¿Cuál será el destino del material francés y ruso actualmente en servicio con la Fuerza Aérea del Perú? ¿Qué otras compras de tecnología en transporte estratégico se vienen para el 2025? ¿Hay planes avanzados en la renovación de la defensa aérea? El General del Aire Carlos Enrique Chávez Cateriano responde a esas y otras preguntas en la segunda y última parte de esta larga entrevista brindada a Zona Militar sobre el futuro de la institución, donde también se detallan los planes en el ámbito aeroespacial de la institución.
Mientras llegan los nuevos aviones de combate, ¿se ha previsto modernizar los M-2000 para mantener la capacidad de defensa?
La Fuerza Aérea está impulsando un programa de sostenimiento para que este modelo de aeronave siga operando por algunos años más. Pero como dije al principio de esta entrevista, ya no es conveniente modernizar un sistema de armas que tiene 40 años de operación. Si se hubiese hecho cuando tenía 15 o 20 años, ahora tal vez podríamos hacer algo. Pero ya es un poco tarde. Es cierto que desde el punto de vista de la ingeniería todo se puede hacer, pero la pregunta es cuánto va a costar y tardar. Tendríamos que cambiar todo y quedarnos solo con la estructura. Sin embargo, debo reconocer que en el caso del M-2000, se trata de un avión que estuvo adelantado a su tiempo. Tiene muchos elementos de fibra de carbono, por ejemplo. Utiliza para la transmisión de datos un digital-voz interesante para la época. Tiene computadoras de navegación y de tiro muy precisas. Por todo eso, es un avión que va a seguir volando en nuestra Fuerza Aérea por varios años más. Pero todo tiene un límite, y ese límite va a llegar. Y, por eso, un proceso de modernización del M-2000 en este momento ya no cabe. Lo que vamos a hacer es generar un programa de soporte y mantenimiento para que el avión siga volando algunos años más mientras completamos la flota de aviones nuevos. Y cuando eso ocurra, el Mirage será retirado del servicio con los honores que le correspondan.
¿Y en el caso del MiG-29? ¿Cuál será destino ante las dificultades de obtener repuestos que le permitan seguir operando?
El caso de todo el material ruso, no solamente de los aviones MiG-29, está complicado. En el Perú y a nivel mundial. El hecho de que los principales proveedores estén en conflicto viene dificultando las tareas de soporte y mantenimiento. Esto es aplicable para todos los sistemas rusos, tanto aéreos como terrestres. Sin embargo, nosotros tenemos un interesante stock de repuestos, por lo que estos sistemas tienen todavía para algunos años más de operación. Pero eso también tendrá su final, que por ahora no puedo calcularlo. Entre tanto, y al igual que en el caso del Mirage 2000, vamos a tratar de mantenerlos operativos algunos años adicionales.
El SEMAN Perú desarrolló un interesante programa de recuperación de capacidades del Sujoi 25, y periódicamente se están reincorporando ejemplares al servicio. En este caso, ¿cuál será la decisión?
El Su-25 sigue operando, con las limitaciones propias de su edad, porque también tiene casi 40 años. Sin embargo, es un avión muy duro, muy noble, con bajo índice de fallas, y seguirá operando algunos años más. El SEMAN Perú está trabajando mucho en él. SEMAN Perú es una organización que ha madurado mucho en los últimos años, no solo en el campo de las aeronaves militares, sino también en las civiles. Su taller de reparaciones de trenes de aterrizaje, por ejemplo, es actualmente el más grande de Sudamérica. Y tiene clientes muy importantes a nivel internacional. Esta es una gran organización que ha dado un salto tecnológico gigantesco, y sigue ganando nuevas capacidades industriales.
Entre el KAI KT-1P “Torito” y el nuevo avión de combate que se va a comprar, no hay una aeronave intermedia a reacción, como antes se tenía con el Aermacchi MB-339. ¿Se ha previsto una compra para ese segmento?
Tenemos los estudios técnicos terminados. Pero el problema es el presupuesto. Por eso, hemos optado por impulsar la renovación más urgente, que son los cazas de primera línea. En cuanto a los entrenadores intermedios, son solo eso, entrenadores con algunas capacidades de ataque. Y que en la Fuerza Aérea, momentáneamente, están siendo reemplazados por el KT-1P –en la formación de los nuevos pilotos-. Pero, definitivamente necesitamos tener una aeronave para el segmento intermedio. Cuando tengamos mejores condiciones económicas, pasaremos a desarrollar ese programa.
