La participación de la Industria Argentina en el programa VCBR

Introducción

Las autoridades del Ministerio de Defensa (MINDEF) están próximas a anunciar la definición del modelo de Vehículo de Combate Blindado a Ruedas (VCBR) con el cual se reequipará a las Unidades Mecanizadas del Ejército Argentino (EA) y a la Infantería de Marina de la Armada de la República Argentina (ARA).

Como es de público conocimiento, la selección se hará entre los VCBR 6×6 Guaraní, fabricados por IVECO en Brasil; los  Stryker M1126 producidos por la firma estadounidense General Dynamics Land Systems (GDLS) o el VN-1 (versión de exportación del ZBL-09) de la empresa china NORINCO, ambos modelos con tracción 8×8.

Por su parte, la Federación Rusa ha reavivado en los últimos meses su interés por participar de la compulsa que lleva adelante el MINDEF mediante diversas acciones a nivel comercial y diplomático, con la finalidad de ofrecer sus VCBR 8×8 con capacidad anfibia de la familia BTR-80, BTR-80A y BTR-82A.

En este sentido, el BTR-82A es la versión mejorada del BTR-80A y, si bien ambos modelos cuentan con una torre con cañón automático 2A72 de 30mm y ametralladora coaxial de 7,62mm, el modelo más moderno dispone de un sistema de propulsión que mejora su movilidad y también incorpora sensores y sistema de control tiro de mayores prestaciones.

La propuesta rusa es atractiva por tratarse de una plataforma 8×8 (la de mayor preferencia para el EA y la ARA), probada en combate, apta para ambientes geográficos exigentes; de bajo costo de adquisición (casi un millón de dólares por unidad, muy inferior al precio del Stryker y del Guaraní y similar al costo unitario del VN-1); garantía de no sufrir embargos (principal punto débil del Stryker y -en menor medida- del Guaraní); transferencia de tecnología (Know How) y asistencia técnica para instalar una línea con capacidad inicial para ensamblar 30 unidades anuales de los VCBR rusos en Argentina.

En este último aspecto, la capacidad productiva de una treintena de VCBR anuales estaría en sintonía con las posibilidades presupuestarias del MINDEF, más que con las reales necesidades sobre la cantidad total de unidades a incorporar para reemplazar a los veteranos vehículos de combate a orugas M-113 y SK-105 del Ejército, así como al medio centenar de vehículos anfibios a ruedas Panhard de la Armada.

El Ejército necesita reequipar sus tres Brigadas Mecanizadas (la IX y XI con asiento en las provincias patagónicas y la X con sede en La Pampa) y cada una de estas Grandes Unidades de Combate (GUC) precisa 200 (mínimo) a 300 (ideal) VCBR que, sumados a unas 50 unidades para la Armada, elevan la cantidad total de Vehículos de Combate Blindados a Ruedas al orden de los 650 a 950 unidades.

Una oportunidad para la Industria Argentina

Más allá de cuál sea el modelo de VCBR que seleccione el MINDEF, es importante que las autoridades políticas elijan una plataforma que, en primer lugar, cumpla los requerimientos técnicos y operativos del Ejército y de la Armada; que asegure el sostenimiento logístico a lo largo de todo el ciclo de vida útil (30 a 40 años) del nuevo Sistema de Armas (SdA) y cuya relación costo-beneficio otorgue las mejores condiciones a nuestro país, tanto en materia económico-financiera (costos de adquisición y operación, financiación a tasa baja y largo plazo, etc.) como así también en lo que hace a compensaciones industriales (transferencia de know how, participación de empresas -públicas y privadas- argentinas en el ensamblado y mantenimiento de los VCBR, etc.).

En esta línea, durante la última década, el Gobierno argentino ha establecido diversas normas (decretos y leyes) que priorizan y estimulan el compre nacional y la participación industrial local en las contrataciones que hagan los organismos e instituciones estatales.

La entrada en vigencia de la Ley N° 27.437 de Compre Argentino y Desarrollo de Proveedores y la Ley N° 27.565 del Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF) han contribuido a desarrollar la industria nacional, pero aún falta una Ley de Investigación, Desarrollo y Producción para la Defensa, que fomente la consolidación de un entramado tecnológico y productivo estratégico y de altísimo valor agregado, como lo es la Industria para la Defensa, que además de reducir la fuga de divisas en importaciones brinda un mayor nivel de autonomía al no depender de proveedores extranjeros, redunda en la creación de más puestos de trabajo calificados y en el dominio de tecnologías sensitivas que no están a la venta en el mercado internacional y hacen a la soberanía nacional.

