A-4AR Fightinghawk - Créditos Grupo 5 de Caza (G5C) de la Fuerza Aérea Argentina

Pese a ser la más joven de nuestras Fuerzas Armadas, durante la Guerra de Malvinas, la Fuerza Aérea Argentina (FAA) fue la que más daños ocasionó al Reino Unido, ganándose el respeto y admiración del enemigo y del mundo. Lamentablemente, desde 1982 al presente, la falta de visión y apoyo político, ha deteriorado las capacidades militares de la FAA hasta un nivel mínimo.

Breve reseña histórica

La Aviación Militar Argentina nació a partir del empuje y patriotismo de un grupo de civiles liderados por el Ing. Jorge A. Newbery, quienes en 1908 crearon el “Aero Club Argentino” (ACA) para fomentar la actividad aérea nacional en globos y aeroplanos.

La iniciativa de ese puñado de criollos pronto logró convencer a las autoridades políticas nacionales sobre la conveniencia de potenciar la aeronáutica argentina, tanto civil como militar, derivando en que, el 12 de agosto 1912, el entonces Presidente Roque Sáenz Peña creara la “Escuela de Aviación Militar” (EAM) en un predio de la localidad bonaerense de El Palomar.

Los combates que tuvieron lugar durante la Primera Guerra Mundial (I GM), entre 1914 y 1919, demostraron la importancia estratégica del Poder Aéreo para obtener la victoria en el campo de batalla y defender a la población civil de los bombardeos enemigos sobre las ciudades y áreas industriales.

Las necesidades bélicas de las principales potencias que confrontaron durante la I GM provocaron un desarrollo exponencial de las tecnologías de uso militar, especialmente en materia aeronáutica, incrementando las prestaciones de las aeronaves y su aplicación a diversas tareas.

Sin embargo, para los países alejados del primer conflicto mundial, como la Argentina, se evidenció la excesiva dependencia de EE.UU. y Europa para importar aeronaves, motores, repuestos y hasta el combustible para volar.

Para revertir esta situación, en 1920 el gobierno argentino creó el “Servicio Aeronáutico del Ejército”, designándose al entonces Coronel Ingeniero Enrique Mosconi como su primer Director.

Mosconi no sólo impulsó la consolidación material y profesional de la Aviación Militar Argentina, sino que también lideró el desarrollo de la actividad aérea civil y comercial; la exploración y producción de petróleo para el autoabastecimiento de combustibles al fundar Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF); etc.

Continuando la visión de Mosconi, el Mayor Ingeniero Francisco de Arteaga impulsó en 1927 la fundación de la Fábrica Militar de Aviones (hoy Fábrica Argentina de Aviones – FAdeA), la primera de su tipo en Iberoamérica.

Casi dos décadas más tarde, prácticamente coincidiendo con la finalización de la Segunda Guerra Mundial, el 4 de enero 1945, se creó la “Secretaría de Aeronáutica”, con dependencia directa de la Presidencia de la Nación y, durante el primer gobierno del General Juan Domingo Perón, se logró la plena autonomía y consolidación de la actual Fuerza Aérea Argentina (FAA).

La visión de estadista del Presidente Perón sobre el rol estratégico que tendría el Poder Aéreo en el desarrollo y bienestar de los pueblos se puso de evidencia  en 1946, durante su mensaje al Congreso de la Nación, al afirmar que: “…la aviación tiene un papel preponderante en la defensa nacional”.

Durante la administración peronista se concretaron varios hitos fundamentales para la Fuerza Aérea Argentina en particular y la Aeronáutica argentina en general, a saber: la creación de las primeras Brigadas Aéreas, especializadas en diversos tipos de misiones (Caza, Bombardeo, Transporte, Observación, etc.); la adquisición de una importante cantidad de aeronaves militares; la implementación del “Primer Plan Quinquenal” para fabricar aviones y motores en nuestro país; el desarrollo del “Pulqui”, que convirtió a la Argentina en el octavo país del mundo en diseñar y fabricar un avión a reacción; el diseño y fabricación de cohetes para usos bélicos y científicos; la fundación del Instituto Nacional de Medicina Aeronáutica y Espacial (INMAE) y el Instituto Nacional de Derecho Aeronáutico y Espacial (INDAE); la creación de Aerolíneas Argentinas como línea aérea de bandera; la construcción de Aeropuertos y Aeródromos a lo largo y ancho del país; el fomento de los aeroclubes y la consciencia aeronáutica a través de diversas medidas culturales y deportivas; etc.

