Desde hace 40 años recopilo gastos militares en varios países latinoamericanos. En Argentina a partir de 1994 la Ley de Administración Financiera del Estado (Ley 24.156) ha presentado un excelente modelo contable que permite analizar la gestión presupuestaria de forma muy detallada, y todo los datos son de dominio público. Es una lástima que se aproveche tan poco.

La semana pasada comencé el análisis de los datos devengados de gastos de 2018, cuando caí en la cuenta que ya había estado extendiendo esa base de datos durante 25 años. Decidí revisar toda la serie y sacar algunas conclusiones (aquí presentadas). Son notables y a la vez desalentadoras. Pero antes hagamos un poco de memoria para ver los Gastos Militares (Gamil) en contexto.

Durante ese cuarto de siglo (1994 – 2018) Argentina tuvo 6 Presidentes y 11 Ministros de Defensa. Habíamos retomado la democracia 10 años antes después de la derrota en Malvinas, seguida por la promesa de una reforma militar por parte de los dos partidos mayoritarios. Contábamos además con el lapidario Informe Rattenbach. En 1988 se aprobó una Ley de Defensa que recibió un amplísimo apoyo nacional. Entre otros aspectos, esa ley definía un Consejo de Defensa Nacional (CODENA), encargado de formular nuestra Política de Defensa. En 1998 se aprobó la Ley de Reestructuración Militar (Ley 24.948). Luego durante los años 90 y el siglo nuevo tuvimos varias reformas de la educación militar (con civiles insertos en Defensa), el último siendo la creación de la actual Universidad de la Defensa Nacional. En 2007 se elaboró el “Planeamiento por Capacidades”. Al final de 2017 sufrimos la pérdida del ARA San Juan con sus 44 tripulantes, creando la expectativa de que “seguramente ahora sí, las cosas van a cambiar”. Pero la respuesta ridícula fue que solo se redefinieron las misiones de nuestras fuerzas para enfrentar el narcotráfico en la NOA. El resultado nulo de todos estos variados actos políticos, leyes, “reformas”, se reflejan en los Gamil devengados en el cuadro abajo. Se recuerda que son los datos oficiales tomados de la Contaduría General de la Nación.

¡En 25 años se gastaron el equivalente de US$83,6 mil millones de dólares corrientes[1]! Pero de esos, solo se gastaron US$1,5 mil millones en armas entre las tres fuerzas.[2] ¡Podríamos concluir que, con esa suma, se podrían haber comprado solo 3 fragatas para la Marina, pero ningún avión caza para las fuerzas, ni un rifle o tanque para el Ejército! Tampoco ese dinero hubiera sido suficiente para operar o mantener esas 3 fragatas. Y por supuesto las otras fuerzas no tendrían ni un arma, esto porque en 25 años la mayor parte de las armas que quedaron después de Malvinas ya habrían terminado su vida útil, depreciadas.

¿En que se gastaron los restantes US$82 mil millones de dólares? ¡Bueno, 80% pagaron costos laborales de 200 mil personas: ¡militares en actividad y pasividad, pensionistas, un creciente número de civiles y horas cátedra! Esto sin contar los gastos en contratos especiales (Inciso 3, Principal 4 del presupuesto: sueldos en “locación de servicios no personales”), ni Veteranos de la Guerra de Malvinas ($8,24 mil millones de pesos en 2018).

Argentina: Gasto Militar por Factores de Producción
pesos corrientes (salvo marcado “porción”, datos de 2019,  o  $US)
Gastos devengados
Año  GAMIL:        $ millones corrientes Personal: porción Adquisiciones: Incisos 4.3 y 4.4: porción Adquisic. de Armas Inciso 4.4: porción Tipo de cambio promedio anual        $/US$  GAMIL:  $US millones corrientes Armas: Inciso 4.4 US$ millones corrientes
2019 151414 51 2969
2018 107976 0,837 0,041 0,029 28,11 3841 113
2017 90373 0,824 0,038 0,023 16,56 5458 128
2016 66586 0,822 0,030 0,015 14,78 4506 67
2015 50621 0,796 0,040 0,021 9,27 5462 156
2014 40209 0,750 0,056 0,036 8,12 4949 178
2013 28050 0,763 0,042 0,017 5,48 5123 89
2012 20703 0,783 0,022 0,009 4,55 4549 42
2011 16634 0,794 0,022 0,012 4,13 4028 47
2010 13541 0,786 0,034 0,023 3,91 3461 79
2009 11063 0,782 0,027 0,016 3,73 2967 48
2008 8769 0,739 0,038 0,017 3,16 2775 48
2007 7109 0,743 0,045 0,013 3,12 2282 29
2006 5643 0,759 0,027 0,008 3,07 1836 14
2005 4935 0,764 0,031 0,005 2,92 1688 8
2004 4285 0,789 0,016 0,004 2,94 1457 5
2003 3988 0,827 0,014 0,005 2,95 1352 6
2002 3413 0,824 0,025 0,009 3,18 1073 10
2001 3182 0,828 0,013 0,010 1,00 3182 31
2000 3265 0,839 0,023 0,018 1,00 3265 57
1999 3460 0,807 0,059 0,055 1,00 3460 190
1998 3397 0,814 0,032 0,024 1,00 3397 81
1997 3339 0,818 0,024 0,015 1,00 3339 49
1996 3381 0,837 0,014 0,006 1,00 3381 20
1995 3387 0,829 0,023 0,012 1,00 3387 39
1994 3375 0,809 0,015 0,004 1,00 3375 14
Promedios: 0,799 0,030 0,016 Sumas: 83593 1548
Fuentes: Contaduría General de la Nación; Banco Central (tipo de cambio promedio anual).
Notas: “Personal” incluye todo el gasto del IAF.
Los GAMIL (del IAF) han sido consolidados, eliminando la transferencia de “Recursos Propios”.
GAMIL aquí excluye pagos a Veteranos de la Guerra de Malvinas: e.g., $8.24 mil millones en 2018.
Los datos de 2019 son estimados, basados en la Ley de Presupuesto de ese año.
     Por no ser devengados los datos de 2019 no son considerados en los promedios de 1994 – 2018.

