Tras ser retirados de su labor en el entrenamiento de pilotos del Comando de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea (AFSOC), un lote de tres aeronaves A-29 Super Tucano han sido transferidas a la Escuela de Pilotos de Prueba de la Fuerza Aérea de EE.UU., la cuál opera desde la Base Aérea de Edwards en el estado de California. Por lo pronto, se trata de la primera asignación de aeronaves prácticamente nuevas a la misma en más de treinta años.

Sobre esto, el director de planes y programas del Centro de Pruebas de la Fuerza Aérea, Michael Banzet, declaraba: “La decisión de transferir los aviones A-29 a Edwards es el resultado de un análisis minucioso de la Escuela de Pilotos de Pruebas y un excelente ejemplo de agilidad de mando y colaboración para aprovechar una oportunidad única y fugaz (…) Esto no solo reutiliza una inversión de 63 millones de dólares de los contribuyentes, sino que también moderniza y amplía el plan de estudios de la TPS para acelerar la implementación de la capacidad de combate para la USAF.

Según recoge el medio especializado The War Zone, los tres ejemplares arribaron a la mencionada base durante el mes de julio, a pesar de ser recién anunciada su llegada en este mismo mes. Ahondando en detalles, se han mostrado imagenes de los aviones en cuestión que las muestran equipadas bajo la configuración de ataque ligero, lo que implica que cuentan con ametralladoras calibre .50 y la posibilidad de equipar un amplio abanico de armamentos en sus cinco pilones dispuestos uno debajo del fuselaje y dos debajo de cada ala. Otra de las particularidades a mencionar, es que una de las tres aeronaves presenta un esquema de pintura en homenaje al 1st Air Commando Group de la Segunda Guerra Mundial.

Destacando sus capacidades para la nueva tarea que se les encomendó a los Super Tucano, el comunicado oficial de la Fuerza Aérea de EE.UU. afirmaba: “Si bien el diseño de la estructura del A-29 es perfecto para las pruebas de giro, el Super Tucano también ofrece una variedad de aviónica moderna con la capacidad de colgar equipos externamente a través de varios pilones de ala (…) Esto permitirá a la escuela realizar capacitación e investigación sobre una variedad de sensores y armas multidominio, lo que reducirá la dependencia de los aviones T-38 y F-16 y, al mismo tiempo, mejorará la capacidad de realizar aspectos de la misión de prueba de desarrollo encomendada al Centro de Pruebas de la Fuerza Aérea.

Finalmente, resulta menester traer a colación que también está siendo discutido el futuro de otro de los tipos de aeronave de ataque ligero que posee el AFSOC, a saber: los Beechcraft AT-6E Wolverines; adquiridos prácticamente a la par que los A29 recientemente transferidos y de los OA-1K Sky Warden. Se trata de unidades que parten de la línea del diseño de los entrenadores T-6 Texan II, siendo modificado su sistema de comunicaciones para facilitar su uso en la Airborne Extensible Relay Over-Horizon Network. Al igual que ocurre con las aeronaves antes mencionadas, en la actualidad se cuestiona su eficacia en relación con los conflictos de alta intensidad que se observan en el mundo, y frente a un siempre latente conflicto con China, considerando que habían sido diseñados pensando en amenazas de grupos insurgentes con escaso equipamiento moderno.

*Créditos de las imagenes: Air Force photo by Lindsey Iniguez.

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