Durante la LAAD 2019, el asesor de Relaciones Institucionales de la
Itaguaí Construções Navais (ICN), concedió al equipo del Zona Militar presente en la feria, informaciones sobre los trabajos del Programa de Desarrollo de Submarinos (Prosub) destacando que el mismo sigue su rumbo religiosamente dentro del cronograma previsto.

Mendonça afirmó que en un futuro próximo, la ICN alterará su estatuto lo que permitiría una nueva constitución y una nueva perspectiva de proyectos y negocios. Según él, el modelo se basa en la experiencia de éxito alcanzada por Embraer, empresa creada como estatal, que hoy posee capital abierto y participa de diversos proyectos de aviación comercial y militar dentro y fuera de Brasil.

Afirmó “Somos capaces de producir submarinos con 100% de tecnología nacional. La transferencia de tecnología adquirida con el S40 Riachuelo, ya fue concluida, y en el caso del submarino nuclear SN Álvaro Alberto, con conclusión prevista para 2029, ya dominamos cerca del 80% “.

Esta relación estatutaria permitirá que a largo plazo podamos vislumbrar negociaciones de submarinos fabricados por la industria naval brasileña con otros países, y también permitir que la compañía hoy restringida a PROSUB participe de proyectos para embarcaciones de superficie, tanto militares y civiles.

Mendonça informó que tras el lanzamiento del S40 Riachuelo al mar, en diciembre de 2018, ICN sigue trabajando no sólo en las pruebas con el submarino, a fin de entregarlo al inicio de las operaciones por parte de la Marina de Brasil en 2020, pero también para la construcción de los demás tres modelos convencionales del modelo SBR previstos en el Prosub: S41 Humaitá, S42 Tonelero, y el S43 Angostura.

Por el cronograma actual de la Marina, los tres submarinos convencionales deberán ser concluidos en septiembre de 2020, en diciembre de 2021 y en diciembre de 2022, respectivamente. Los trabajos de desarrollo del reactor nuclear, ítem no incluido en el contrato con el Naval Group, siguen su curso en el Centro Tecnológico de la Marina, en São Paulo el cual está previsto para su conclusión en 2023.

En el momento, el SN-1 Álvaro Alberto tendrá 100 m de longitud y seis mil toneladas de desplazamiento, además de autonomía ilimitada y capaz de operar a una profundidad de hasta 300m y una tripulación de hasta 100 integrantes.

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1 COMENTARIO

  1. Sería muy importante que Argentina y Brasil pudieran concretar algún acuerdo ínter gubernamental para estudiar la posibilidad de cooperación en el desarrollo de reactores nucleares compactos (incluso híbridos nucleares-eléctricos) para equipar a buques submarinos de ambas armadas. La CNEA y el INVAP de nuestro país tienen mucha experiencia en el proyecto, desarrollo y construcción de diferentes tipos de reactores nucleares, de potencia y de investigación, y manejan una muy avanzada tecnología de materiales fisibles, en paletas y pastillas con contenidos no superiores al 20% de uranio U235 (isótopo fisible), materiales en condiciones de cumplir con el Tratado de No Proliferación Nuclear, del que ambos países son adherentes. Estaríamos en condiciones de cooperar con el CTM y desarrollar juntos proyectos de reactores nucleares compactos y ligeros, con posibilidades de no requerir el cambio de materiales fisibles (en barras) como ocurre por ejemplo, con los reactores PWR que equipan a la mayoría de los submarinos nucleares del mundo. Desarrollar este tipo de reactores estaría significando que Brasil y Argentina se encontrarían en la vanguardia de la tecnologran de reactores nucleares para submarinos medios y ligeros, tecnología que solamente Francia ha empezado a explorar y aplicar a su clase de submarinos nucleares de ataque “Rubis”. Rusia ha propuesto también una clase de submarinos nucleares de ataque de tamaño medio, pues el mercado potencial de esta clase de submarinos podría ser muy importante en un futuro cercano.

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