Animados por los entusiastas informes sobre el Messerschmitt Me-262 que enviaba el agregado aéreo de Berlín, el estado mayor de la Armada imperial japonesa dio instrucciones a Nakajima para el desarrollo de un monoplaza de ataque y bombardeo basado en el Me-262, capaz de alcanzar una velocidad de 690 km/h y de lanzar una pequeña carga de bombas. Los requisitos de diseño también solicitaban una carrera de despegue de apenas 353 metros cuando se usaban los dos JATO (cohetes para el despegue asistido) de 450 kg de empuje, ubicadas bajo las alas; un alcance de 204 km con 500 kg de bombas o 280 km con 250 kg de bombas. Además, el nuevo avión debía ser construido por mano de obra semi-calificada, y los paneles del ala exterior debían a ser plegables, lo que permitiría que la aeronave permaneciese oculta en cuevas y túneles.

El diseño se inicio en septiembre de 1944 bajo la dirección de Kazuo Ohno y Kenichi Matsumur, y el avión resultante, aunque de menor tamaño debido a la menor potencia proporcionada por los primeros turborreactores japoneses, guardaba un fuerte parecido con el caza del profesor Willy Messerschmitt (podría considerárselo como una replica a escala de 2/3 o 3/4 del Me-262). Mientras que el Me 262 tenía una envergadura de unos 12,50 m y una longitud de 10,60 m, el caza japonés tenía una longitud de 8,25 m y una envergadura de poco más 10 m. Su ala tenía un pequeño ángulo de flecha, pero no las superficies horizontales y verticales de la cola. Todas las superficies de control fueron recubiertas, curiosamente, de tela en lugar de metal como en el Me-262, aunque el resto del avión era de construcción metálica. La cúpula de la cabina era de tres piezas, con la central del tipo deslizante hacia atrás, mientras que el caza alemán esta era articulada.

El primer prototipo del Kikka.

Inicialmente el primer prototipo Nakajima Kikka (Capullo Naranja) estaba propulsado por un par de motores de flujo entubado, tipo Campini, Tsu-11 de 200 kg de empuje, que fueron rápidamente sustituidos por los turborreactores Ne-12 de 340 kg de empuje. Como también estos resultaron inadecuados, para el primer vuelo se instalaron dos turborreactores de flujo axial Ne-20 de 475 kg de empuje unitario; no obstante, continuaba siendo imprescindible utilizar un cohete auxiliar para el despegue asistido. La instalación de los motores en góndolas subalares separadas, permitió cambiar el tipo de motor tres veces con cambios mínimos. El Ne-20 había sido diseñado en base a fotografías detalladas de los turborreactores BMW 003 de flujo axial (de 800 a 900 kg de empuje según la versión) utilizados en el Arado Ar-234 y el Heinkel He-162

Con los motores Ne-20 instalados, el Kikka comenzo las pruebas de rodaje en tierra el 30 de junio de 1945. El Kikka voló por primera vez el 7 de agosto de 1945, desde la base aeronaval de Kisarazu, pilotado por el teniente de navío Sasumu Tanaoka. El Kikka rodó por un largo trecho antes de ganar suficiente velocidad para despegarse del suelo, el vuelo en sí duro solo 20 minutos y el avión nunca pasó los 600 m. De esta manera el Kikka entraba en la historia al ser el primer caza a reacción japonés en levantar vuelo, convirtiéndose Japón en el cuarto país del mundo en hacerlo (o el quinto si contamos al avión italiano Caproni-Campini N1/CC.2 impulsado por un Thermojet, ver: )

Una de las pocas fotografías del primer vuelo del Kikka, el 7 de agosto de 1945.

El Kikka equipado con JATO.

El segundo vuelo concluyó en accidente cuando Tanaoka abortó el despegue por el montaje incorrecto de los cohetes de despegue asistido. En este vuelo quedo en evidencia la lentitud de respuesta de los motores y el tiempo que necesitaba el caza para alcanzar la velocidad de despegue cuando intentaba despegar con botellas JATO bajo las alas. Las botellas JATO no habían sido instaladas en el ángulo correcto para levantar al Kikka de la pista, y pronto se consumieron, por lo que el piloto tuvo que abortar el despegue y el avión se estrelló contra el suelo más allá del final de la pista.

Un segundo prototipo y la fabricación de los primeros 18 aviones de preserie ya se habían iniciado cuando, el 15 de agosto, se abandonó el proyecto, debido a la capitulación japonesa. Estaba previsto fabricar versiones biplazas de entrenamiento, biplazas de reconocimiento desarmado, y caza interceptores monoplazas armados con cañones. La versión de caza estaba previsto que fuera impulsada por los turborreactores de flujo axial Ne-130 de 900 kg de empuje o el Ne-330 de 885 kg de empuje, con dos cañones de 30 mm en la nariz.

El segundo prototipo del Kikka.
Aviones en construcción en la planta de Nakajima, descubiertos por los norteamericanos en 1945: en primer plano un caza jet Kikka , al fondo bombarderos pesados G8N Renzan.

Dato Técnicos del Nakajima Kikka (primer prototipo)
Tipo:
 Monoplaza bombardero de ataque
Planta Motriz: dos turborreactores de flujo axial de Ne-20 de 475 kg de empuje unitario al nivel del mar.
Prestaciones: velocidad máxima prevista 697 km/h a 10.000 m; trepada a 10.000 m en 32 minutos; techo de servicio 12.000 m; alcance máximo con combustible interno y sin carga bélica 940 km.
Pesos: vacío 2.300 kg; máximo al despegue 4.080 kg; carga alar neta máxima 309,09 kg/m2.
Dimensiones: envergadura 10 m; longitud 8,125 m; superficie alar 13,20 m2.
Armamento: una bomba de 500 kg o una de 800 kg; la versión propuesta de caza tendría un armamento de dos cañones Tipo 5 de 30 mm.

El motor Ne-20.

Un Kikka capturado por los aliados.

Fuentes:

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