Como sucede con muchos conflictos, la Guerra de Malvinas se constituyó en un universo de miles de participantes y acciones. Algunos de ellos recibieron una profunda atención, mientras que otros quedaron reducidos a algunas simples líneas o menciones. En nuestro intento por difundir el accionar del personal de las Fuerzas Armadas Argentinas durante la Gesta malvinense, abordaremos las operaciones de aerobastecimiento en combate realizadas el 19 y 20 de mayo de 1982.

Con la zona de exclusión y posterior bloqueo impuesto por las fuerzas aeronavales británicas, el único nexo entre las Islas Malvinas y el continente se reducía al valeroso accionar de los pilotos argentinos, los cuales supieron burlar en múltiples ocasiones la presencia británica al ejecutar misiones de abastecimiento, transporte y evacuación de personal.

Pese a estos esfuerzos, el trajín de la guerra comienza a tener sus consecuencias: la logística de algunas posiciones argentinas en las islas se torna cada vez más compleja, situación que se agrava por la meteorología reinante y el accionar del enemigo. Ante este panorama, se decide ejecutar lanzamientos por Sistema de Entrega por Contenedores desde aviones C-130H Hércules. Estas operaciones constituyeron un hito para todas las unidades intervinientes ya que se trataron de los primeros aeroabastecimientos realizados en combate por las FFAA argentinas.

La génesis de los aeroabastecimientos tiene lugar en Comodoro Rivadavia, centro neurálgico de las operaciones logísticas destinadas a las Islas que aloja a los Hércules de la FAA y a la por entonces Compañía Apoyo de Equipos Aéreos Aerotransportados 4 (hoy Compañía Apoyo de Lanzamientos Aéreos Paracaidista 4). “…integrante de la Brigada Aerotransportada IV, (la subunidad) fue desplegada conjuntamente con las Fuerzas de Tareas “Rayo” y “Trueno” en la localidad de Comodoro Rivadavia. Parte del material de la subunidad fue transportado por modo automotor y los restantes por modo ferroviario. Al arribar a Comodoro Rivadavia fue destacada en la zona de embarque prevista en el aeropuerto de esa ciudad…” (1)

Une vez reunida con su material, “…la subunidad comenzó a preparar cargas pesadas para apoyar el lanzamiento de las dos Fuerzas de Tareas Paracaidistas; se completaron alrededor de 100 contenedores alcanzando un peso aproximado de 1.000 kilogramos cada uno…” (2). Junto con la Fuerza Aérea, la Compañía Apoyo de Equipos Aéreos Aerotransportados 4 sería responsable de los dos aeroabastecimientos en combate realizados durante el mes de mayo.

19 de Mayo. Darwin.

Pasadas las 16 horas, el C-130H Hércules TC-68 “TRONCO”, realiza sobre Darwin la primera operación de abastecimiento aéreo por lanzamiento en una zona de combate. Se entregan 8 contenedores A-22. La tripulación del TRONCO estaba integrada por el Comodoro Jorge F. Martínez (jefe de misión), Mayor Rubén O. Palazzi (comandante de aeronave), Vicecomodoro Julio C. Sanchotena (segundo piloto), Vicecomodoro Roberto C. Tribiani (navegador), suboficial auxiliar Juan Romero (mecánico), cabo principal José Torres (mecánico) y los suboficiales principales Américo Arévalo y Carlos Sánchez (auxiliares de carga).

Los preparativos de esta misión inician un día antes, cuando el Equipo Control de Combate recibe la orden de destacar personal para seleccionar una pista de lanzamiento en las inmediaciones de la BAM Cóndor “…a efectos de realizar lanzamiento de cargas sobre la misma. La mencionada pista debía reunir las condiciones para un lanzamiento tipo SEXBA (extracción a baja altura)…” (3). Para la misión se asignan dos equipos, integrados por los Primeros Tenientes Rodolfo Yusé y Horacio Almazora, el Suboficial Auxiliar Julio Barros, el Cabo Principal Rafael Messuti, el Cabo Primero Francisco Palacios y el Cabo Juan Fumez. Los equipos son infiltrados por el CH-47 Chinook H-93 de la FAA. Parte del material que portan incluye sistema de iluminación de pista tipo SAPON, paneles de marcación ámbar/cereza, pistola iluminadora de rayos láser desarrollada por CITEFA, pistola lanzabengalas tipo Very, anteojo de campaña, VHF Becker, transreceptores HT y códigos de comunicación.