Es de esperar que las autoridades políticas de turno elijan el VCBR con una visión estratégica y de largo plazo, tal como sucedió décadas atrás con el exitoso proyecto de renovación del parque de blindados de la fuerza terrestre, el cual abarcó el diseño y fabricación del Tanque Argentino Mediano (TAM) y una completa familia de Vehículos de Combate (VC) derivados de éste en diferentes versiones (Transporte de Personal – VCTP, Puesto Comando – VCPC, Transporte de Mortero – VCTM, Artillería – VCA, etc.).

Desde principios de la década de 1980 y durante unos quince años se produjeron más de 400 ejemplares del TAM y sus derivados, convirtiendo a la Argentina en el único país de Latinoamérica que contó con la capacidad tecnológica e industrial para producir y mantener sus propios vehículos blindados a orugas.

Más cerca en el tiempo, durante la pasada década, Brasil encaró un programa para modernizar sus VCBR y, gracias al liderazgo y profesionalismo de los funcionarios políticos Ministerio de Defensa brasileño -que realizaron un serio y exhaustivo análisis con la participación de especialistas militares y representantes de instituciones científico-tecnológicas y empresas privadas- nació el Programa Guaraní, en el marco del cual el Ejército se asoció con la firma IVECO DEFENCE para montar una fábrica local en la cual ya comenzaron a producirse los VCBR para equipar a las Fuerzas Armadas del gigante sudamericano, habiendo concretado ya su primera exportación.

El Programa VCBR y la Industria Argentina

En el caso que el MINDEF decidiera emular el ejemplo del exitoso Programa Guaraní de Brasil, la Argentina cuenta con un modesto pero capaz entramado de empresas públicas y privadas que podrían tener un rol activo en el diseño, producción y mantenimiento de partes, subconjuntos y sistemas para los VCBR que se incorporen.

Dado que el abordaje integral de potenciales proveedores escapa a la extensión de este artículo, se citarán sólo algunas de las principales empresas e instituciones argentinas que podrían participar en el programa VCBR, a saber:

INVAP: la empresa estatal rionegrina acredita más de dos décadas de experiencia en el área de Defensa y Seguridad, estando en capacidad de:

1. Ser Asesor Tecnológico del MINDEF, a fin de: a) Gestionar integralmente la implementación del Proyecto; b) Identificar qué componentes, subconjuntos y conjuntos podrían fabricarse y/o desarrollarse en Argentina, ya sea en INVAP y/o en otras empresas -públicas y/o privadas- con sede en nuestro país;
2. Desarrollar y fabricar un BMS (Battle Management System) argentino para los VCBR y otros Sistemas de Armas de las FFAA;
3. Proveer sistemas de radar de exploración y defensa antiaérea;
4. Desarrollar episcopios y periscopios de visión diurna y nocturna; sistemas de comunicaciones y geoposicionamiento (GPS) vehicular;
5. En el marco de la reactivación del Proyecto de Modernización del TAM a la versión TAM2C y de la incorporación de los VCBR, INVAP podría Desarrollar una Unidad de Potencia Auxiliar (APU) nacional para brindar la energía que requiere el movimiento y operación de la torre sin generar mayor consumo ni desgaste del motor, además de reducir la detección de los vehículos al disminuir su firma térmica y sonora.

Fabricaciones Militares (FM): esta empresa, dependiente del MINDEF, podría fabricar -bajo licencia y/o mediante un desarrollo nacional- la munición para las armas de tubo de los TAM y VCBR en calibre 7,62; 12,7; 30 y 105mm; los lanza potes fumígenos y los misiles tipo “Roland” tierra-aire y antitanque desarrollados por el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF) -en forma autónoma y/o mediante joint venture con empresas como la israelí RAFAEL, la turca ROCKETSAN, etc.- para las versiones de Defensa Antiaérea y Cazatanques. Asimismo, FM podría realizar el mecanizado de partes y ensamblado de los VCBR en su planta de Río Tercero (FMRT).

