Teniendo como marco la visita del Ministro de Defensa de la República Argentina, Jorge Taiana, Zona Militar tuvo la posibilidad de visitar y recorrer parte de las instalaciones del Centro de Vigilancia y Control Aeroespacial localizado en Merlo, Buenos Aires, corazón y centro neurálgico desde donde opera Comando Conjunto Aeroespacial; uno de los Comandos Operacionales del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas Argentinas (EMCFFAA).

La oportunidad constituyo un hecho inédito, como una oportunidad única, para conocer las capacidades que se posee el Comando Conjunto Aeroespacial en lo que hace al monitoreo y vigilancia del espacio aéreo argentino; a través de una serie de radares e instalaciones ubicadas en diversos puntos de la geografía nacional. Muchos de estos sensores han sido y son desarrollados y fabricados nacionalmente por la empresa  rionegrina INVAP, demostrando la capacidad y excelencia en esta área alcanzada por la República Argentina.

Sobre el Centro de Vigilancia y Control Aeroespacial y el Comando Conjunto Aeroespacial

Arribados al Centro de Vigilancia y Control Aeroespacial, Zona Militar y los medios presentes fuimos recibidos por el Comandante de Operaciones del EMCFFAA, General de Brigada Jorge Fabián Berredo, quien nos brindó una introducción sobre las funciones que realiza y coordina el Comando Conjunto Aeroespacial a través de las instalaciones emplazadas en la localidad de Merlo, provincia de Buenos Aires.

A grandes rasgos el Comando Conjunto Aeroespacial tiene a su cargo la vigilancia y control del espacio aéreo de la República Argentina, en coordinación con otras unidades de las Fuerzas Armadas. Como pueden ser los puestos de observación desplegados a través de la Agrupación de Vigilancia del Ejército Argentino; el Centro de Identificación Aeroespacial de la Fuerza Aérea Argentina (esta para la identificación y monitoreo de elementos presentes en la orbita baja de la tierra); como de buques y unidades de la Armada Argentina en el Mar Argentino.

Todas estas unidades de la Fuerzas Armadas, junto a la red de radares constituidos bajo el Sistema Nacional de Vigilancia y Control Aeroespacial (SINVICA), son coordinados e integrados en el Centro de Vigilancia y Control Aeroespacial, permitiendo así verificar el transito aéreo que circunda bajo los cielos de jurisdicción argentina en cumplimiento de todas las regulaciones y normas legales vigentes.

A su vez, también fortalece el accionar interagencial con las Fuerzas de Seguridad de la República Argentina y agencias del Estadp Nacional. Más precisamente, mostrando la coordinación con la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil) y la EANA (Empresa Argentina de Navegación Aérea).

Sin embargo, a las capacidades de monitoreo y vigilancia que se despliegan a través del Comando Conjunto Aeroespacial se complementan la presencia y despliegue de aeronaves de la Fuerza Aérea Argentina en distintos puntos del país a fin de mantener una alerta constante. Esta cuestión no es menor, ya que toda aeronave que no que cumple los protocolos establecidos adquiere la condición de “Transito Aéreo Irregular (TAI)”. De este modo, cuando un avión recibe esta denominación las aeronaves están listas para ser desplegadas a los fines de ejecutar y hacer aplicar las Reglas de Protección Aeroespacial (RPA) determinadas por el Poder Ejecutivo de la República Argentina.

Con este presente, si desde el Centro de Vigilancia y Control Aeroespacial se determina que un TAI puede constituir una amenaza potencial a la defensa nacional y a la libre circulación aérea, las aeronaves desplegadas ejecutaran el respectivo procedimiento para logar la identificación, interceptación y aplicación de las Reglas de Protección Aeroespacial. Estas acciones realizadas por aeronaves militares ajustándose a las leyes nacionales e internacionales. De forma más precisa, las disposiciones y protocolos establecidos mundialmente por la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional).

Recorriendo el Centro de Vigilancia y Control Aeroespacial

Previo a nuestro ingreso a las instalaciones, fuimos recibidos también por el Comandante Conjunto Aeroespacial,  Brigadier Alejandro José Bisso, el cual tendría a su cargo una exposición a las autoridades del Ministerio de Defensa y del EMCFFAA; encabezados por el titular de cartera, Jorge Taiana, siendo acompañado por el Jefe del EMCFFAA, Teniente General Juan Martin Paleo, y el EMGFA, Brigadier General Xavier Isaac.