Con el paso de los años, la FAA avanzó en el desarrollo de sus capacidades militares, para lo cual asignó recursos para fabricar en nuestro país y/o adquirir en el extranjero (principalmente EE.UU., Inglaterra y Francia) nuevos Sistemas de Armas (SdA) para actualizar su equipamiento, doctrina y el adiestramiento de su personal (pilotos, mecánicos, radaristas, artilleros, etc.).

Asimismo, la Fuerza Aérea Argentina no sólo contribuyó a la Defensa a través del ejercicio del control del espacio aéreo mediante el empleo -las 24 horas, los 365 días del año- de sus aeronaves y radares, sino que también fomentó el desarrollo de la Industria Aeronáutica y Espacial, tanto a través de empresas públicas como privadas; propició la creación de la empresa Aluminio Argentino (ALUAR), que convirtió a nuestro país en uno de los pocos que fabrica este material para múltiples aplicaciones, tanto civiles como bélicas; aportó a la logística en las Bases Antárticas de nuestro país; colaboró en la demarcación de límites internacionales sobre la Cordillera de Los Andes; impulsó la conectividad aérea y con ella la presencia del Estado en pequeñas localidades patagónicas y mesopotámicas a través de Líneas Aéreas al Sudoeste (LASO) y Líneas Aéreas al Noreste (LANE), que luego se fusionaron en la aún vigente Líneas Aéreas del Estado (LADE); realizó tareas de búsqueda y rescate en alta montaña; investigó y propuso mejoras en la seguridad de la aviación civil y comercial; gestionó la habilitación del personal y aeronaves, la administración y control de la actividad aérea civil y comercial así como la seguridad de las instalaciones aeroportuarias hasta la creación de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), respectivamente; etc.

Malvinas, el bautismo de fuego

Pocas décadas después de su creación formal como fuerza autónoma y equivalente al Ejército Argentino y la Armada Argentina, el 2 de abril de 1982, la flamante Fuerza Aérea Argentina afrontó su prueba en combate al participar de Operación “Rosario”, a través de la cual nuestro país recuperó la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur, tras 149 años de ilegítima usurpación por parte del Reino Unido.

La Guerra de Malvinas significó el Bautismo de Fuego, es decir, el primer empleo bélico de la Fuerza Aérea Argentina contra un enemigo. Entre aquel histórico 1 de mayo de 1982 y hasta el cese del fuego el 14 de junio, la FAA perdió unas 60 aeronaves de diversos Sistemas de Armas (SdA) y ofrendó la vida de 55 héroes (36 Oficiales, 14 Suboficiales y 5 Soldados).

Durante el conflicto, la FAA empleó sus aviones de transporte táctico (KC/C-130 Hércules, Fokker F-27 y F-28) y estratégico (Boeing B-707) para movilizar 5.500 toneladas de carga y 10.500 efectivos entre las bases continentales y Malvinas; trasladar municiones, repuestos y equipos desde países europeos y de Medio Oriente; realizar misiones de exploración y seguimiento de la flota enemiga en su derrota desde Inglaterra hasta los archipiélagos australes; etc.

Los aviones de Caza, Ataque y Bombardeo (Mirage M-III, M-V Dagger, A-4B/C Skyhawk, IA-58 Pucará y Camberra) atacaron la Task Force pese a su reducido radio de acción, carecer de sensores y armamento idóneo para enfrentar los destructores y fragatas de la Armada británica, logrando hundir seis buques y averiar de diversa gravedad a otros quince navíos.

Los helicópteros Bell 212 y CH-47 Chinook de la Fuerza Aérea Argentina realizaron arriesgadas misiones de transporte de carga y tropas; búsqueda y rescate de pilotos -argentinos e ingleses- derribados; etc.

