerablemente su precisión, todo ello contenido en unos 3 metros de longitud y 160 milimetros de diámetro.
*Imagenes empleadas a modo ilustrativo
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