Se viene anunciando la compra de dos aviones de transporte Spartan adicionales a los cuatro que ya se tiene en la FAP. ¿Cuáles son los planes de mejora en ese campo?
Estamos a la espera de la asignación del presupuesto en el 2025 para adquirir dos aviones Spartan adicionales, que han demostrado su enorme utilidad no solo como aeronave de carga sino también ante los incendios forestales, lanzando hasta seis toneladas de agua con una precisión impresionante debido a su moderno sistema de navegación. Este sistema tiene un módulo especial para lanzamiento de carga que evalúa la altura, la densidad del aire y la dirección del viento para realizar las correcciones necesarias para que carga donde tiene que caer. Si todo sale bien, el próximo año contaremos con ellos.
¿De este esfuerzo también forman parte los nuevos aviones-ambulancia, uno de los cuales acaba de ser entregado?
Efectivamente, es otro proyecto interesante. Hemos comprado directamente al fabricante, y ya están pagados, los dos turbohélices Beechtcraft 360C, donde la C significa con compuerta de carga. Se trata de un modelo nuevo, que recientemente salió al mercado, y su incorporación al Perú significa el ingreso de la Fuerza Aérea a una nueva tarea con mejores capacidades. Es verdad que siempre hemos apoyado el traslado y la evacuación aeromédica de la población que lo necesite. Pero nunca se ha tenido una aeronave específicamente dedicada esa actividad. Cuando ocurría una emergencia, tomábamos cualquier avión disponible para cumplir con la misión. Hemos hecho evacuaciones hasta en los grandes aviones Hércules, porque sabemos que la vida no tiene precio. Pero ahora, contamos con este nuevo avión adquirido, que es multirol, puede llevar hasta 11 pasajeros o 1.8 toneladas de carga, y está certificado de fábrica como ambulancia aérea. Incluye todas las conexiones especiales para el uso de los más diversos equipos biomédicos de moderna tecnología, posee cabina presurizada, motores muy potentes que permiten el cruce seguro de la cordillera de los Andes, el despegue desde pistas cortas… En realidad es una herramienta muy importante de servicio a la comunidad. Sobre todo para las que están ubicadas en zonas remotas de la geografía, donde no hay otra oportunidad de evacuar más que por aire.
¿Confirma que hay en la cartera de proyectos uno para la compra de dos aviones más grandes con capacidad de transporte estratégico?
Así es. Son dos Boeing 737 que tendrán el mismo uso de sus antecesores, es decir el transporte de pasajeros y carga. Para el apoyo al país con el transporte de los maestros o medicinas a zonas distantes, por ejemplo. Y son aeronaves que llegan para reemplazar a otras que ya cumplieron su ciclo de vida operativa. Tenemos en el inventario un Boeing 737-200, que ya ha sido retirado del servicio activo con 44 años de operaciones. Y solo nos queda disponible el 737-500, que cumple las mismas funciones antes descritas. Ante eso, ninguno de los dos B-737 que vamos a comprar tiene cabina presidencial, son de transporte regular. Son aeronaves que nos hicieron falta en dos momentos críticos: cuando fue necesario traer desde la República Popular China los primeros lotes de las vacunas contra la COVID-16, y no pudimos hacerlo al carecer de medios con esa capacidad de vuelo a largas distancias. Y cuando se desató el conflicto en Medio Oriente, hace poco, donde no hubo forma de evacuar a nuestros compatriotas. Por eso, uno de los dos aviones a ser adquiridos va a tener tanques de combustible adicionales que le van a permitir cubrir las mayores distancias. Así que desmiento categóricamente que sea un avión para la presidencia.
La FAP es pionera en el empleo de helicópteros multipropósito de fabricación rusa. ¿Qué va a pasar con los Mi-171 en el contexto de la guerra en Europa del Este? ¿Van a ser reemplazados por otros modelos occidentales?
