El primer avión de patrulla aeromarítima P-3A Orion de la Armada de Chile modernizado en Canadá retornó al servicio, tras completar trabajos de modernización y extensión estructural de vida útil iniciados a principios del 2017. La aeronave está ahora disponible para volver a operar regularmente desde la Base Aeronaval de Con-Con, en las cercanías de Viña del Mar.

El contrato para modernizar y extender la vida operacional de dos P-3 A chilenos, por un valor de USD 36 millones, fue asignado en octubre del 2016 a IMP Aerospace & Defence, firma que es parte del grupo industrial canadiense IMP Group International, con sede en Halifax, Nova Scotia. IMP A&D, que ya había modernizado la flota de once patrulleros aeromarítimos CP-140 Aurora de la Real Fuerza Aérea Canadiense y los seis P-3 de la Real Fuerza Aérea de Noruega, es actualmente proveedor de servicios de mantenimiento para esas aeronaves en ambas fuerzas.

Los trabajos realizados en la aeronave chilena consistieron en una completa revisión de la célula, incluyendo detección y reemplazo de partes y componentes estructurales fatigados en el fuselaje y las superficies de control, así como un completo recambio de alas. Los cuatro motores turbohélice Roll-Royce T56-A-14 originales fueron reemplazados por unidades de la versión actualizada T56-A-14.A, de mayor potencia y más alta eficiencia y rendimiento. También se modernizaron los sistemas de navegación y la cabina, en el último caso con la integración del paquete de cabina digital (glass cockpit) Flight 2 del fabricante estadounidense Collins.

El paquete de modernización aplicado por IMP recupera y extiende la vida útil de los P-3s, reduciendo al mismo tiempo sus costos de operación y mantenimiento, lo que dará como resultado un menor costo del ciclo de vida remanente de las aeronaves, que en el caso de los P-3 chilenos es ahora estimado en 20 años o 15.000 horas de operación. La modernización del segundo P-3 de la Armada de Chile comenzó a mediados del 2018 y será completada dentro del primer semestre del 2020.

La modernización de los dos P-3 enviados a Canadá debe continuar ahora con la mejora de los sistemas de misión. Ello debería incluir la integración de misiles aire-superficie anti-buque AGM-84 Harpoon de Boeing, posibilitada por las nuevas alas que incluyen el cableado necesario para la transmisión de datos a esas armas. Ese paso requerirá la instalación de un sistema de administración táctica a bordo, que muy probablemente será el FITS (Fully Integrated Tactical System) de Airbus, ya presente en los C-295 Persuader de la marina chilena.

El futuro del tercer P-3 remanente en servicio en Chile no está claro. La aeronave podría ser también enviada a Canadá, para ser sometida al mismo programa de recuperación y modernización. Pero también está la potencial adquisición de P-3Cs ex US Navy que, disponibles como resultado de la introducción en servicio de los P-7 Poseidon, están siendo ofrecidos por el gobierno de los EE.UU. a diferentes países amigos, incluido Chile.

Historia

En 1993 Chile obtuvo la transferencia, desde los stocks ex US Navy almacenados en el desierto de Arizona, de una partida de ocho P-3A y UP-3ª, que fueron recuperados en los EE.UU. y trasladados en vuelo hasta la BAN Con-Con en Chile. Sólo cuatro de esos aviones, incluyendo tres configurados como patrulleros aeromarítimos P-3ACh y uno como avión de enlace y transporte UP-3ACh, fueron puestos en servicio, mientras que los cuatro aparatos restantes fueron canibalizados para generar repuestos.

Mientras el solitario UP-3ACh fue dado de baja tras una década de uso, los patrulleros fueron sometidos a repasos en Nueva Zelanda y modernizados gradualmente en sus sistemas de misión en Chile, expandiendo sus capacidades. El proceso incluyó, según algunas fuentes, la incorporación de radares Varan del fabricante Thales –los que habrían sido extraídos de helicópteros AS332F- aunque otras fuentes aseguran que los radares integrados son ELT/M 2022 con capacidad SAR del fabricante israelí Elta. También se incorporó el sistema de sonoboyas Vigia, desarrollado localmente por el fabricante chileno SISDEF, así como sistemas de observación por TV e infrarrojos  Star Safire III del fabricante FLIR.

La instalación durante la década pasada del sistema de enlace de datos SP-100, también desarrollado por el fabricante chileno SISDEF, hizo posible que la información generada por los sistemas de detección y observación sea transmitida, en tiempo real, a las fragatas de la flota de combate de superficie.

A mediados de la década pasada se pensó en reemplazar la totalidad de los P-3ACh mediante la compra de hasta seis C-295 Persuader. Una revisión de esos planes, tras la compra de la partida inicial de C-295s, concluyó que, por limitaciones en alcance y autonomía de vuelo de esos aparatos, prescindir de los P-3ACh no era recomendable. Se decidió entonces suspender futuras compras de C-295, para retener los P-3, ya fuese modernizando y extendiendo la vida útil de los existentes en inventario o adquiriendo otros del mismo tipo más modernos. Una flota de al menos cinco P-3ACh es considerada lo ideal para la Armada de Chile.

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Jose Higuera
Periodista, estudios avanzados en Política Internacional, Seguridad y Defensa (Bradford, Bristol, Buckingham). Redactor e investigador especializado con Jane’s Information Group, Mönch Verlag y Defense News. Corresponsal en Chile.

1 COMENTARIO

  1. Que bárbaro. Mientras tanto, en Argentina, se suspendió la MLU de los P3 B. Que se estaban modernizando en FADEA.
    Somos como los cangrejos. Nunca vamos para adelante.

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