Las condiciones meteorológicas de los días previos al 12 de mayo no fueron ideales para realizar misiones de ataque sobre la flota británica. En las apreciaciones realizadas por la Fuerza Aérea Argentina, el enemigo aprovecho tales condiciones para recomponer, a la vez que reforzar, su poder aéreo.  

Durante el 1 de Mayo y días posteriores, la acción de los batallones de artillería antiaérea había logrado establecer una defensa efectiva de los aeródromos argentinos. Esta situación obligo a que los ataques realizados por Sea Harrier y Harrier GR.3 debieran ser realizados a mayores alturas que las recomendadas reduciendo su efectividad.

El 6 de mayo los informes de inteligencia indicaron, frente a la inactividad enemiga en el Teatro de Operaciones, de la preparación de un asalto que tendría lugar en los próximos días. La reunión de medios logísticos y de transporte entre los días 8 y 15 de mayo en la Isla Ascensión, como el arribo de más aviones de combate (8 Sea Harrier y 3 Harrier FRS.1), fortaleció esa conjetura.

Frente a la necesidad de recabar información sobre los movimientos enemigos, las misiones de exploración y reconocimiento de largo alcance fueron de vital importancia. Los Boeing 707 realizaron las tareas, llegando inclusive hasta las Islas Georgias el día 7 de mayo sin registrar novedades. Otras aeronaves, como los Fokker F-27 y Leajert, realizaron lo propio en el litoral marino más cercano detectando a un submarino enemigo a 30 millas del portaaviones ARA 25 de Mayo mientras se dirigía a Puerto Belgrano.

Durante estos días no se produjeron resultados ofensivos sobre la unidades navales británicas. La aviación de transporte continúo sosteniendo el puente aéreo entre el continente y las islas en misiones volando bajo el lóbulo del radar para evitar ser detectados. Las “chanchas” transportaron equipos y suministros, como evacuaron heridos. Ni siquiera en la seguridad del aeropuerto de Puerto Argentino había garantías por la gran cantidad de alertas rojas producidas por las PAC´s de Sea Harrier.

En uno de esos vuelos de transporte arribó a las islas personal, equipado con lanzadores de misiles SAM-7 9K32 Strela-2, para reforzar las unidades de artillería antiaérea. Posteriormente serian trasladados a Darwin.

El día 11 de mayo, sin mayores cambios en la meteorología, el Comando de la Fuerza Aérea Sur tomó la decisión de cambiar el armamento que equipaba a los A-4. Luego de estudios técnicos se probó factible el empleo de las bombas MK-17 de 1000 lb, que eran empleadas por los bombardeos Canberra con el apodo de “Bombola”, para equipar a los Halcones. Las pruebas de vuelo y lanzamiento fueron realizadas por el A-4B, matrícula C-206, del 1er Teniente Fausto Gavazzi.

A la mañana del 12 de Mayo el radar Malvinas detectó tres contactos navegando con dirección este, a 17/20 millas náuticas. Al mediodía, a las 11:42, llegó la confirmación del inicio de un bombardeo naval sobre Puerto Argentino. Las unidades serian posteriormente identificadas como la HMS Glasgow, destructor Tipo 42, y HMS Brilliant, fragata Tipo 22.

Inmediatamente, la FAS ordenó el despliegue de una misión de ataque conformada por 8 A-4B y 6 M-5 Dagger, armados cada uno con una bomba MK-17 de 1000 lb cuya espoleta estaba regulada para estallar con 25/30 segundos de retardo. Por problemas técnicos en 3 aparatos previos al despegue, los aviones Dagger no participaron de la misión.

El ataque seria realizado por dos escuadrillas de 4 aviones cada una, con el apoyo de dos reabastecedores KC-130. Las condiciones climáticas no eran las optimas para operar. En la zona los bancos de niebla provocaron que en los parabrisas de los aviones se formara una película de sal que dificultaba la visibilidad de los pilotos

La primera escuadrilla, indicativo CUÑA, comandada por el 1er Teniente Oscar Bustos, localizó a los objetivos y procedieron a atacar formación escalonada, distanciados entre sí por 500 metros. Los temibles sistemas de misiles Sea Wolf, los más capaces del arsenal de la Royal Navy, diezmaron a los Halcones. El primero en ser derribado fue el 1er Teniente Mario Nivoli; el Teniente Jorge Ibarlucea correría la misma suerte después de haber lanzado su bomba. Mientras tanto, Bustos, perseguido por otro misil, en las maniobras evasivas en pleno vuelo rasante se estrello contra las olas.