Asimismo, tanto los radaristas como los artilleros de defensa antiaérea, los armeros y mecánicos, el personal de sanidad y meteorología, etc., todos ellos demostraron estar a la altura de las circunstancias y no dudaron en exponer sus vidas para cumplir con su juramento de defender a la Patria pese a la gran inferioridad tecnológica, logística, climatológica y que la FAA no preveía en su doctrina participar en un conflicto bélico en un teatro de operaciones insular ni mucho menos contra la tercera potencia militar del mundo apoyada por EE.UU., Canadá y los países europeos que integran la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). También fue loable el valioso y arriesgado rol de los ciudadanos civiles que integraron el Escuadrón Fénix y la Red de Observadores del Aire (ROA) en Malvinas.

El desempeño en combate de los hombres y mujeres de la Fuerza Aérea Argentina fue notable, destacando su coraje, profesionalismo y audacia, siendo reconocido incluso por las autoridades políticas y militares del Reino Unido.

A modo de ejemplo, el entonces Ministro de Defensa inglés, John Nott, afirmó: “Creo que los pilotos argentinos están demostrando una enorme bravura. Sería tonto de mi parte no reconocerlo”.

Por su parte, el Almirante John Woodward, quien era el Comandante de la Fuerza de Tareas británica dijo que: “Los pilotos argentinos fueron muy valientes. Me dieron muchos dolores de cabeza, pero igual los admiro…Los veíamos aparecer a ras del agua, jamás hubiéramos imaginado eso”.

Finalmente, el General Jeremy Moore, Comandante de las fuerzas terrestres británicas expresó que: “El Cuerpo de Oficiales y muchos de sus Técnicos fueron sumamente capaces y esto fue particularmente notorio en el caso de la Fuerza Aérea Argentina”.

La política de Defensa post guerra

Al finalizar el conflicto de Malvinas, la dictadura que gobernaba por entonces se vio obligada a dejar el poder y llamar a elecciones, retornando la normalidad democrática el 10 de diciembre de 1983.

Desde entonces y hasta el presente, sin importar la ideología o signo político de quienes resultaran electos para dirigir los destinos de la Patria, todos los gobiernos demostraron falta de visión estratégica y un marcado desinterés por la Política de Defensa, incluso hasta una suerte de revanchismo rencoroso hacia las Fuerzas Armadas, sin distinguir las atrocidades ordenadas y/o cometidas por algunos de sus integrantes respecto al rol vital de estas instituciones fundacionales y esenciales para cualquier Estado.

Con el objeto de apreciar la real dimensión de cómo la dirigencia política afectó las capacidades militares de las tres Fuerzas Armadas en general y de la Fuerza Aérea Argentina en particular solo basta recordar que, en 1982, la FAA disponía de 44 Escuadrones Aéreos Operativos, totalizando una flota de casi 300 aviones y helicópteros -de diversos modelos- en servicio y casi 800 aviadores de combate con un elevado nivel de adiestramiento, resultado de volar unas 130.000 horas anuales en sus respectivos sistemas de armas.

Dada el continuo ajuste presupuestario al que los sucesivos gobiernos sometieron a las FFAA desde el retorno de la democracia hasta el presente, la Fuerza Aérea Argentina no pudo reemplazar los aviones, helicópteros y otros sistemas de armas (radares, lanzadores de misiles antiaéreos, etc.) que fue desprogramando en las últimas cuatro décadas, reduciendo la cantidad de aeronaves en servicio a casi una cuarta parte de las que tenía en 1982; el adiestramiento bajó de las 130.000 horas de vuelo anuales a apenas 28.523 en 2020 según datos de la Contaduría General de la Nación; y lo más grave, dado el tiempo que demanda formar un aviador militar de combate (unos diez años aproximadamente), la cantidad de pilotos aptos para el combate se redujo a casi un tercio por la falta de aeronaves en servicio y presupuesto operativo.

En promedio, entre 2006 y 2016, la Fuerza Aérea Argentina desprogramó una decena de aviones y helicópteros anualmente por llegar al límite de su vida útil y, generalmente, la mayoría de esos sistemas de armas habían superado varias décadas el tiempo en servicio previsto por sus fabricantes, como son el caso de los aviones Mentor B-45 y Morane MS-760.

