En los últimos años viene creciendo una tendencia en el ámbito de la Defensa Nacional que enfrasca los resultados de gestión dentro de la cartera en función de la cantidad de equipamiento adquirido o reemplazado para revertir la situación del instrumento militar. Si bien las adquisiciones son cada vez menores a medida en que los años a cuesta de los diferentes sistemas de armas se acumulan, la mella que ha hecho este enfoque entre analistas, académicos, políticos y entusiastas ha terminado por convertir el debate instrumental en una mera lista de supermercado.

Esta lista de supermercado que incluye opciones de equipos desarrollados, fabricados y comercializados por complejos militares del exterior se alza como sinónimo de avance, de mejora y de estrategia, fomentando la gestión economicista en defensa para escarbar fondos y financiación con el objetivo de poder entablar conversaciones con distintos proveedores y finalmente incorporar equipamiento para las distintas fuerzas. Estas lineas pueden resultar algo estándar dentro de lo que ocurre en cualquier área gestión de defensa del mundo, sin embargo últimamente en nuestro país sucede algo particular que transforma la positiva acción de incorporar sistemas en una bobería que atenta prospectivamente al interés nacional: las adquisiciones bajo el paradigma de lista de supermercado vienen desarmando las pocas estrategias que todavía se mantienen en torno al desarrollo científico-tecnológico.

Con esta expansiva idea de que la situación militar se soluciona con meras adquisiciones, venimos perfilando a nuestro país hacia una disociación entre el equipamiento y la complejidad del concepto de Defensa Nacional, noción que incluye fuerzas que trascienden lo instrumental y que se ata mas bien a la estrategia de desarrollo de un país, donde el factor científico y tecnológico juega un rol preponderante.

La lista de supermercado viene generando desazón por dentro y por fuera del mundo militar. Hay un numero importante de desarrollos en etapa pre-fabricación que penden del hilo del beneplácito de un decisor que soslaya el esfuerzo de equipos técnicos muy preparados y con buenos resultados a cuestas. En esta linea no son pocos los equipos y desarrollos argentinos que terminan siendo desfinanciados por la intención de lograr el efectismo y la inmediatez de incorporar sistemas del exterior. Ojo, hay sistemas y sistemas. Nos estamos enfocando en aquellos con un excelente grado de desarrollo, con factibilidad de fabricación en serie y posibilidades de comercialización en el exterior.

“¿Para que desarrollarlo y hacerlo acá, si tarda?” se sigue sosteniendo en ámbitos que seleccionan que tipo de estrategia industrial y tecnológica debe poseer nuestra Defensa Nacional. “Mejor compremos afuera” se sigue sosteniendo ignorando que la complejidad y la dificultad de emprender en defensa tiene su correlato en el futuro.

INVAP, FADEA, CONAE, CINAR y miles de pymes miran con fastidio como la lista de supermercado continua rayendo la estrategia de desarrollo tecnológico argentino. Pero claro, comprar afuera es mas fácil ¿no?

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7 COMENTARIOS

  1. Considero acertado el concepto de fomentar la industria nacional a traves de proyectos militares, creo que a quedado claro que argentina tiene la capacidad de concebir sistemas altamente sofisticados con los mas altos estandares.
    El problema no es si se tiene o no la capacidad, sino la rentabilidad, el mas claro ejemplo son las lanchas de instruccion LICA encargadas por la armada cuya entrega a sido retrasada y el costo a ido en aumento.
    Hay proyectos nacionales que si cuentan con una rentabilidad competitiva mas haya del estado y buscan realizar acuerdos fuera del mismo, el Pampa es de lo que estoy hablando, que puede darle vida a FAdeA y trabajo a muchos argentinos.
    No todo debe ser nacional, a veces simplemente es mejor comprar en el extranjero a menor costo, pero proyectos como el antes mencionado si deben ser impulsados y no deben carecer de la voluntad politica que tantas veces a faltado.

  2. Agustín …
    El problema es que es casi imposible fabricar todo en Argentina porque en algunos artículos y pieza o componentes sofisticados estamos a años luz.
    Otro problema es que hay licencias de las cuales según el país de origen como son EEUU , israel ,Gran Bretaña, Francia, Rusia, china etc ponen vetos a la venta o no nos permiten vender a otros paises
    En fadea cuando fue comprada por una empresa extranjera en la época de Menem se bajaron 5 proyectos ( avión caza, incluso en tandanor esta el proyecto para un submarino nuclear y un portaaviones solo en planos !)
    por la capacidad, por la proyección por el miedo de venderles a paises como irán o mismo por el miedo de destabilizar la zona ya que tendríamos armas con superioridad a los países de la región incluso el miedo por el conflicto Malvinas.
    Esto y la presión política y la baja del 2,4 % de producto bruto es presupuesto que fue bajado al 0,9 % ya dice el desinterés.
    hasta que no haya un político formado o con inferencia en este ámbito es muy difícil un cambio .

    • Uno de los grandes problemas es el factor escala de fabricación. Uno no puede poner una fábrica de algo para fabricar unas pocas unidades (que son las que se pueden comprar para las FFAA locales), entonces tiene que pensar en la exportación para que la ecuación del costo pueda cerrar. Pero… para poder exportar este tipo de productos hay que ser un país serio que garantice en el futuro el suministro de repuestos y el apoyo técnico. Nunca hemos podido ser esa clase de país, para muestra están las pentas de Pucarás a Colombia y Ururguay, quedaron los aviones en tierra ppor falta de repuestos.

  3. Si bien lo que dice la nota es verdad, en mi opinión debería observarse este problema desde 2 puntos de vista. El primero, como dice la nota, que la defensa nacional cuente con proyectos estratégicos es muy importantes. Pero cabe aclarar que por la complejidad de estos mismos, el alto costo que conlleva empezar algo de cero los plazos que llevan son mayores, superando en la mayoría de los casos los 10 años. Pero, como 2do punto de vista, no hay que olvidarse de, que existe la fuerza operativa. Y esta no puede esperar 10 años a que estos proyectos se concreten y empiecen su producción en serie, por eso debido a la situación de las FF.AA. tmb es importante la adquisición de sistemas ya diseñados y probados en combate (este es el punto más importante a mi criterio). Si este equipamiento nones efectúa, se puede caer en la aún más peligrosa situación, de que el adiestramiento del personal, no esté a la altura de las circunstancias, y eso si es algo muy peligroso. Entonces como todo en la vida necesita su balance o equilibrio, donde se planifique en una primer etapa de corto plazo la adquisición de equipo moderno que mantenga un buen pie de adiestramiento, y que además permita adquirir las experiencias operativas para posterior desarrollo propio. Y una segunda etapa a caballo de la primera donde se desarrolle equipo de producción nacional, que además este a la altura de los desarrollos a nivel mundial

  4. Mientras las compras que se anuncien sean de 1 o 2 millones de pesos como se puede ver en este mismo sitio, no hay industria nacional que aguante. Saludos!

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