Tal y como supimos informar previamente desde Zona Militar, el pasado 16 de diciembre mediante un anuncio entre Presidencia de la Nación y el Ministro de Defensa de Uruguay, fue finalmente de público conocimiento la intención de compra de dos buques de patrulla oceánica para la Armada Nacional de la República. Esta intención se manifestó en un pliego que no fue difundido de manera abierta, y que tuvo el costo para los oferentes de 10 mil dólares para las ofertas por buques nuevos y 5 mil para buques usados.

Además de los costos para los oferentes, el Estado uruguayo requiere de una carta de garantía de mantenimiento de la oferta por un valor de US$ 1,2 millones, lo que según fuentes de Zona Militar acorta la amplitud de oferentes (y de modelos disponibles para su compra).

Uno de los detalles llamativos es que actualmente Uruguay esta descartando buques con menos d 1500 toneladas de desplazamiento, mas allá de si cumplen con los requisitos esenciales de “permitir el control funcional del mar” tal como exige el objeto de la contratación.

OPV Cabo Odger. Créditos: Armada de Chile.

Otro punto conflictivo radica en el poco tiempo para las empresas que quieren participar para preparar sus propuestas. Las ofertas de las compañías se recibirán hasta las 10 a.m. del 10 de febrero, exceptuando cualquier tipo de detalle que llegue luego del horario; además, Uruguay se reserva el derecho de la cancelación de la compra directa dentro de cualquier etapa de realización del buque o la compra del mismo.

Resulta realmente llamativa la larga lista de restricciones que se le ha puesto a la contratación de buques que son de gran necesidad en Uruguay. Por ejemplo, el astillero alemán Fassmer declinó la opción de ofertar por los OPV debido a las limitaciones contractuales; así como también los astilleros GOA de la India.

Entendiendo la realidad presupuestaria de Uruguay resulta impactante que actualmente se encuentre limitando la posibilidad de incorporar buques mas pequeños y versátiles que cumplan la función del objeto del pliego, y a su vez, que apuntale tantas limitaciones para la participación de distintas empresas navales.

Imagen destacada: USCG Cutters Albacore, perteneciente a la US Coast Guard, otorgado a la Armada de Uruguay

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2 COMENTARIOS

  1. uma força armada que vive pedindo doações de material militar, ou comprando sucatas, não deveria perder tempo com licitações. construir navios não é fazer doces. nenhum estaleiro investirá dinheiro sem garantia de compra. melhor o Uruguai contentar-se com os dois navios costeiros “doados” pelos EUA e não dar vexame internacional.

  2. demasiadas exigencias para un presupuesto tan bajo … es sabido que ese monto no cubre mas de un barco nuevo .. tal ves deberian haber salido a buscar material usado..

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