Supongo que el lector queda tan asombrado como yo. ¿Qué defensa de nuestros intereses nacionales tenemos por haber gastado tanto dinero? Los Presidentes, Ministros y otros responsables de defender nuestros intereses, nuestros recursos, ¿Qué hacían? ¿Cuáles fueron las misiones de corto, mediano y largo plazo definidas por la Ley de Defensa (la CODENA)? Y todos los esfuerzos mencionados arriba, ¿en que terminaron? Por eso la mirada de un cuarto de siglo me espantó tanto. ¡Que tristeza, que desperdicio, que falta de seriedad! Lamentablemente allí se nota el resultado de tanta “conducción civil” de tantas “reformas” declamadas.  ¿Hasta cuándo? Después del próximo cuarto de siglo, con el impacto del calentamiento global en nuestra región, ¿Cómo se defenderán los que condujeron nuestra defensa?


[1] Se utilizan “dólares corrientes” por ser más entendibles, más didácticos.

[2] Se recuerda al lector que en el presupuesto las “Adquisiciones” en defensa incluyen sistemas “artillados”, es decir “armas” (Inciso 4, Principal 4) y sin armas (Inciso 4, Principal 3), estos últimos incluyen camiones, aviones de carga, etc.

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7 COMENTARIOS

  1. O sea en sintesys ,80%va a gastos de sueldos y pensiones y el otro 20% a la compra de material,hay muchas soluciones crear impuestos ,ahorro en otros campos pero lo primero e tomar conciencia del error que ya lleva 38 años,piensen …nuestras xuerzs armadas son como un chico sub alimentado,hace casi 40 años.Con el perdon de la metafora.

  2. creo que debería compararse con otros presupuestos, si lo llevan al presupuesto del Ministerio de Seguridad, van a observar que el mismo supera ampliamente al de defensa, con menor cantidad de personal, brinda salarios mayores que los de las FFAA y adquieren material belico que no lo poseen, ninguna d elas tres fuerzas armadas, que van desde vectores de superficie para la PNA como helicópteros y aviones de transportes para GN y PFA. El problema es el objetivo político de defensa que poseen todos los partidos políticos, NO LES INTERESA, y no les dan misión.

  3. Da la triste impresión que los proyectos para obtener y renovar armamento no tienen la suficiente continuidad en el tiempo como para concretarse, los planes de financiamiento tampoco, tal es el caso de la fabricación de los submarinos TR 1700, que por problemas económicos y decisiones políticas que se dilatan en el tiempo terminan en nada; concretamente algo parecido está sucediendo con los aviones supersónicos, o con la modernización de las fragatas MEKO, o con los tanques TAM. La dilación de las acciones nos pone cada vez en más desventaja ya que no hay presupuesto como para realizarlo todo al mismo tiempo. Como siempre, falta la concertación política y la planificación a conciencia.

  4. gran tristeza ver argentina sin una defensa seria y el abandono del mar, debemos recuperar nuestra independencia!!!!!!!!industria cívico militar, el amor a los intereses nacionales, al trabajo y estudio

  5. Es una pena, y un gran riesgo para el país, que se inviertan estos montos para las FFAA. ¿Podremos aprender de otros países cómo administrar mejor el tema de gastos militares? La historia sigue su camino y las FFAA cada vez menos capaces de cumplir su misiòn constitucional por no contar con los medios materiales necesarios. Es chocante cómo se gastan fondos para las FFSS y no tanto para las fuerzas armadas. Tal vez caen en su propia estupidez de creer que las únicas amenazas actuales son en narco y el terrorismo, que son amenazas, pero no las únicas, De lo contrario, uno se pregunta ¿para qué los vecinos comprar las armas que compran? No hay que ser un analista militar para darse cuenta que no es para luchar contra el narco o el terrorismo. Estos muchachos se preparan para otra cosa.

  6. Si no se hubieran robado desde Menem los aportes del IAF, hoy por hoy el IAF sería autosuficiente, así que eso de que paga los retiros y pensiones es parte de esa devolución, no conocen la historia y les gusta hablar

  7. Si nos esmeráramos en producir más armamento dentro de nuestro País quizás se abaratarían algunos costos y habría más trabajo para nuestra gente, hay elementos que ya hemos probado que podemos hacerlos aquí (usinas nucleares, satélites, aviones), lo único que hay que hacer es controlar la corrupción y ser más eficientes.

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