Asimismo, la falta de presupuesto derivó en un nivel crítico de la logística del material en dotación de la FAA, observándose valores disponibilidad anual “mínima” en la mayoría de los Sistemas de Armas, entre los cuales podemos citar los reactores IA-63 Pampa, Learjet L-35 y Fokker F-28; los helicópteros Bell 212 y SA-315B Lama, etc.

Capacidades disminuidas e inexistentes

Debido al desinterés político y la consiguiente falta de presupuesto, en las últimas cuatro décadas la Fuerza Aérea Argentina perdió o ha visto sensiblemente reducidas varias capacidades militares que poseía en la década de 1980, citaremos las principales para que el lector pueda apreciar el marcado deterioro que ha sufrido la institución responsable de controlar y vigilar el aeroespacio de jurisdicción nacional, a saber:

  • Inexistencia de cazas supersónicos para Control del Espacio Aéreo desde la baja de los Mirage M-III en 2015.
  • Reducción a casi una décima parte de la flota de aviones de combate a reacción (de unos 70 A-4B/C Skyhawk y M-V Dagger en 1982 a apenas 4 ó 5 A-4AR Fightinghawk en 2021).
  • Fuerte disminución de la capacidad de apoyo de fuego a tropas terrestres desde la baja de los IA-58 Pucará.
  • Pérdida de la Capacidad de Transporte Aéreo Estratégico y Exploración Lejana desde la baja del último Boeing B-707 en servicio en 2006.
  • Reducción a casi una quinta parte de la Capacidad de Transporte Aéreo Táctico y Enlace.
  • Escasa capacidad de reabastecimiento de combustible en vuelo (sólo hay dos KC-130H en dotación).
  • Disminución a casi una tercera parte de aeronaves de alas rotativas
  • Carencia de helicópteros para carga pesada (más de 5 toneladas) desde la baja de los CH-47 Chinook.
  • Limitadísima disponibilidad de helicópteros para operar en montaña por falta de reemplazo de los SA-315B Lama.
  • Inexistencia de bombarderos de gran autonomía por desprogramación de los BAC Canberra.
  • Disminución a nivel mínimo de la Capacidad de Inteligencia de Señales (SIGINT) y Guerra Electrónica aerotransportada.
  • Inexistencia de lanzadores portátiles (MANPADS) y sistemas misilísticos de diverso rango para defensa antiaérea.
  • Escasa cantidad de directores de tiro y cañones antiaéreos automáticos.
  • Reducción a su mínima expresión de la capacidad de diseño, desarrollo y fabricación de vectores de combustible sólido para fines duales desde el desmantelamiento del Proyecto Cóndor II.
  • Sensible pérdida de la capacidad de sensado remoto satelital.
  • Fuerte limitación para desplegar Escuadrones Aeromóviles a otras bases y/o montar aeródromos de campaña.
  • Disminución de la capacidades de mantenimiento los sistemas de armas en las propias Brigadas y Áreas de Material de la FAA.
  • Reducción a un nivel crítico de municiones, bombas, cohetes, etc., para adiestramiento y reserva en caso de conflicto.
  • Reducción a casi un tercio de la flota de aeronaves que integra el Grupo Aéreo Escuela para la formación de pilotos militares.
  • Escasa cantidad de misiles aire-aire de corto alcance.
  • Inexistencia de bombas guiadas (GPS/INS/láser); misiles aire-aire de medio y largo alcance; misiles tierra-aire de corto, medio y largo alcance; cohetes guiados; misiles antitanque: bombas y misiles antibuque; etc.
  • Incomprensible e injustificada vigencia de la doctrina militar específica y conjunta para que la Fuerza Aérea prevea ataque a objetivos navales y prever el empleo de sus medios en teatros de operaciones aeronavales.
  • Escasa capacidad de Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento (ISR), tanto a partir de aeronaves tripuladas como no tripuladas (UAS).
  • Inexistente capacidad de ISR y Ataque mediante UAS.
  • Escasa capacidad de detección y protección contra UAS.
  • Limitadísimo equipamiento de sensores de alerta láser y radar, dispersores de chaff y flare para sobrevida de las aeronaves, etc.
  • Escasa cantidad de medios aéreos y tripulaciones aptas para operar en condiciones todo tiempo (día y noche).
  • Carencia de satélites de observación y telecomunicaciones.
  • Muy limitada capacidad de Ciberdefensa.

