Los recientes eventos que tienen lugar en la ciudad de Wuhan, China, han puesto nuevamente la atención sobre las mermadas y disminuidas capacidades con que cuenta la Fuerza Aérea Argentina para realizar operaciones de alcance estratégico.

La epidemia COVID-19, popularizada como “ Coronavirus” que se ha cobrado la vida de 1800 personas con otros 72 mil casos de contagios, no solamente pone a prueba la capacidad del Gobierno de la República Popular China para contener el brote, sino que expone la capacidad de respuesta de los países para evacuar a sus connacionales que se encuentran en la ciudad; la República Argentina no es la excepción.

No se debe comparar las capacidades de respuesta con las grandes potencias. En la respuesta de los países Latinoamericanos que, a través de sus respectivas Fuerzas Aéreas, han movilizado la capacidad del Estado para proteger más allá de sus fronteras a sus ciudadanos, se pone en evidencia las nulas capacidades que posee la Argentina para realizar misiones que requieren ese despliegue.

La semana pasada la Fuerza Aérea Brasileña inició la Operación Regresso por la cual dispuso dos aviones VC-2 (Embraer 190) acondicionados para repatriar a una treintena de ciudadanos que se hallaba bajo cuarentena en Wuhan. Esta semana, Colombia informo del alistamiento de un Boing KC767-200ER MTT Júpiter, sometido recientemente a un MRO, para ser destinado a la región con el mismo fin.

Por el contrario, la Argentina demostró nuevamente su incapacidad de proyectar poder por fuera de sus fronteras para garantizar la seguridad y el regreso de sus connacionales que se hallaban circunstancialmente en China. La situación llego al límite cuando varios compatriotas solicitaron al Gobierno Nacional ser repatriados frente al agravamiento de la situación al aumentar la cantidad de infectados por el virus.

Afortunadamente, el gobierno de Ucrania, en una muestra de solidaridad, ofreció sus medios para repatriar a los ciudadanos argentinos como las instalaciones en Kiev para que realicen la cuarentena a fin de detectar cualquier caso de contagio.

Desde hace años la Fuerza Aérea Argentina ha perdido su capacidad de transporte estratégico con el cual realizar estas misiones, quedando la aviación de este tipo concentrada en un puñado de aviones Hércules C-130 y KC-130 que han sido modernizados recientemente en la Fábrica Argentina de Aviones Brigadier San Martín S.A, empleándose en la mayor variedad de misiones posibles generando un desgaste operacional acelerado.

La circunstancia del presente es la Epidemia de Coronavirus, la de mañana podrá ser un desastre natural o una crisis política en algún punto del globo donde se encuentre un ciudadano argentino. Lo que no varía es la falta de planificación sobre estos escenarios hipotéticos que se repiten con mayor frecuencia quedando aquellos que posean el pasaporte argentino librados a su suerte bajo los designios de la fortuna o de la buena voluntad de un tercer país que brinde su asistencia.

Estos sucesos no hacen más que exponer nuestra cada vez más acuciante incapacidad estratégica en mundo con más incertidumbres que certezas.

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5 COMENTARIOS

  1. Lo peor de todo es la casi irreversible doctrina ya adoptada por el componente humano de no tener material de vuelo disponible, la aceptación de la poca habilidad en el vuelo moderno, etc. Y ya se está generando la segunda generación que sabe NO tendrá expectativas de progreso en su carrera en la fuerza.
    Dónde entra la estafa al estado nacional y a los aviadores civiles en esta cuestión? Que los aviadores, técnicos y licenciados de la fuerza se pasan al ámbito civil en busca de progreso, con una formación costeada por su esfuerzo personal y por el esfuerzo de los contribuyentes, dónde la razón de tal erogación de dinero es para contribuir a la defensa del espacio aéreo soberano principalmente.
    Mientras, los civiles se costean sus carreras con esfuerzo personal y esfuerzo Monetario Personal.
    La actual Fuerza Aérea es inviable pero aún reversible.

  2. La Argentina ha decidido mediante sus gobernantes, la pasividad del pueblo y por razones ideológicas y de otras índoles, llevar a las fuerzas armadas a una mínima expresión prácticamente como un “mal necesario”; y es en estos casos de necesidad estratégica y cuando hay catástrofes naturales que se pone a la vista las falencias.
    Contestando a Guillermo, generalmente las personas necesitan de una profesión, superarse y a su vez sustentar su vida. En cualquier país del mundo pasa esto. Pero en este país parece que superarse está mal visto.

  3. Las FFAA son enemigas de los políticos, le arruinan el negocio, motivo de sobra como para que traten de reducir a la defensa y citarla lo menos posible a menos que sirvan como publicidad o campaña.

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