Relato del Primer Teniente Rodolfo Yuse, del Equipo de Control de Combate (ECCO) (4)

“…Una vez seleccionada y demarcada la zona de lanzamiento en las inmediaciones de la BAM Cóndor se realizó a las 16 hs, el lanzamiento, arrojándose dieciséis bultos aproximadamente, conteniendo ropa y alimentos, los cuales se recuperaron en su totalidad.

El tipo de lanzamiento efectuado no coincidió con la orden recibida por el jefe del ECCO. En lugar de realizarse el lanzamiento de carga a baja altura, para lo cual había sido preparada la zona, se efectuó lanzamiento a una altura de 600 pies (183 m). El rumbo de pasaje del avión no coincidió con el sugerido por el personal del ECCO.

Finalizada esta operación se recibió, por parte del jefe de la BAM Cóndor, la orden que el personal y medios debían trasladarse a Bahía Fox, con la misma misión, seleccionar y demarcar una pista de lanzamiento en dicha localidad. El equipo fue infiltrado en la zona por un helicóptero Bell-212 de la FAA…”

Palabras del Vicecomodoro Roberto C. Tribiani, navegador del TRONCO y del Mayor Rubén O. Palazzi (5)

“Chequeo 1 minuto afuera, zona de lanzamiento recorrida, Luz Verde carga afuera, salida normal, paracaídas abiertos…mantenga el rumbo y velocidad, carga en tierra sin novedad…, mantenga rumbo y velocidad 140, rumbo a las laderas altas al frente, rampa cerrada, ¡abajo, abajo a 50 pies!…por la izquierda rumbo 310º… ¡más abajo, más abajo! más a la izquierda, velocidad 230 nudos, dele canela, no se preocupe, al frente hay agua, dele canela, más abajo es el canal, ya estamos, la visibilidad se reduce, ahora rumbo 010º por la derecha, si ve la costa izquierda péguese a la costa…”

“-¿Qué costa…? No veo nada…estamos volando por instrumentos a 250 nudos y a 50 pies del agua…”

20 de mayo. Bahía Zorro

Luego del lanzamiento exitoso realizado en Darwin, en Bahía Zorro se ejecuta la segunda operación de abastecimiento aéreo por lanzamiento en zona de combate con un C-130H Hércules, el cual completa la entrega de 10 contenedores de 9500kg A-22 destinado al Regimiento de Infantería 8.

En esta ocasión se trató del TC-64 “PATO”, el cual estuvo tripulado por el Vicecomodoro Alfredo Cano (comandante),Capitán Juan Hrubick (primer piloto), Vicecomodoro Eduardo Servático (navegador), Suboficial Mayor Salvador Giliberto (primer mecánico), Suboficial Mayor Guillermo Aguirre (segundo mecánico) Suboficial Auxiliar Eduardo Fatore (primer operador de carga) y el Suboficial Ayudante Néstor Molina (segundo operador de carga).

Con la presencia del ECCO, el lanzamiento se realiza sin novedades con la excepción del fuego realizado desde posiciones argentinas contra la propia aeronave, situación sin duda dada por el estrés y fatiga pese a las advertencias realizadas previamente. Imposibilitado de comunicarse con medios propios y con pocas chances de ser exfiltrados, el personal del ECCO se pone a disposición de la Compañía de Ingenieros 9.

Fuentes consultadas

(1) “El aeroabastecimiento como una herramienta logística para operaciones de combate y de apoyo humanitario” – My Esteban Ezequiel Poma – Revista de la Escuela Superior de Guerra.

(2) “El aeroabastecimiento como una herramienta logística para operaciones de combate y de apoyo humanitario” – My Esteban Ezequiel Poma – Revista de la Escuela Superior de Guerra

(3) Informe “Actividad desarrollada por el ECCO en el Teatro de Operaciones Sur Malvinas”

(4) “El Accionar de la Fuerza Aérea en Malvinas”

(5) “La aventura de volar” – Brigadier Mayor (Retirado) Rubén O. PALAZZI – Vía Asociación Tripulantes de Transporte Aéreo.

Aclaración del autor: En el collage utilizado como imagen de portada solo una de las fotografías corresponde a los hechos históricos descriptos (izquierda). Las fotos restantes son de hechos postguerra. Créditos: Biguá (centro inferior y derecha) y ZM (centro superior).

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