Conclusiones

Con casi 2,8 millones de Km2, Argentina es el octavo país con mayor superficie territorial del mundo, con una extensión en sentido Norte-Sur de unos 3.800Km y 1.400 Km en sentido Este-Oeste, además de compartir 9.300 Km de fronteras terrestres con cinco países. Asimismo, nuestro país tiene un litoral marítimo de casi de 5.000 Km, una plataforma continental sobre el Atlántico Sur que duplica el territorio emergido y casi  970 mil Km2 en la Antártida.

A la enorme extensión del territorio y aguas jurisdiccionales, se agrega el espacio aéreo y el hecho de que, desde 1833, Inglaterra ocupa ilegítimamente nuestras Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur, ejerciendo -de facto- derechos sobre la explotación de los recursos naturales en esa zona.

Siendo uno de los países más extensos del globo; con una fuerte producción agrícola, ganadera e ictícola; grandes reservas de minerales, petróleo y gas (el yacimiento no convencional de Vaca Muerta es el tercero más importante del mundo); y un Producto Bruto Interno (PBI) de casi 400.000 millones de dólares, es incomprensible que -desde 1983 al presente- los sucesivos gobiernos democráticos asignaran un promedio inferior al 1% del PBI para la Defensa.

El constante ajuste presupuestario al cual se sometió a las Fuerzas Armadas sin previa orientación política respecto a qué Instrumento Militar necesita nuestro país, derivó en la pérdida de capacidades militares por carencia de sistemas de armas, desfasaje tecnológico, falta de adiestramiento, etc.

En lo que hace a la Fuerza Aérea Argentina, cuya valía en combate quedó evidenciada durante el conflicto de Malvinas, la institución se ha esmerado en hacer el mejor aprovechamiento del escaso presupuesto asignado por el Ministerio de Defensa pero, tras casi 40 años de desinversión, hoy la FAA atraviesa su peor etapa a nivel logístico y operacional.

La sanción de la Ley que creó el Fondo Nacional para la Defensa (FONDEF) es una señal alentadora pero insuficiente para que las Fuerzas Armadas en general y la Fuerza Aérea Argentina en particular, recuperen sus capacidades militares y potencien la sinergia con otras jurisdicciones estatales (Ministerio de Seguridad; de Ciencia y Tecnología; Producción; Cancillería; etc.) y del sector privado (empresas, universidades, etc.).

Es necesario impulsar una Ley de Investigación, Desarrollo, Innovación y Producción para la Defensa, fomentar el desarrollo científico-tecnológico y la fabricación de aeronaves, drones, sensores, armamento guiado, satélites, etc.

La dirigencia argentina, tanto del Poder Ejecutivo como del Congreso, debe tomar consciencia respecto a la importancia de planificar y gestionar la Defensa Nacional como una verdadera Política de Estado, consensuando y manteniendo -a largo plazo- los lineamientos que orienten la organización, despliegue, equipamiento, adiestramiento y misiones del Instrumento Militar independientemente de cuál sea el signo partidario del gobierno de turno.

La designación del ex Canciller Jorge Taina como nuevo Ministro de Defensa permite augurar la posibilidad de que el Instrumento Militar sea efectivamente revalorizado y sirva de apoyo a la Política Exterior de la Nación Argentina, para lo cual debe disponer de un presupuesto acorde a las circunstancias.

En este 109 aniversario de la creación de la Fuerza Aérea Argentina rendimos el merecido homenaje a aquellos pioneros -civiles y militares, como el Ingeniero Jorge Newbery y el General Enrique Mosconi- que impulsaron el desarrollo de la Aviación Militar Argentina buscando la máxima sinergia posible entre el sector público y privado, consolidando la Defensa Nacional a través del fomento de la Ciencia, la Tecnología y la Industria Aeroespacial.

