En el día de ayer, el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes aprobó el proyecto de presupuesto de defensa previsto para 2023, el cual incluye una enmienda de 37.000 millones de dólares a los fines de reforzar diversos programas de armamento y como complemento debido a los ajustes inflacionarios.

La enmienda ha incluido 550 millones de dólares para la Iniciativa de Asistencia a la Seguridad de Ucrania como parte de un paquete de apoyo que pude duplicar ese monto. También se han incluido fondos para hacer frente al impacto inflacionario en diversos rubros tales como construcción militar, combustibles y costos asociados con personal e infraestructura de viviendas.

La enmienda suma 1.200 millones de dólares de financiación para un destructor de la clase DDG 51 adicional, además de 250 millones de dólares para mejoras en la infraestructura de los astilleros. Se añaden otros 2.400 millones de dólares para una fragata adicional de la clase Constellation, un petrolero T-AO y dos buques médicos expedicionarios.

En lo que hace a medios aéreos, la enmienda ha incluido 660 millones de dólares para ocho cazas Boeing F/A-18E/F Super Hornets, 1.300 millones de dólares para dos aeronaves E-2D Hawkeye, cinco C-130J Hércules y dos V-22 Osprey. En el caso de la USAF, la enmienda tiene previsto 884 millones de dólares para cuatro aeronaves EC-37B Compass Call.

Para sistemas terrestres, se incluyeron 1.000 millones de dólares para sistemas de defensa antimisiles Patriot y más de 200 millones para 20 interceptores THAAD. Se tiene previsto destinar 400 millones de dólares al desarrollo de tecnología de municiones, además de 178 millones para apoyar la base industrial.

Foto de portada: Fincantieri

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