Dentro de las primeras obligaciones que se dieron por parte del nuevo gobierno, está el compromiso de apoyo a las comunidades en caso de desastres y apoyo social, para lo anterior es fundamental que la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) mejore su capacidad de trasporte. Al respecto se debe mencionar que la fuerza cuenta con medios con el C-130 Hércules, del cual, se operan con 7 unidades, tres adquiridas en el anterior gobierno, a las que se sumaran dos más, como fue anunciado por el Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF), General Carles Q. Brown el pasado mes de octubre.

Del mismo modo existen aviones de trasporte CASA AIRBUS, 5 C-212 y 9 CN-235 y C-295, esto de acuerdo a datos del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo, que han sido ampliamente utilizados en misiones de transporte de víveres y recursos médicos a comunidades afectadas por desastres e incluso han siendo trasformadas en ambulancias para afrontar la epidemia de Covid 19.

El fortalecimiento del trasporte militar, debe ser prioridad de la nueva cúpula, adquiriendo plataformas nuevas o usadas por donación o mediante el programa Excess Defense Articles (EDA), del mismo tipo, por lo menos hasta que tengamos la posibilidad de unirnos a importantes proyectos como el Embraer C-390 Millennium, que hasta el momento no se ha materializado, a pesar de los anuncios publicitados en varios medios de comunicación.

Cortesía Fuerza Aérea Colombiana

En cuento al desarrollo tecnológico, hace pocos días el presidente de la república de Colombia realizo el anuncio sobre la construcción de aviones en Colombia, dejando en claro que existieron experiencias anteriores que no salieron bien. Se refería, es claro, a la construcción del avión Calima, que fuera un pésimo negocio para la FAC, ya que no genero ningún desarrollo y lo que es peor la CIAC no puede construir este tipo de aviones al día de hoy, porque todos los elementos necesarios fueron recolectados por la empresa contratante. Así, no se generó transferencia tecnológica y la empresa Unión Temporal Avión de Entrenamiento Lancair solo utilizo la mano de obra colombiana para construir los aviones, que en realidad fueron vendidos a la FAC, sin que a la fecha se haya realizado ninguna investigación por la pérdida de recursos.        

Del mismo modo la FAC, con la compra de aviones T-6 Texan II perdió la oportunidad de la fabricación de entrenadores en Colombia, investigación que se sigue en la Procuraduría, fabricación que ha generado a otros países un significativo aporte a la industria aeronáutica, siendo destacable el caso de Chile con el avión Enaer T-35 Pillán y el de Perú con los KAI KT-1P a través de Seman Peru SAC.

Así para el desarrollo de la industria aeronáutica Colombiana, es necesario la trasferencia real de tecnología, esperando que el nuevo gobierno adopte ejemplos como el de Brasil, donde Saab ha generado la creación de puestos de empleo y avance tecnológico con la fabricación del Gripen 39, y que al parecer por las declaraciones del ministro de defensa Iván Velázquez, parece ser la opción que mejor se adapta a las necesidades de un nuevo Caza, siendo esta oferta, para este autor, la mejor elección para el futuro interceptor de la FAC    

Cortesía Fuerza Aérea Colombiana

La protección ambiental ha sido otro de los parámetros dados por el nuevo gobierno, en cumplimiento de lo anterior es necesario el aumento de la capacidad de vigilancia de las grandes extensiones de parques nacionales con que cuenta Colombia, destacando que dicha labor viene siendo realizada de forma muy responsable por la FAC. Para mejorar esta capacidad es necesario el aumento de aviones no tripulados, en aras de reducir costos, que detecten e informen acciones de deforestación, minería ilegal y siembra de cultivos ilícitos. En este aspecto y tomado en cuenta las plataformas disponibles es necesario estandarizar las mismas, realizar un concurso que brinde los mejores precios y capacidades, tomando en cuenta las características específicas de las distintas ofertas y generando la capacidad de construcción propia del país. La CIAC ha avanzado en este aspecto, con la construcción de Iris y Coelum, que debe ser fomentada con la adquisición de nuevas aeronaves.

Para concluir la fuerza Aérea Colombiana siempre ha respondido a las necesidades de la población civil y ha sido un guardián de la defensa del medio ambiente, a pesar de la falta de recursos necesarios, gloria a nuestros aviadores. 

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Cesar Fernando Cepeda Bernal
Abogado egresado de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, especializado en Derecho Comercial, nacido en Tunja Boyacá Colombia. Estudioso de la temas militares enfocándose en las fuerzas armadas de Latinoamérica y en especial de su país. Ha publicado artículos en Las Dos Orillas sobre temas de defensa.

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