Finalmente, el mayor reconocimiento para los Veteranos y Caídos en Combate de la Fuerza Aérea Argentina. Los 55 Héroes que ofrendaron sus vidas durante la Guerra de Malvinas son el faro para guiar a las nuevas generaciones de argentinos que se incorporan a esta gloriosa institución de nuestra Patria.

Tal vez te puede interesar: La decisión del futuro caza argentino es presidencial

Publicidad

32 COMENTARIOS

  1. Está muy bien la nota, Aunque no se si estoy de acuerdo con eso de que la FAA, fue la fuerza que más daño provocó durante la Guerra de Malvinas. O por lo menos es discutible.

    Solo para citar un ejemplo. El BIM 5, provocó algo así como 300 bajas entre el 12 y el 14/06.

    Creo que no tiene ningún sentido ponerse a discutir que fuerza fue la más letal. Y además todas ellas actualmente están en el mismo estado de desinversión.

    Abrazos

    Juan Martin Pettigrew

  2. De alguna manera, lo que demuestra el estado actual de la FAA es el absoluto desprecio y desinterés de la política por el cumplimiento de un deber irrenunciable que es el mantenimiento de la seguridad y la verdadera soberanía de la Nación. Mucho hablar del pueblo y derechos humanos, pero el cumplimiento de las obligaciones quedaron relegados a los intereses de los políticos que, simplemente, cubren determinadas funciones por apariencia. Las FFAA no pueden tomarse como un simple juguete, si el poder civil ha tomado el mando entonces también debe tomar la responsabilidad. Es la ley, es la Constitución.

    • Si ves por donde va subiendo la corriente política que desemboca en nuestros actuales mandatarios (éstos y los de la oposición) te vas a dar una idea de por qué estamos como estamos. Todo se ha reducido a una mera dialéctica del poder, como los narcos.

  3. Si después de pasados casi 40 años, Inglaterra no permite que la Fuerza Aérea Argentina/COAN compren siquiera un tornillo, espero que algún día sepamos (dicen que en el año 2072) cuantas fueron las verdaderas bajas de los ingleses y las pérdidas materiales que tuvieron.

  4. Teniendo la poblacion concentrada en grandes ciudades, y centrales nucleares implantadas en el corazon productivo agropecuario, es totalmente miope no incluir como hipotesis el probable ataque aereo, ya no de un Estado Extranjero, sino de una organizacion terrorista.
    Mucho radar, pero nada con que interceptar.
    Se decreto la no necesidad de una aviacion de ataque, ni siquiera una minima escuadrilla para empezar a defender puntos claves, y generar doctrina con medios modernos supersonicos. Pasamos de la hipertrofia de los 80, a la nada misma.
    El tiempo dirá, personal idoneo para operarlos y mantenerlos todavia hay.

  5. Son tres factores, la clase polìtica ignorante, mediocre y apàtrida que nos han gobernado y gobierna, una parte de la sociedad totalmente ignorante y el factor externo, EEUU e Inglaterra, que impiden nuestro desarrollo y rearme.

  6. Estoy cansado de leer que la culpa es de los políticos. NO HABLAN DELFERÓZ BLOQUEO IMPUESTO POR EL REINO UNIDO. DIGAMOS TODO.

    • El Reino Unido no puede impedir que los políticos Argentinos compren a Dassault la semana que viene 24 cazas Rafale a 100 millones de euros cada uno, estimado amigo el problema no es el Reino Unido son los políticos Argentinos, estos cazas se ofrecieron a Rossi hace tiempo y ya lo comenté anteriormente, y Francia es una potencia nuclear que no tiene que pedir permiso a nadie para vender lo que ofrece y ningún país puede vetar una venta aprobada por el gobierno Francés, la culpa de que Argentina no tenga cazas modernos es de los POLITICOS, y MBDA sigue suministrando a Argentina misiles MM40 Exocet fabricados por Euromissile EADS, cosa que no gusta mucho al Reino Unido pero…

  7. El autor esquiva todos los momentos ven los que la propia jefatura de la FAA, el personal militar, fue el responsable del deterioro. Empecemos por la cancelación del Pulqui III junto con un futuro de independencia real en nuestra defensa por el una veintena de aviones viejos, veteranos de una guerra.

