Rusia afirma que la OTAN se está preparando para un conflicto a gran escala que bien podría ser un escenario posible

Así lo declaró el Jefe del Estado Mayor de Rusia, Valery Gerasimov, quién asegura que los miembros de la OTAN se están preparando para un conflicto militar de gran escala en sus fronteras orientales. Según el general ruso, los frecuentes ejercicios militares en Europa y la redistribución de las tropas de la alianza en el este, dan prueba de esto.

Acorde a lo que establece la doctrina militar de los países de la Alianza, Rusia representa el enemigo natural de la OTAN. Gerasimov remarcó en una sesión informativa para agregados militares extranjeros, que todos los ejercicios de la OTAN están diseñados para combatirlos, sobre todo los que se sitúan en la frontera oriental.

Durante la cumbre de la OTAN en diciembre, el bloque confirmó que está tratando de aprender cómo desplegar tropas en las fronteras rusas lo más rápido posible. La situación global sigue siendo inestable y, aunque no se han cumplido las condiciones previas para que estalle una guerra importante, un conflicto militar a gran escala no es imposible, declaró Gerasimov.

“En tales condiciones, uno no puede excluir la posibilidad de que surjan crisis, que podrían salirse de control y escalar a un conflicto militar a gran escala. Las tendencias de las formas cambiantes de la guerra armada permiten concluir que las guerras del futuro se librarán en todas las esferas. Esto se confirma por las decisiones de la cumbre de la OTAN en Londres, donde el espacio exterior fue reconocido como el quinto entorno operativo”, dijo Gerasimov, citado por el periódico Krasnaya Zvezda.

En la primavera de 2020, el Departamento de Defensa de EE. UU. enviará a 20.000 soldados a Europa para los ejercicios de la OTAN, que será el ejercicio más grandes desde el final de la Guerra Fría, dijo a Reuters un alto representante del Pentágono la semana pasada.

Según la fuente, la decisión se tomó con el fin de enfatizar el compromiso de los Estados Unidos de mantener sus obligaciones con los demás países del bloque. Las maniobras, programadas para abril-mayo del próximo año, se llevarán a cabo en Alemania y serán las más grandes desde el ejercicio Reforger a fines de la década de 1980.

En ese momento, a raíz del colapso de la Unión Soviética y la ruptura del Pacto de Varsovia, las maniobras se llevaron a cabo bajo el lema “Return of forces to Germany”. Ahora, su propósito es demostrar la capacidad de la OTAN para movilizar rápidamente sus fuerzas, dijo el mayor general Barre Seguin, quien supervisa las operaciones combinadas de la alianza desde la sede en Bélgica.

Un total de 37.000 soldados participarán en el ejercicio, más de la mitad de ellos son tropas estadounidenses. La OTAN probará la opción de desplegar rápidamente tropas estadounidenses a través del Océano Atlántico a Bélgica, y desde allí marchar hacia el este a Alemania y Polonia.

“No hemos demostrado esta capacidad para movilizar y desplegar rápidamente nuestras fuerzas a través del Atlántico en los últimos 25 años, más o menos”, dijo Seguin.

La última cumbre de la OTAN se celebró en el Reino Unido del 3 al 4 de diciembre en el 70 aniversario de la Alianza y concluyó con la adopción de una declaración en la que los 29 países enfatizaron la “inviolabilidad de la defensa colectiva”, la “inseparabilidad del vínculo entre Europa y Norteamérica”, y el principio de que un ataque a cualquier miembro de la alianza se considerará un ataque a todos los demás.

