Un satélite militar ruso pudo haber sido destruido por aliados de la OTAN

Un satélite militar ruso pudo haber sido destruído, según expresó el científico estadounidense, Jonathan McDowell, al explicar su versión de por qué el satélite militar Kosmos-2491 dejó de funcionar.

Según las cifras oficiales, en el invierno de 2013, Rusia envió el satélite militar Kosmos-2491 al espacio, manteniendo oculto al público, su propósito, funciones y objetivos. En este sentido, muchos amantes del espacio, así como estructuras militares de otras naciones, comenzaron a monitorear de cerca sus movimientos y actividades.

Según los expertos, Kosmos-2491 era parte del programa Level y se le solicitó (en caso de ser necesario) que interceptara otros satélites.

Sin embargo, la Fuerza Aérea de los EE. UU. informó que el satélite ya no funcionaba, y varias partes, que eran componentes del Cosmos-2491 se vieron esparcidos en órbita.

Según él, Kosmos-2491, que estaba llevando a cabo un programa desconocido en órbita, o se encontró con desechos espaciales, o la batería se estaba agotando, o, muy probablemente, fue desactivada artificialmente por uno de los países de la OTAN, o China, aunque es menos probable.

Los expertos creen que, además de Kosmos-2491, Rusia lanzó al menos otros tres satélites militares capaces de interceptar y de realizar otras maniobras activas, incluido el satélite Kosmos-2504.

McDowell concluye que, esto significa que “el espacio es considerado por todos los países desarrollados, como un campo potencial donde necesitas obtener ventaja sobre los demás”.

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