Por medio de una serie de declaraciones oficiales, se ha dado cuenta del retraso en la entrada en servicio del nuevo dron (UAV) de reabastecimiento en vuelo MQ-25A Stingray de la Marina de los Estados Unidos (US Navy).

En el año 2018 la propuesta de Boeing fue seleccionada para la fabricación de los primeros cuatro prototipos del vehículo aéreo no tripulado MQ-25A Stingray, enfocado en misiones de reabastecimiento en vuelo operando desde la cubierta de portaaviones de los Estados Unidos. Al contrato de dicho año, por valor de USD 805.000.000, se le sumo otro por USD 84.700.000 para la construcción de tres UAV adicionales. Fijando de esto modo contar de cara al futuro con una flota de hasta 76 unidades en servicio.

A lo largo del año 2021, el MQ-25A Stingray fue completando diversos hitos. Desde su operación en la cubierta de vuelo del portaaviones USS George H.W. Bush, hasta la realización de las maniobras de reabastecimiento con diversas aeronaves de la US Navy. Como dieron cuenta las pruebas que involucraron a cazas F-35 y aviones de alerta temprana E-2D Hawkeye. Sin embargo, a lo largo del año 2022 las novedades sobre el proyecto escasearon.

De esta forma, en base a declaraciones recogidas el medio USNI News, se dio cuenta que se habría demorada la entrada en servicio MQ-25A. Originalmente se había fijado el año 2025 para los primeros despliegues operaciones desde USS Theodore Roosevelt (CVN-71), como parte de los esfuerzos para alcanzar la Capacidad Operativa Inicial.

Los motivos de los retrasos, los cuales provocaran que su entrada en servicio se produzca en 2026, se debe a que Boeing ha encontrado una serie de desafíos en la producción del UAV, los cuales están siendo soluciones. Al respecto, el Contraalmirante Stephen Tedford, Oficial Ejecutivo del Programa, expresó que el Stingray alcanzaría la Capacidad Operativa Inicial en 2026, en declaraciones realizadas durante el Simposio de la Liga Naval, Mar, Aire y Espacio.

Estamos experimentando algunos desafíos de madurez de producción con el MQ-25. La gente no se da cuenta de lo grande que es el MQ-25 real”, dijo. Agregando que “Es tan largo como un F-18 con la envergadura de un E-2. No es un UAV pequeño”.

Con esta novedad reportado por el mando de la Marina de los Estados Unidos, el mencionado medio elevó una consulta a Boeing, la cual también confirmó los desafíos que están teniendo en la fabricación del UAV. Al respecto, desde la empresa estadounidense indicaron que: “Hemos sido muy transparentes con los problemas de calidad que enfrentamos y los avisos de escapes en el pasado asociados con los recubrimientos aplicados a los componentes metálicos. Nos hemos hecho cargo de los desafíos que han ocurrido al principio del desarrollo. Los escapes de calidad combinados con los impactos persistentes de COVID-19 en nuestros equipos y base de suministro han afectado nuestro cronograma, pero creemos que estamos dando la vuelta a la esquina”.

De cara al futuro próximo, se espera que el MQ-25A Stingray continue sus pruebas para alcanzar a la mencionada capacidad. Más precisamente la integración para operar desde la cubierta de portaaviones para reemplazar a sí en dichas funciones a aviones cazas F/A-18 Super Hornet. Para el año Año Fiscal 2024, la Marina de los Estados Unidos ha requerido fondos por USD 220.000.000 para la compra de tres UAV adicionales, con la adquisición planificada de 22 drones de reabastecimiento en los sucesivos ejercicios hasta el año 2028.

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