El Ministerio de Hacienda Colombiano, continua bloqueando el proyecto para la adquisición, incorporación y despliegue de misiles multipropósito Rafael Advanced Defense Systems Spike ER, a pesar de las justificaciones estratégicas que el Ejército Colombiano presento (Ejercol) para su compra.

En efecto, el Ejercol en su proceso de transformación y con base en estudios de revisión estratégica, concretamente, la función de conducción de la guerra de movilidad y maniobra, ante posibles amenazas externas, identifico la necesidad de potencializar las capacidades antitanques.

Para ello se adquirió en años anteriores el sistema de misiles Spike LR de 4 kilómetros de alcance –y de cuarta generación-, solicitando entonces y con base en la experiencia operacional adquirida, la incorporación de los Spike ER de 8 kilómetros de alcance (y con la capacidad de penetrar blindajes de hasta 1.300 milímetros), para “Contrarrestar incursiones de países vecinos que cuentan con plataformas del tipo Tanques Medios de Batalla (MBT)”.

De hecho y en la pasada Expodefensa 2019, la compañía Rafael exhibió la versión ER2, que entre otras promocionó activamente ante delegaciones  de oficiales de la caballería e infantería mecanizada del Ejército, que habría mostrado interés en esta nueva versión.

Sin embargo y para fecha de corte de 30 de noviembre de 2019, el ministerio de Hacienda Colombiano, continuaba bloqueando los presupuestos asignados (dentro de la vigencia 2019) y que serían destinados para la adquisición de un lote de entre 16 a 17 misiles, para lo cual había proyectado inversiones –durante las vigencias 2019-2022- por valores aproximados a los 18.932.837 dólares, habiéndose conseguido para el pasado 2019 la aprobación de las partidas iniciales, tasadas en los 4.751.512 dólares, con lo que se habría empezado el proceso de adquisición de estos sistemas y tal como le explico a este medio Alex Carrillo, especialista técnico y financiero en este tipo de procesos.

Mayor capacidad antitanque:

En este sentido cabe recordar que el Ejército Colombiano ha estimado necesario reforzar sus capacidades antitanque, considerando necesario para tales efectos adquirir misiles del tipo Spike ER (y posiblemente ER2), con alcances de hasta ocho a diez kilómetros dependiendo la versión.

Según el Ejército, la adquisición de estos sistemas con capacidad antitanque y antiestructura “aumentarían la capacidad antitanque del Ejército, permitiéndole responder de forma disuasiva y creíble ante una eventual amenaza militar externa y con el fin de proteger la soberanía, independencia e integridad territorial, contando para ello con un sistema de misiles con capacidad de obtener tiros efectivos a distancias de hasta 8 kilómetros”.

Cabe anotar que los Spike ER/ER2, son sistemas multipropósito con alcances de entre 8 a 10 kilómetros (quinta generación), con los cuales pueden batirse blancos móviles, preferiblemente MBT y blindados, así como ser empleados contra estructuras o posiciones fijas, gracias a la variedad de cabezas de guerra a disposición del usuario.

-Bloqueos injustificados y malestar institucional:

Sin embargo y según oficios emitidos por el Ejército, el Ministerio de Hacienda Colombiano, continúa bloqueando  el proyecto para la adquisición de los misiles, desatendiendo las necesidades operacionales y estratégicas planteadas –y fundamentadas- por los técnicos de esta fuerza y desconociéndose el destino o uso que se le ha dado a esos recursos bloqueados.

En este sentido este diario puede confirmar el profundo malestar que esta decisión ha generado dentro de la institución militar, particularmente en altos oficiales, que no se explican porque de manera reiterada se vienen posponiendo, cancelando y bloqueando financieramente proyectos de carácter estratégico vitales para la defensa nacional y justificados en amenazas reales que de manera insistente vienen planteando regímenes vecinos en contra de la integridad territorial colombiana.

-Decisiones que afectan intereses estratégicos:

De hecho ese malestar se extiende a miembros del Senado Colombiano, que al ser consultados por este medio manifestaron (en privado) su rechazo ante lo que consideran “terquedad y mediocridad” respecto a decisiones que afectan estratégicamente la defensa de la nación.

Igualmente se han mostrado en desacuerdo con los reiterados bloqueos por parte de Minhacienda, pues los mismos vienen afectando el desarrollo de algunos proyectos para la adquisición de sistemas y equipos no solo del Ejército –como en este caso-, sino también a los presentados por la Fuerza Aérea y la Armada, recordando en este punto las advertencias de la ARC (en 2019) respecto al peligro que representaba para la soberanía nacional los continuos retrasos y bloqueos a sus programas de modernización, en especial al proyecto PES.

Y es que la cancelación de esos proyectos o el bloqueo presupuestal de los mismos va en evidente contravía a lo planteado en el plan de desarrollo del presidente Duque, en el sentido de fortalecer las Fuerzas Armadas (FFAA) en razón a las comprobadas amenazas externas y a los intereses positivos que sobre territorios colombianos tienen otras naciones, sobre todo en el Mar Caribe.

Por lo anterior el fortalecimiento del poder de reacción operacional de las FFAA, se ve peligrosamente reducido debido las decisiones tomadas en ese sentido tanto en el, en el ministerio de hacienda, como por el viceministerio de defensa para la estrategia.

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