  8. Excelente nota. Y no bajar la guardia, porque los políticos no dan presupuesto y año tras año estamos peor !.Es verdad pasamos del orgullo en el 82 a esta realidad opaca, hasta te diría inexistente en la región. Ojala nuestra gloriosa FAA recupere su lugar.

  9. Desde la opinión de un aficionado a los temas de defensa, en el apartado “Capacidades disminuidas o inexistentes”, más allá de algunos términos que desconozco está plagado de “capacidades” que parecen requerimientos de una potencia militar. Leo que no tenemos “bombarderos de gran autonomía” y ¿cuántos países carecen de ellos? ¿Satélites?
    Primero debiéramos empezar por el principio.
    Y a todos los que maldicen a los políticos les recuerdo que durante 53 años los militares hicieron política. Y ni ellos conformaron unas fuerzas armadas acordes al momento.

  10. El tema de las bajas provocadas humanas provocadas a los británicos en Malvinas, es todo un tema, oficialmente son 255 caídos. Mucho se ha escrito y dicho sobre la real cantidad de muertes, tal vez por eso el secreto hasta 2072 para desclasificar cierta información. Creo que hay bajas en combate, tanto de material como de hombres que se disfrazaron como accidentes, no me explayo por falta de tiempo y espacio. Respecto a la constante pérdida de capacidades de nuestra FAA, a veces me pregunto si es solo producto de la desidia de toda la clase política argentina, incapaz de ver a la defensa en su real importancia, o si hay algo más, tal vez una imposición hecha por EEUU y UK para que dejemos de ser una potencial amenaza a los intereses británicos en Malvinas en el plano militar.

    • El hecho de tener secreto militar hasta el 2072, reconoce que las cifras de 255 muertos y 770 heridos no son reales, en los violentos combates en las colinas cercanas a Puerto Argentino hubo gran cantidad de bajas en los dos bandos, como ejemplo en el Coventry iban 287 tripulantes cuando fue alcanzado por 3 bombas de 250kg y se hundió en 19 minutos y esto pasó con varios barcos más, está claro que se ocultan bajas.

  11. Como expresa otro comentario, en referencia al conflicto del Atlántico Sur (1982) la comparación se centra en daños materiales y no bajas humanas.
    Los inicios de la industria aeronáutica nacional fue acompañada por una verdadera política de estado en ese rubro; dicha política comenzó a desaparecer cuando la Fábrica de Aviones, por razones políticas del régimen vigente en ese momento, de proyectar y fabricar aeronaves comenzó a producir tractores, motos, utilitarios, etc. Y el golpe de gracia se recibió en 1955 cuando también por decisión política se dejó de producir el Pulqui II y se adquirieron los Sabres F-86.
    Las FFAA en general y la FAA en particular, más allá de la capacidad de proyectar su poder de combate en defensa de la soberanía nacional de manera efectiva, es decir “haciendo la guerra” tienen la virtud, si están preparadas y equipadas convenientemente, de transformarse en una herramienta de primer orden en la mesa de negociaciones de cualquier conflicto diplomático. Lamentablemente nuestra clase dirigente tiene poca o ninguna idea sobre este tema (y varios más) o si los conoce mira hacia otro lado y no ejerce lo que la Continuación Nacional le demanda.
    Tal es así que sin chistar fueron firmados los Acuerdos de Madrid, los cuales constituyen una rendición, esta vez incondicional, de los argentinos frente al Reino Unido.
    Digo esta vez incondicional, porque en Malvinas el invasor pretendió imponer el mismo término a los argentinos, pero finalmente lo cambió aceptando el deseo argentino, ante el compromiso verbal del jefe de la Fuerza Aérea Sur de interrumpir sus ataques el 14/jun/82, luego de la rendición de las fuerzas nacionales en las islas.
    Esto último resulta ejemplo de lo expresado anteriormente en referencia a tener o no unas FFAA preparadas y modernas aún sin necesidad de desembocar en un conflicto armado, si no solamente para sentarse en una mesa de negociaciones.
    Terminando, nuestra clase política, a estos temas los ignora, o no quiere saberlos, pero por las dudas nuestro enemigo tradicional, Gran Bretaña, no deja pasar oportunidad para impedir el desarrollo de la defensa nacional, y nuestra dirigencia y clase política, salvo algunas excepciones, hacen como que nada pasa, ignorando de algunos artículos de la CN, y especialmente la Disposición Transitoria Primera de esta misma Constitución dispuesta especialmente en la última reforma de la misma
    Disculpas por haberme extendido un poco

    • Buen comentario, en Malvinas el Capitán Guillermo Donadille alcanzó con cañón de 30 mm al Harrier del teniente Harry Trent que se eyectó a 30 km del ataque, es pariente suyo?

