La artillería da dignidad a lo que de otra manera sería una vulgar pelea”- Federico el Grande.

A principios de los años 80, surgía la visión en la Argentina de contar con un nuevo sistema de artillería, uno que sobrepasara las capacidades de cualquier material en servicio, se conocería como “CALA 30”. En mi curiosidad, entrevisté al Mayor (Retirado) Oficial Ingeniero Militar Roberto Corti, quien fue jefe de ese proyecto. En esta entrevista, o más bien monólogo de él y yo que escuché atentamente, me ha contado respecto a las características que se buscaron en aquel proyecto tan revolucionario como ambicioso.

La necesidad y los orígenes

Para los años 80, la necesidad de ampliar capacidades de la artillería argentina era cada vez más evidente. Los nuevos desarrollos de artillería de largo alcance motivados durante la Guerra Fría llevaron a la pregunta de cómo aumentar las nuestras. Frente a esto, las opciones posibles siempre son importar un equipo extranjero o desarrollar uno nacional. La decisión estaba tomada, tendríamos un desarrollo nacional.

El Cañón de Argentino de Largo Alcance (CALA) es parte del Sistema de Artillería de Largo Alcance (SALA) cuyo origen se remonta a finales del año 1981. En esa fecha el Estado Mayor General del Ejército requirió a Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas de las Fuerzas Armadas (CITEFA, hoy CITEDEF) la realización de un estudio de factibilidad para la realización del mencionado sistema.

Algunas de las características que debía incluir el nuevo sistema de artillería eran las siguientes: Calibre de 155 milímetros, con una longitud de tubo L 45[1]. Estas debían ser suficientes para dotar de un alcance máximo de 30 kilómetros. Se requirió además la capacidad de giro del cañón 180 grados. Movimiento del tubo 70 grados en elevación y de 40 para izquierda y derecha. El peso total se definió en el orden de las 10 toneladas.

Estos requerimientos juntos con otros de mayor complejidad técnica, expresaban la visión de dotar a la artillería argentina de un sistema a la altura de los más modernos en el mundo.

El análisis de factibilidad se resolvió en agosto de 1982, por el equipo netamente argentino de especialistas pertenecientes CITEFA, entre los cuales se encontraba el Mayor Roberto Corti. En el mismo se determinó que Argentina contaba con todas las capacidades técnicas para desarrollar y producir un sistema que cumpliera con los requerimientos del Estado Mayor.

Nacimiento del proyecto y versiones

Es así que se constituyo el nacimiento del proyecto SALA 30, que comprendía al CALA 30 y su gama de proyectiles de largo alcance entre los cuales se desarrollaron el “Proyectil de Artillería de Culote Hueco” (PACU) y el “Proyectil de Artillería de Largo Alcance” (PALA 30).

El proyecto tuvo su primer resultado concreto en 1986 al completarse la creación del primer prototipo, el CALA 30/1. Este fue un modelo experimental que no estaba destinado a ser operativo, sino a la validación de las características balísticas del sistema, además de verificar que sea apto para resistir los esfuerzos durante el disparo. Algunos datos respecto a su tamaño: este prototipo tiene una longitud durante el transporte de poco más de 10 metros, mientras que puesto en batería sobrepasa los 12 metros. Para imaginar, considere que el colectivo mide alrededor de 10 metros de largo.

Con el primer prototipo se adquirió importante información y experiencia para continuar el desarrollo del proyecto. Sobre esa base, se construyó el CALA 30/2, que sería la versión definitiva del sistema. Este añade una “Unidad de Propulsión Auxiliar” que le permite desplazamiento autónomo. Esto es en esencia un motor de 100 caballos de fuerza que le permite efectuar cambios rápidos de la posición de tiro. Con este agregado, el cañón puede desplazarse a una velocidad del orden de los 30 km/h en terrenos favorables.

Capacidades respecto a otros sistemas de artillería

El CALA 30 fue concebido con el objetivo de dotar a la artillería con un sistema que fuese capaz de cumplir con los más altos estándares internacionales, compitiendo con cualquiera de los sistemas que se estaban desarrollando o estuviesen en servicio en otros países del mundo.