CITEDEF: junto con la Dirección General de Investigación y Desarrollo (DGID) y el Centro de Investigación y Desarrollo de Software (CIDESO) del Ejército Argentino, podría desarrollar y fabricar los entrenadores y simuladores de conducción y de tiro de los VCBR y del TAM2C así como diversos elementos del sistema de adiestramiento con subcalibre.

Complejo Industrial Naval Argentino (CINAR): las instalaciones del Astillero Almirante Storni, dependientes del MINDEF, poseen una infraestructura cubierta y maquinaria pesada para metal-mecánica idónea para establecer una línea de ensamblaje de los VCBR en caso que no se utilice la planta de FM en Río Tercero.

FIXVIEW: esta PYME cordobesa se especializa en el diseño, fabricación y mantenimiento de sistemas optrónicos giroestabilizados para usuarios civiles, policiales y militares, ya sea a bordo de plataformas aéreas, terrestres y/o navales, por lo cual podría proveer un sistema de visión diurna/nocturna (infrarroja/términa) y telémetro láser para las versiones de Exploración y Reconocimiento, Cazatanques y Defensa Antiaérea del VCBR. Además, en el año 2015 FIXVIEW presentó al MINDEF una planificación de detalle para desarrollar un sistema de armas estabilizado. El proyecto implicaba 18 meses para diseñar y construir un Modelo de Evaluación Tecnológica (MET) de Estación Remota de Armas (ERA) en calibre 7,62mm y una versión operativa final en calibre 12,7mm, con todos los sensores (ópticos diurno/nocturno, infrarrojo y telémetro láser); video autotracking; capacidad de tiro estabilizado en condiciones estáticas y en movimiento, contra blancos fijos y móviles; cabezal electro-óptico con estabilización interna, a diferencia de los productos extranjeros, lo cual representa una ventaja para obtener imágenes en movimiento y mientras se dispara el arma. El proyecto de FIXVIEW puede desacoplar mecánicamente el eje de elevación del arma del eje de elevación del cabezal electroóptico utilizando motores independientes.

REDIMEC: desde su creación, esta empresa privada con sede central en Tandil, trabaja con clientes militares, habiendo desarrollado soluciones tanto para las Fuerzas Armadas y  de Seguridad de Argentina, Uruguay, Perú, etc. Con casi tres décadas de fructífera experiencia en el desarrollo y modernización de plataformas aéreas y navales, REDIMEC cuenta con capacidades tecnológicas y productivas aplicables a vehículos blindados, tanto en lo que hace a procesos de automatización, desarrollo de sistemas de navegación y plataformas estabilizadas para sensores y armamento. Además de su expertise en materia de integración y mantenimiento de sensores, motores y sistemas de comunicaciones, REDIMEC posee equipamiento tecnológico de avanzada, que incluye licencias y manejo de software de diseño y validación asistidos por computadora, desarrollo de software, fabricación de plaquetas electrónicas en serie y producción sustractiva de partes metálicas estructurales, entre otras cosas. Su eficiencia y prestigio le ha permitido representar a más de 50 fabricantes líderes en el mundo de la aviónica y los sistemas de armas, habiendo trabajado en el pasado con la empresa OTO MELARA (hoy LEONARDO) para ofrecer soluciones de plataformas estabilizadas con alto grado de fabricación nacional que podrían además ofrecerse a otros países.

KOHLENIA: esta PYME bonaerense inició sus actividades en el año 2009, desarrollando piezas, procesos, software de dominio propio y máquinas-herramientas para el sector espacial y nuclear. Con el correr de los años amplió sus capacidades de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) y Producción de componentes y conjuntos a otras industrias y aplicaciones, siendo proveedora calificada de INVAP, VENG, la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), etc. Dado su expertise en la fabricación de tubos de fibra de carbono y estructuras livianas y resistentes, KOHLENIA podría aportar los mástiles telescópicos para montar los sensores (ópticos y radar), armas y complementos del blindaje de los VCBR.

IVECO ARGENTINA: su planta en la provincia de Córdoba produce el chasis y motor del VCBR Guaraní del Ejército brasileño, por lo que de seleccionarse ese modelo incrementaría su producción en dos ítems de alto valor agregado.