      • Digamos que soy el mismo. Con respecto al posible derribo, los británicos lo niegan y para ser exacto, yo no pude comprobar los efectos de mis disparos pues fue un cruce a mucha velocidad y muy cerca del suelo (Gran Malvinas) pues inmediatamente después de disparar al Sea Harrier y evitar un choque contra el suelo, fui derribado con un misil lanzado por otro avión del tipo; misil que no vi llegar.
        Dos años después, me llegó el dato del posible derribo, más reitero, Gran Bretaña lo niega.
        Saludos

        • Gran Bretaña tiene experiencia en negar bajas, en la segunda Guerra Mundial se ocultó mucho tiempo el hundimiento del HMS Dasher prohibiendo a la prensa publicar información y hablar a los supervivientes, después del rápido cruce en el que usted disparó una ráfaga con los cañones, militares Argentinos vieron alejarse al Harrier echando humo negro y Harry Trent se eyectó antes de llegar a su portaaviones, según los ingleses por “fallo mecánico” mi reconocimiento y respeto a usted y a todos los pilotos de Malvinas.

        • Sr Brigadier Mayor VGM (R) Guillermo A. Donadille Muchísimas gracias por lo hecho durante el conflicto de Malvinas en el 82, por regresar y seguir el camino de entereza, valor y hombría de bien. Por compartir un legado histórico no solo circunscripto a su ámbito familiar y por tener la humildad de compartir su pensamiento en este foro.Viva La Patria !

    • En referencia a las elecciones del armamento que tuvo la Argentina en su historia no todo es una cuestión política, ideológica, ni siquiera técnica,eso sólo sirve como una justificación, la palabra clave es: NEGOCIO, el principal comercio de las potencias depende de la venta de armamento en el mundo. Argentina hay armamento que compró por compromiso ya que figuraba como aliado en determinado grupo, hoy día esa alianza está poco definida, desde que terminó el conflicto Malvinas nuestra posición es relativa hacia occidente y hacia oriente, la respuesta es una interrogación cada vez más grande, pero la respuesta a nuestras necesidades no llega.

  12. Por favor ..es patético el titulo de esta nota, dando crédito a las fuerzas militares más nefasta de la historia argentina realizando una comparativa asumiendo como una situación negativa las actuales fuerzas, es cuestionable seguro la situación actual , pero jugar subliminalmente no por favor!!!

    • Los pilotos que se jugaron la vida y muchos la perdieron defendiendo a su patria, no eran nefastos y patéticos y algunos de los políticos actuales si lo son, y la FAA se cubrió de gloria en Malvinas y hoy todos sus integrantes lo recuerdan con orgullo, cosa que no sucede con algunos Argentinos claro.

    • Disculpame guille, pero aquellos que aplauden solo a los que ganan o a los que salen primero no son los que pueden reconocer lo que significa el sacrificio, o lo que esta bien o esta mal, para saber discernir o calificar los hechos o las personas hay que estar ahí en el momento y ponerse en el lugar. Si comentamos sin haber pasado por lo que pasaron nuestros hombres significa que nuestros comentarios valen apenas un poco más que nada.

  13. Jose Javier Diaz, autor de este articulo, lo digo con todo respeto, pero me sorprende sus excelentes palabras hacia la FAA siendo un exoficial de la Armada. En cualquier caso, excelente articulo, detallado y contundente. Me gustaria para la Argentina un ministro de defensa asi, aunque al final la politica de defensa dependa casi completamente de los caprichos y negligencias de los presidentes de turno. De uno y otro partido.

Dejá una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.