De este modo, pudimos ingresar al corazón y centro neurálgico del Centro de Vigilancia y Control Aeroespacial. Lugar donde se recibe la información recabada por la multiplicidad de radares desplegados en diversos puntos de la geografía nacional, a fin de monitorear y vigilar las 24 horas del día el espacio aéreo argentino.

A lo largo de su exposición a las autoridades ministeriales y militares, el Brigadier Bisso reportó varias de las actividades y del estado actual de las capacidades de vigilancia que posee el Comando Conjunto Aeroespacial. En este sentido, realizó una comparación a la situación posterior a la Guerra de Malvinas con la actual. Donde posterior el conflicto, la Argentina contaba solamente con dos radares TPS-43 adquiridos previamente por el Ejército Argentino; los cuales no operaban las 24 horas del día. Esta situación ha sido revertida desde la creación e impulso del Sistema Nacional de Vigilancia y Control Aeroespacial (SINVICA). Entendiendo esto como un hito en lo referido a la radarización del territorio nacional.

Actualmente, la República Argentina despliegue una red de radares en norte del país, muchos de estos modernizados por INVAP como también de nueva construcción. Como es el caso de los radares móviles RPA-170 y fijos RPA-240. Por su parte, en vista del fortalecimiento de esta capacidades el Ministerio de Defensa de la República desplegó el año pasado uno de estos sensores en Río Grande, provincia de Tierra del Fuego; a la par que se evalúa el emplazamiento de otro en la Isla de los Estados. Además, en el pasado mes diciembre fueron inauguradas las nuevas instalaciones de la Estación Radar “Villaguay”, en Entre Ríos.

De cara al futuro, y para profundizar más el desarrollo de estas capacidades, se busca incorporar nuevos radares de la empresa INVAP. Con esto presente, fue aprobado el contrato de compra de dos radares RPA-200M para el Ejército Argentino, a fin de reemplazar a los actuales radares 2D AN/TPS-44 con años de servicio en la fuerza.

En lo referido a las funciones de control aéreo de un “Tránsito Aéreo Irregular (TAI)”, se indicó que estas acciones, en coordinación con las Fuerzas de Seguridad, son realizadas por aeronaves de la Fuerza Aérea Argentina. Más en detalle, de entrenadores avanzados IA-63 Pampa, aviones EMB-312 Tucano, como de cazabombarderos A-4AR. Los cuales participaron recientemente del despliegue de medios a fin de brindar cobertura aérea a la VII Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Además, este despliegue es apoyado por la presencia de otros medios de la FAA; como es el caso de los aviones de transporte Hércules K/C-130H, helicópteros Bell 212 y 412EP, al igual que diversos tipos de aeronaves Learjet.

A-4AR

En lo referido a la interceptación de aeronaves, indicó que toda aeronave que ingrese sin identificación al espacio aéreo nacional, sin plan de vuelo comunicado, o un vuelo sin información dentro de la ADIZ fijada por la República Argentina es considerada como TAI. Siendo este hecho reportado automáticamente al Ministerio de Seguridad de la Nación. Con esto presente, en caso de requerir la interceptación, son desplegadas aeronaves de diverso tipo a fin de completar la identificación, transmitir la ordenes al avión en cuestión y, en caso de requerirlo, proceder a escoltar al aeropuerto más cercano para su aterrizaje para ser sometida al accionar de las fuerzas de seguridad correspondientes. Todas estas acciones de dan en cumplimiento de las mencionadas Reglas de Protección Aeroespacial (RPA).

Además, las capacidades del Comando Conjunto Aeroespacial no se limitan al espacio aéreo argentino, sino al monitoreo de satélites de diverso y origen que puedan sobrevolar el territorio nacional. Al igual que, producto de la actividad espacial, seguir las trayectorias y monitoreo de la “basura espacial” que pueda caer a la tierra. Mayoritariamente, restos de los sistemas de propulsión de los cohetes empleados para poner satélites u otros artefactos en órbita.

Por último, en su exposición el Brigadier Bisso, indicó parte de los últimos despliegues realizados y que fueron monitoreados por el Centro de Vigilancia y Control Aeroespacial. Además de la reciente cumbre de la CELAC, pueden citarse: la Ceremonia de la Conmemoración al Atentado a la Embajada de Israel y AMIA, el G20, el apoyo a la seguridad en la Quinta Presidencial de Olivos, y, de cara al futuro, cumbre presidenciales de diversa magnitud. En algunas de estas actividades fueron desplegados por ejemplo diversos sistema inhibidores de drones de reciente incorporación.

*Cobertura para Zona Militar: Juan José Roldán y Mariano González Lacroix.

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