MECATROL: esta PYME bonaerense tiene una larga trayectoria en vehículos militares, habiendo realizado trabajos de mantenimiento, remotorización, modernización y fabricación de piezas y componentes para Vehículos Anfibios a Orugas (LVTP-7) y a Ruedas Panhard (en sus versiones VCR 4×4 y ERC 6×6), camiones REO M-35, etc. 

Conclusiones:

A fin de graficar la conveniencia de apostar por el desarrollo tecnológico e industrial nacional, en el marco de la radarización del espacio aéreo por ejemplo, el Poder Ejecutivo Nacional encargó a INVAP el diseño y fabricación de los radares secundarios y primarios, lo cual redundó en traccionar más de un centenar de PYMES radicadas en diversas provincias del interior (Córdoba, Santa Fe, Río Negro, Mendoza, etc.); generando puestos de empleo calificados; dominando una tecnología sensible y estratégica como lo es la relativa a los radares tridimensionales (3D) y las Contra-Contra Medidas Electrónicas (CCME); evitando la fuga de divisas al exterior, ya que apenas entre un 15 a 20% del costo de los radares corresponde a insumos y componentes importados, mientras que el resto corresponde a Ingeniería en sus diversas disciplinas, Manufactura (integración de plaquetas impresas y circuitos electrónicos; mecanizados de alta precisión, ensamblado, etc.), Control de Calidad (pruebas de laboratorio, en fábrica y sitio); Servicios de Mantenimiento y Actualización; Capacitación y Entrenamiento del Usuario (personal civil y militar de la Empresa Argentina de Navegación Aérea – EANA, de la Fuerza Aérea Argentina – FAA, de la Subsecretaría de Recursos Hídricos, etc.); Documentación Técnica; Soporte Logístico (repuestos, herramientas especiales, etc.).

Según datos de INVAP, del conjunto de los proyectos que ha realizado en los últimos años en sus distintas áreas (Defensa, Espacial, Nuclear, etc.), más del 50% del volumen total de costos se vuelca sobre la cadena nacional de proveedores.

Con picos de facturación de hasta 200 millones de dólares anuales en el último lustro, tanto en el mercado local como en exportaciones, que representan entre un 20% y un 60% del total de ventas de INVAP, resulta evidente el gran ahorro de divisas (producciones nacionales que de otro modo se comprarían afuera) así como el ingreso de las mismas por las exportaciones, sumando a ello el valor del trabajo nacional generado en ambos casos, la generación de patentes y el dominio tecnológico en áreas estratégicas y sensitivas como lo son la Nuclear, Espacial, Defensa, Seguridad, etc.

Por su parte, según las estimaciones del Proyecto de Estación Remota de Armas (ERA) que presentó FIXVIEW al MINDEF en el 2015, el costo de I+D y construcción del prototipo versión full en calibre 12,7mm sería equivalente al valor de dos unidades importadas del modelo REMAX, fabricado por la empresa brasileña ARES (subsidiaria de ELBIT), cuyo precio unitario ronda los 200 a 230 mil dólares.

El desarrollo nacional de la ERA implicaría una inversión no recurrente de aproximadamente U$S 430.000 en 18 meses. De este presupuesto, dos terceras parte del costo para desarrollar un prototipo de diseño argentino sería invertido en horas de ingeniería básica y de detalle; materiales; mecanizado de piezas metálicas; mano de obra en tareas de integración, testeo, electrónica, óptica, etc.; elaboración de la documentación técnica (planos, manuales de usuario y mantenimiento); quedando apenas un tercio del costo total destinado a la compra de insumos importados que no se producen en Argentina (como los motores, sensores, etc.).

Como se observa, es responsabilidad de las autoridades políticas del MINDEF decidir si el reequipamiento de las Fuerzas Armadas se hará por medio de compras directas, sin exigir compensaciones industriales ni dominar las nuevas tecnologías o, si de una buena vez por todas, la Republica Argentina comenzará a transitar el camino hacia la modernización del Instrumento Militar traccionando la consolidación de una Base Industrial de la Defensa -conformada por empresas públicas y privadas- mediante el uso inteligente y estratégico del Poder de Compra del Estado, en pleno cumplimiento de lo estipulado en las vigentes leyes del Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF); Compre Argentino y Desarrollo de Proveedores, y la hoy inexistente pero tan necesaria Ley de Investigación, Desarrollo y Producción para la Defensa.

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