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2 COMENTARIOS

  1. No resulta sorpresivo escuchar semejantes afirmaciones del jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, el jefe al mando después de Putin y nombrado por el presidente en 2012. Escucharlo a Gerasimov es escuchar a Putin; es palabra oficial. Lo notable es que Rusia crea (o más bien diga creer) que los ejercicios de la OTAN programados para el año 2020 puedan desencadenar un conflicto armado (intencional) en el “escenario posible” que no es otro que Rusia. Pero los ejercicios combinados son moneda corriente en el mundo entero entre países que sienten afinidad política y desean estrechar lazos militares para asegurarse la capacidad de defensa mutua. Los ejemplos abundan, y Rusia es uno de los más prolíficos en este aspecto. La pregunta que cabe hacerse es:¿cuál sería el grave motivo que obligara a la OTAN a recurrir a la arducia de unas maniobras militares para desencadenar un conflicto armado? La respuesta es: NINGUNO. Es una opinión absolutamente tendenciosa, pero no porque en el pasado, durante la Guerra Fría, no hayan sucedido situaciones entre la URSS y la OTAN que bien podrían haber desencadenado un conflicto a gran escala; sino porque la Rusia actual no es la URSS. No sólo porque ya no existe el Pacto de Varsovia, ese cinturón defensivo que aseguraba a Moscú poder reaccionar con el tiempo suficiente ante cualquier agresión, si no especialmente porque económicamente Rusia no está en condiciones económicas de sostener ningún tipo de conflicto con la OTAN que no sea de corta duración y de resultados definitivos favorables a su causa. A pesar que Rusia posee el Ejército más numeroso del mundo en tropas y medios, y la segunda Fuerza Aérea más numerosa después de la de EE.UU., además de fuerzas nucleares estratégicas (terrestres, submarinas y aéreas) y de teatro, a nadie escapa que Rusia tiene una economía (medida en valores brutos de PBI) apenas superior a países como España y Australia, e inferior a países como Brasil, Canadá y Corea del Sur. La OTAN está conformada por 5 de los 10 países más ricos del mundo, y además también poseedores de fuerzas nucleares estratégicas y de teatro (tácticas). Una guerra corta y definitiva favorable a Rusia sólo sería nuclear, y pensar en un conflicto de esa naturaleza en Europa es anatema. Rusia puede dormir tranquila. La OTAN jamás ha intervenido en guerras contra Rusia, y probablemente no lo haga nunca. En todos los conflictos en los que se ha inmiscuido la OTAN ha sido siguiendo las prerrogativas de EE.UU. y en general aduciendo causas morales para su intervención. Por ejemplo las guerras en la ex Yugoslavia, Irak, Afganistán o Libia, en las que fue utilizado el término “ayuda humanitaria”; y muchas veces sin esperar resolución alguna de la ONU, es decir al márgen de la “legalidad” internacional. Pero la OTAN no intervino en las guerras rusas de Chechenia ni en la usurpación de Crimea, aduciendo que eran cuestiones internas de la política rusa, a pesar de que en Chechenia hubo manifiesto genocidio y que Crimea era una provincia de un país soberano (Ucrania). Los genocidios en Irak, Afganistán, Libia y Siria también eran “cuestiones políticas internas” de países soberanos. Quizá la intervención en Irak estuvo justificada, ya que había invadido a Kuwait; pero una vez liberado Kuwait las tropas de la OTAN no se detuvieron hasta derrocar al gobierno iraquí. Siempre ha habido justificación moral para la “intervención humanitaria”, excepto allí donde Rusia tenga puesto el pie. Rusia no teme a la OTAN, mucho menos a unos ejercicios programados. Lo que busca Rusia es justificar sus propios movimientos, sus propias acciones en las fronteras rusas con Europa y también futuros despliegues. Pero a pesar de ello todos saben que Rusia no puede sostener guerras con Europa, ya que es mejor hacer buenos negocios (energéticos) con sus paises; y también que la OTAN no tiene verdaderos motivos para generar un conflicto armado con Rusia. Tampoco Rusia va a brindar motivos suficientes. Sólo aprovecha situaciones geopolíticas para seguir soñando con veleidades de potencia universal. A nadie se le ocurriría que Brasil o España pudieran luchar por la hegemonía mundial, aunque poseyeran enormes arsenales nucleares o el mayor de los ejércitos, ¿no? Pues Rusia tampoco puede, pero si astucia hace creer a todos que así es, y que la Rusia actual es la URSS modernizada. Vaya falacia.

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