Acorde a los medios occidentales, Rusia ha perdido al menos 19 aeronaves, 11 helicópteros y 8 aviones entre 2015 y 2018 en Siria. El conflicto que se vive allí también provocó la muerte de 23 miembros de la tripulación, según informaron fuentes abiertas.
Acorde algunos medios, las pérdidas se deben a la inexperiencia del Ejército ruso en operaciones expedicionarias y a problemas con el equipo. También afirman que tales accidentes, podrían ser evitados utilizando armas de alta precisión y vehículos aéreos no tripulados.
“Sin embargo, estas pérdidas fueron demasiado pequeñas y no evitaron que las Fuerzas Aeroespaciales rusas y la Aviación Naval realizarán más de 39.000 salidas en Siria a mediados de 2018, lo que cambió el curso del conflicto a favor del presidente Bashar Assad”, según alegó un medio estadounidense.
Del mismo modo, durante el período 2014-2020, Estados Unidos sufrió pérdidas en operaciones militares contra el grupo terrorista del Estado Islámico en Siria, siendo estas el caza F-16 Fighting Falcon y el V-22 Osprey.
Asimismo, en marzo, Konstantin Sivkov, Vicepresidente de la Russian Academy of Missile and Artillery Sciences for Information Policy, Doctor en Ciencias Militares, dijo que Estados Unidos podría destruir la base rusa Khmeimim en Siria si ese fuese su deseo, utilizando los misiles BGM-109 Tomahawk. Sin embargo, como afirmó el Dr. Suvkov, ese no ha sido el caso.
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Sin dudas que EEUU podría destruir la base rusa en Siria, el tema es la represalia que no tardaría en llegar. Esa base es una piedra en el zapato de EEUU en Medio Oriente con la que los yanquis deben convivir. El nivel de compromiso real de los rusos con los sirios es mucho mayor que la de EEUU en la supuesta lucha contra los EI. Es llamativa la diferencia en la pérdida de aeronaves.