Durante una visita oficial a Tokio, el secretario de Defensa estadounidense, Mark Esper, pidió a Japón que se sume a la coalición naval que Estados Unidos trata de impulsar en el golfo Pérsico para escoltar a petroleros, en medio de tensiones con Irán.

Esper trasladó esta petición al Ejecutivo nipón durante reuniones celebradas con el primer ministro del país, Shinzo Abe, y con su homólogo japonés, Takeshi Iwaya, dijo este último al término de su encuentro de este miércoles (7.09.2019) en la capital japonesa.

En sus declaraciones a los medios, Iwaya evitó dar detalles sobre la conversación con el jefe del Pentágono, aunque señaló que Japón “estudiará” la petición estadounidense teniendo en cuenta sus propios intereses estratégicos en la región.

“Para Japón, Oriente Medio es una zona extremadamente importante desde el punto de vista de la energía y la seguridad”, dijo Iwaya, quien añadió que Tokio tomará su decisión final teniendo en cuenta “el impacto en el precio del petróleo, y sus relaciones con Irán y con Estados Unidos”.

En declaraciones recogidas por medios estadounidenses durante su vuelo a Japón, la víspera, Esper, por su parte, dijo que su anfitrión “debe considerar seriamente” su implicación en el plan estadounidense para el Estrecho de Ormuz, al igual que “cualquier otro país con intereses en la libertad de navegación y de comercio”.

Recorrido por Oceanía y Asia

El secretario de Defensa estadounidense está aprovechando su recorrido por Oceanía y Asia -su primera gira internacional desde que asumió el cargo a finales del mes pasado- para tratar de recabar apoyos para la coalición destinada a proteger la libre navegación en el Golfo Pérsico, en medio de tensiones con Irán.

El Reino Unido propuso, por su parte, el 22 de julio la formación de una misión marítima para proteger a los cargueros en el estrecho de Ormuz, pero aclaró que esta debía ser europea, mientras que el ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas, ha rechazado que su país vaya a formar parte de una coalición liderada por EE. UU.

En el estratégico golfo Pérsico, por el que cruza una quinta parte del crudo mundial, se han producido desde el pasado mayo una sucesión ataques a petroleros y buques cisterna de los que Washington ha responsabilizado a Teherán, que se ha desvinculado de los mismos.

Entre ellos, se incluye el ataque a dos buques cisterna -uno de ellos nipón- el pasado 13 de junio, el mismo día en que el primer ministro japonés se encontraba en Irán para reunirse con el líder supremo iraní, Ali Jameneí, en lo que supuso un intento fallido de facilitar el diálogo entre Teherán y Washington.

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