Boeing anunció que prevé finalizar la producción de los aviones de combate F/A-18 Super Hornet a finales de 2025, tras la entrega de los últimos ejemplares a la Armada de los Estados Unidos. En su comunicado de prensa, el gigante aeroespacial norteamericano aclaró que la línea podría extenderse hasta 2027 en el caso que el Super Hornet resulte seleccionado por un cliente internacional.

Desde el debut del F/A-18 en 1983, primero McDonnell Douglas y posteriormente Boeing entregaron más de 2.000 ejemplares de Hornets, Super Hornets y EA-18G Growlers a clientes de todo el mundo, entre los que se incluyen a la Armada de los EE.UU., Australia, Canadá, Finlandia, Kuwait, Malasia, España y Suiza. Actualmente, la línea de St Louis se encuentra finalizando el pedido de 78 Super Hornet Block III que mantiene la Aviación Naval de los EE.UU., variante que vio entregada sus primeras unidades en el 2020.

Sin embargo, pese al cierre de la línea, Boeing anunció que continuará desarrollando capacidades avanzadas y actualizaciones para la flota mundial de F/A-18 Super Hornet y EA-18G Growler. Esto incluye los trabajos que se extenderán durante la próxima década, período en el cual todos los Super Hornet Block II en fase de modificación de vida útil recibirán el conjunto de capacidades Block III. Boeing también seguirá añadiendo capacidad de ataque electrónico avanzado como parte de las modificaciones en curso de los Growler.

La Modificación de Vida Útil (Service Life Modification, SLM) del Super Hornet no solo apunta a extender la vída útil de las células de las 6.000 horas de vuelo originales a las 7.500 y, eventualmente, a unas 10.000 horas, sino que también implica actualizaciones que incluyen un sistema de cabina avanzado con una pantalla táctil, una red mejorada y una firma de radar reducida. El coste presupuestado para la Modificación de Vidas Útil por avión es actualmente de U$D 5.5 millones de dólares por aeronave.

Con más de 400 F/A-18E/F y EA-18G en servicio, la US Navy pretende llevar su flota a más de 500 ejemplares gracias a la mencionada extensión de vida útil, así como a los proyectos de modernización y adquisición que aún se mantienen en vigencia. Actualmente, más de 30 escuadrones de la Aviación Naval de los EE.UU. operan el Super Hornet, cazabombardero embarcado que entró en servicio en 1999. 

Boeing también informó que la empresa pondrá énfasis en la producción de nuevos programas de defensa críticos. St Louis aumentará la producción del primer sistema de entrenamiento totalmente digital del mundo, el T-7A Red Hawk, y del primer avión de reabastecimiento autónomo desplegado en portaaviones, el MQ-25 Stingray, junto con la producción en curso de los nuevos F-15EX Eagle II y los componentes del ala del 777X.

Imagen de portada: EA-18G Growler, variante de guerra electrónica del Super Hornet. Créditos: RAAF – Cpl Jesse Kane.

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