No quiero hacerle propaganda, pero el Mi-17 es el mejor helicóptero del mundo en su categoría. Ningún otro en ese segmento tiene mejores prestaciones. Sirve para todo: ayuda humanitaria, transporte de carga, y en el Perú actualmente cumple misiones de combate en la selva central -contra el narcoterrorismo-. Es una máquina extraordinaria. La guerra entre Rusia y Ucrania nos ha puesto en aprietos para el abastecimiento de repuestos. Pero tenemos una interesante capacidad en nuestro SEMAN Perú. Nosotros firmamos un acuerdo con una empresa peruana llamada Helicentro y con el fabricante ruso, convenio que está vigente y que nos permite recibir los helicópteros completamente reparados y a entera satisfacción de la Fuerza Aérea. Estamos recibiendo cuatro unidades, con una reparación le da un horizonte de tres mil horas de vuelo, unos ocho años. A través de estos convenios y con la capacidad del SEMAN Perú, podemos asegurar varios años adicionales de vida a esta flota. Así que la idea de retirarlos no se nos ha pasado por la cabeza.
Pero hay otro segmento de helicópteros que sí necesita reemplazo. Hablamos de los medianos.
Efectivamente. Nuestro Bell 212 y 412, así como los Bolkow, tienen entre 35 y 50 años de operaciones. Son máquinas que siguen volando a pesar del tiempo transcurrido. Pero que en otras partes del mundo son reliquias de museo. Frente a eso, tenemos un estudio técnico para reemplazarlos, denominado “Recuperación de la Capacidad de Búsqueda y Salvamento”. El año pasado este proyecto quedó pausado. Pero lo hemos reactivado y estamos actualizando los valores referenciales. Y coordinando un nuevo mecanismo de compras con los Gobiernos Regionales, que a través de un proyecto de ley les permitirá participar en actividades de defensa, pero no con aeronaves de ataque, sino con helicópteros de servicio a la comunidad. Hay mucho interés de participar entre las autoridades regionales, como Cusco, Arequipa y Lambayeque. Los helicópteros estarían desplegados en las bases aéreas ubicadas en esas zonas, listas para responder en caso de una emergencia. Estamos gestionando la adquisición de seis unidades en una primera etapa, de un lote de doce aparatos nuevos. Entre los esfuerzos de la Fuerza Aérea y los excedentes presupuestales que todos los años tienen los Gobiernos Regionales, estoy seguro que vamos a poder podamos renovar la flota en el corto plazo.
Para proteger todos estos sistemas tan valiosos se necesita de un buen sistema de defensa aérea. ¿La compra de radares y misiles antiaéreos forma parte de este paquete de proyectos?
Están. Y también la adquisición de un avión de comando y control. Todo eso está debidamente priorizado y tiene sus diferentes etapas. La primera es la adquisición de los aviones de combate, porque es lo más urgente. Los sistemas de defensa aérea y la aeronave de comando y control están para las siguientes etapas y probablemente sean asumidas por el siguiente gobierno.
¿Qué avances o novedades se tienen respecto al proyecto de construir un puerto espacial en el Perú?
El año pasado, durante un simposio espacial realizado en Estados Unidos, a iniciativa de nuestra Fuerza Aérea, que participó por primera vez, se firmó un convenio con la Fuerza Espacial norteamericana -United States Space Force- para la construcción de una estación de lanzamiento en el Perú. Su ubicación será la Base Aérea de Talara –al norte del país-. Actualmente, estamos en la fase de obtener la fuente de financiamiento para la elaboración del estudio técnico, e inmediatamente después empezar a construir. Es un proyecto de mediano plazo, que para el año 2028 o el 2030 ya estaría listo. Se trata de otro salto tecnológico importantísimo que permitirá al Perú lanzar satélites propios y también de otros países. Este proyecto tiene dos componentes más: uno, la NASA ha puesto sus ojos en nuestra estación satelital en la Base Aérea Punta Lobos –distrito de Pucusana al sur de Lima-, para que a partir del 2027 se utilice para el lanzamiento de vehículos suborbitales. El otro componente es la transferencia de un telescopio espacial de grandes dimensiones a ser instalado en la Base Aérea de La Joya –al sur, en Arequipa-. De esta manera estamos sembrando una nueva semilla tecnológica en nuestros jóvenes Oficiales y Técnicos, y se refuerza la visión de tener una Fuerza Armada en condiciones de proteger los activos críticos del país y la integridad de nuestro territorio.
*Desde Zona Militar agradecemos a la Fuerza Aérea del Perú y al General del Aire Carlos Enrique Chávez Cateriano.
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