Solo quedaba el alférez Alfredo Vázquez, que luego de realizar el ataque sobrepasando a uno de los buques, casi corre la misma suerte que su líder. Logró recuperar la aeronave, ganar distancia y emprender rumbo a su base en el continente. Arribó a Río Gallegos a las 15:20 para dar testimonio del sacrifico de sus camaradas.

Como si se tratara de una cruel broma de la fortuna, los sistemas Sea Wolf que habían protegido a la Glasgow y Brilliant dejaron de funcionar mejorando las probabilidades de éxito de la segunda escuadrilla de A-4 que se dirigía a ellos.

La escuadrilla, indicativo ORO, comandada por el Capitán Antonio Zelaya, y conformada por los Tenientes Juan Arraras, Fausto Gavazzi, y el Alférez Guillermo Dellepiane, se acercaron en vuelo rasante a sus objetivos. Debido a que los equipos de navegación OMEGA estaban fuera de servicio llegaban a realizar el ataque con minutos de retraso.

Los primeros 3 aparatos eligieron de objetivo a la Glasgow. Zelaya y Gavazzi lanzaron sus bombas sin acertar en el blanco. No obstante, el lanzamiento realizado por Arrarás impacto en la línea de flotación de la embarcación, atravesándola de lado a lado. A pesar de no haber explotado, los daños producidos sobre el moderno destructor eran considerables.

Mientras tanto, Dellepiane procedía a atacar a la Brilliant. Su lanzamiento quedó corto, pero la altura y la velocidad provocaron que la bomba rebotara sobre las aguas impactando, sin estallar, sobre la cubierta de la fragata.

A pesar de no haber estallado sus bombas, el objetivo de la misión estaba cumplido. La Glasgow, a pesar de las reparaciones realizadas abordo, no podía operar con seguridad en el teatro de operaciones. La “bombola” de Arraras había atravesado la sala de maquinas dañando dos turbinas Tyne, provocando que el buque no pudiera navegar a una velocidad superior a los 10 nudos. Días más tarde regresaría a Gran Bretaña para ser reparada.

La Brilliant, con daños menores, continuaría combatiendo hasta el final del conflicto. En el año 1996 fue vendida a la Armada Brasileña adoptando el nombre de Dodsworth. Fue dada de baja y vendida como chatarra en el año 2012.

En su regreso al continente la escuadrilla quedo dividida en dos secciones, sin contacto visual entre ellas. La primera conformada por Zelaya y Arras, mientras que la segunda por Gavazzi y Dellepiane. No obstante, Gavazzi fue derribado por fuego “amigo” de la 3ra batería de Artillería antiaérea del Batallón 601 apostado en Darwin. La unidad al no estar conectada al radar Malvinas, en estado de alerta roja, nunca pudo saber que aquellas aeronaves regresaban de cumplir su misión eran argentinas. Debido a la escasa altura a la que volaba no pudo eyectarse para salvar su vida.

A raíz de esta serie de casualidades y coincidencias, la decisión definitiva del Contraalmirante Woodward fue la de cesar las acciones de cañoneo naval durante el día. El accionar de la Fuerza Aérea Argentina demostraba, que a pesar de los Sea Wolf, hasta los más modernos destructores y fragatas de la flota corrían peligro.

No se pueden dejar de mencionar la serie de coincidencias y casualidades a lo largo de esta crónica. Fue Arrarás quien probó la bomba MK-17 en la jornada del 11 de mayo, siendo él, justamente, uno de los primeros pilotos argentinos en dejar emplear ese armamento contra un destructor británico.

Que durante su trayecto hacia las islas el Sistema OMEGA dejara de funcionar retrasando su ataque, en el mismo momento donde los sistemas Sea Wolf de la Brilliant dejaban de funcionar, fue otra mueca del destino; el mismo, que junto a la fortuna, mostrara su cara más cruel en aquella tarde de un 12 de mayo de 1982.

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1 COMENTARIO

  1. Hola Juan José. Un pequeño detalle. El comandante de la Brilliant dice que el tercer A4 (Bustos) cayó al mar porque pasó entre los pedazos de la explosión del segundo (Iberlucea)
    Textual: “The first missile took the first aircraft, the second took the second, and the bits from the second aircraft knocked out the third one, which flew into the sea”.

    Saludos

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