En el del día de ayer, el gobierno de Filipinas ha condenado lo que afirma que fue una peligrosa maniobra de intercepción de uno de sus aviones de vigilancia NC-212i que patrullaba el Mar del Sur de China por parte de dos cazas de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación (PLAAF), siendo que estos desplegaron bengalas en la trayectoria del primero para alejarlo de su curso. La noticia llega poco tiempo después de que el Gigante Asiático realice patrullas de combate en la región, en respuesta a lo que también fueren ejercicios militares combinados entre Filipinas, EE.UU. y otros aliados regionales.
Ha de recordarse que tanto China como Filipinas mantienen tensionadas relaciones por sus reclamaciones sobre el banco de arena Scarborough, en donde el segundo país mantiene presencia mediante un antiguo buque encallado (de nombre Sierra Madre), mismo que requiere constantes viajes de reabastecimiento por parte de otros barcos; lo que el Gigante Asiático aprovecha para realizar sus operaciones de hostigamiento para apoyar su reclamación territorial. En ese contexto, ambas naciones se acusan mutuamente de afectar las operaciones militares del otro, siendo esto una de las principales problemáticas que el gobierno filipino del presidente Ferdinand Marcos Jr. ha enfrentado desde su asunción en 2022.
En esa línea, la Oficina de Comunicación de la Presidencia de Filipinas se manifestó en la red social X, afirmando que: “Apenas hemos empezado a calmar las aguas y ya es preocupante que pueda haber inestabilidad en nuestro espacio aéreo.” Las palabras del presidente Marcos Jr. hacen referencia también al reciente entendimiento que los países habían alcanzado para estabilizar la región, mismo que data del 21 de julio y que, tan sólo una semana después, China afirmó que fue malentendido por Filipinas.
Tras este acuerdo, tanto las Fuerzas Armadas de China como de Filipinas llevaron a cabo una larga serie de ejercicios en la región, involucrándo el segundo a diversas naciones aliadas para reforzar su posición. Para ilustrar la cuestión, es posible elaborar una breve cronología que da cuenta de ello previo a la noticia de la peligrosa maniobra de intercepción, siendo sus principales puntos (además del acuerdo ya mencionado): la realización de ejercicios a gran escala por parte de China el 31 de julio, la patrulla marítima combinada entre EE.UU. y Filipinas en la misma fecha, el primer ejercicio bilateral entre Filipinas y Japón (cuyo inicio fue el 2 de agosto), la actividad naval de Australia, EE.UU., Canadá y Filipinas entre el 7 y 8 de agosto y la ya citada patrulla de combate de la Fuerza Aérea del EPL chino.
En declaraciones al medio CNN, Chester Cabalza, quién funge como presidente del grupo de expertos Cooperación Internacional para el Desarrollo y la Seguridad, declaraba: “Después de una serie de tácticas de zona gris en el mar, probablemente veamos peleas aéreas en el cielo si China continúa su creciente antagonismo en las zonas aéreas y de defensa de Filipinas.”
Finalmente, desde una perspectiva estratégica, es menester recordar que el banco de arena Scarborough y las aguas circundantes no sólo deben considerarse por su relevancia en los argumentos de reclamación territorial descritos. La zona es también un importante depósito de recursos energéticos, principalmente de gas y petróleo, que aún no es explotado considerablemente. En suma, es parte de una gran cantidad de rutas comerciales en el sudeste asiático, estimándose el mismo en un total de tres mil millones de dólares anuales.
*Créditos de las imagenes: Fuerzas Armadas de Filipinas
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