A lo largo de los últimos día, medios locales surcoreanos han hecho eco del despliegue que se encuentra realizando la fuerza aérea de Corea del Sur (ROKAF) en el marco de una de las ejercitaciones más importantes del año. Como parte del adiestramiento regular, el Ministerio de Defensa ha hecho hincapié en que se buscará reforzar y potenciar las capacidades de combate para asegurar la postura y planes de defensa que vienen desarrollando para los años 2023-2027. 

Con la luz verde dada el viernes 12 de mayo, el ejercicio “Soaring Eagle” comenzó en la base aérea de Cheongju y tendrá una duración de ocho días. Entre lo más destacable, se espera la movilización de unos 60 aviones de combate, incluidos cazas furtivos F-35A, cazabombarderos F-15K, KF-16 y aviones de transporte cisterna KC-330, según reportó la Fuerza Aérea de la República de Corea. .

En esa misma línea, el adiestramiento busca desarrollarse en diversos escenarios, como infiltraciones de fuerzas de operaciones especiales y la presencia aeronaves enemigas, así como lanzamientos de misiles de crucero. También se efectuarán simulacros de intercepción aérea para entrena a los pilotos en la neutralización de objetivos enemigos, como baterías de artillería y lanzamisiles móviles.

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