Por ejemplo, si comparamos el CALA con el Howitzer M777 desarrollado por BAE Systems, vemos que el sistema argentino lo supera en términos de alcance, cadencia de tiro, personal necesario para su operación y velocidad, además cuenta con la capacidad de movimiento autónomo. Vale mencionar que el M777 es un sistema que se encuentra en servicio en diversas fuerzas armadas, entre ellas las de Estados Unidos.

En el ámbito nacional, el material que se encuentra en servicio en el Ejército Argentino es el CITER L33 155mm. Al comparar veremos porque surgió y aún está presente la necesidad de este nuevo sistema que busca para suplir las demandas más exigentes de la artillería a nivel mundial.

Fin del proyecto y una oportunidad

A pesar de sus formidables características, el SALA 30 nunca entró a producción en serie. Esto dejó a la artillería argentina con una falencia que cada día es más evidente. Lo que se traduce en que hoy el Ejército Argentino no cuenta con un sistema de artillería de largo alcance, rápido despliegue, elevada movilidad y adaptado a las nuevas  municiones. Sin embargo, viendo al futuro, los cañones CITER 155mm deberán ser reemplazados por nuevos sistemas debido al propio uso y desgaste del material.

 Esta puede ser la oportunidad de volver a la vida el proyecto SALA 30, con un nuevo ímpetu que movilicen medios para colocar a la artillería argentina en un lugar competitivo con el resto del mundo. Es importante remarcar que el país aún conserva la capacidad, los medios y los conocimientos técnicos en el ámbito de la industria de la defensa para reflotar este proyecto.

Sin embargo, por ahora, el prototipo de la versión 2 descansa en los talleres de CITEFA esperando una certeza respecto a su futuro; si será el nuevo exponente de la artillería Argentina y probablemente de América del Sur o un prototipo de un proyecto y visión de antaño que quedará en el olvido.


[1] L 45 se refiere a la longitud del cañón expresada en cantidad de veces el calibre del arma, es decir una longitud de 45 veces 155 milímetros en este caso particular.

Autor: Ingeniero Mecánico en Armamentos, Mari Thomsen, Pablo Ignacio. Egresado de la Facultado de Ingeniería del Ejército, actualmente docente en materias de la especialidad de armamentos en dicha institución. Participación en varios proyectos de interés de la defensa como el MODATI/SATAC, entre otros.

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6 COMENTARIOS

  1. A veces un Docente o Ministro de La Defensa necesitan refrescar sus mentes con información y sería lógico y necesario que el Ministro Rossi reciba el Dato sobre el CALA 30. Tal vez se le prenda la lamparita y también informarle que seguramente el General Perón tomaría el Proyecto de Recuperación de este Instrumento de Defensa, muy en serio!

  2. Cómo ya dijeron varios aquí,a veces uno se pone a pensar si los ministros están al tanto de los varios proyectos existentes.
    Creo que no caben dudas que este proyecto se encuadra perfectamente dentro de los lineamientos del fondef,ojalá se retome prontamente

  3. Uno de los preceptos del FONDEF es dar prioridad a proyectos argentinos, este sería un caso testigo. Necesitamos artillería moderna. Ya en Malvinas dimos ventaja con los M-56 Oto Melara, con un alcance máximo de 10.5 km, cuando la de los ingleses, del mismo calibre 105 mm, tenía un alcance máximo de 17 km. Han habido proyectos viables de artillería de 105 mm y 155 mm, como éste del artículo. El ministerio de defensa debería reflotar este proyecto. Los CITER ya están muy baqueteados y ya dan ventaja frente a otras piezas a nivel región. Ya es hora de ir a depósito como artillería de reserva.

  4. Exelente y bien detallado artículo de una pieza de artillería muy poco conocida, mis sinceras felicitaciones al autor.
    Realmente es increíble la cantidad de buenos proyectos que ha desarrollado el aparato militar Argentino que solo han quedado en eso…Proyectos y prototipos a lo mas.
    Teniendo en cuenta la manía de que todo debe ser “Hecho en Argentina” , este proyecto calza justo para el Fondef…el dinero queda en Argentina y da trabajo a Argentinos.
    Saludos.

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