Un avión de patrulla Kawasaki P-1 de la Fuerza de Autodefensa Marítima de Japón lanza flares anti misiles durante una práctica de la flota en Sagami Bay, prefectura de Kanagawa, el 18 de octubre de 2015. (Toru Yamanaka / AFP a través de Getty Images)

SEUL – Una guerra de tensiones entre Corea del Sur y Japón por las operaciones de búsqueda por radar de un buque de guerra surcoreano podría ser un signo de aumento de dichas tensiones, ya que ambos países están repotenciando sus operaciones militares en la región, dicen expertos militares.

El episodio, en particular, coincide con el cambio de su enfoque operacional por parte de los militares surcoreanos de las amenazas de los países vecinos, incluido Japón.

El 20 de diciembre, un destructor KDX-I de 3.900 toneladas de la Armada de Corea del Sur supuestamente bloqueó el radar de iluminación de objetivo, o STIR, por un avión patrulla P-1 de la Fuerza de Autodefensa Marítima Japonesa, mientras el barco estaba buscando un barco pesquero norcoreano en peligro en las aguas orientales de los islotes de Dokdo.

Dirigir el radar de control de tiro a un objetivo puede considerarse un paso más allá del disparo real. Las autoridades militares y diplomáticas de Japón han hecho una fuerte protesta con las contrapartes surcoreanas contra las operaciones de radar, que denominan “extremadamente peligrosas”, pero el Ministerio de Defensa Nacional de Seúl ha negado que el destructor haya usado el radar objetivo, diciendo que el barco usó un radar tridimensional.

Más tarde, el ministerio admitió que el barco operaba una cámara junto al radar para buscar el barco de Corea del Norte.

El último incidente es una señal de confrontación entre los dos aliados más cercanos de Estados Unidos en el este de Asia, dijo Shin In-kyun, jefe de la Red de Defensa de Corea, a un grupo de expertos de defensa con sede en Seúl.

“El incidente se produjo en un momento incómodo cuando las relaciones de Corea del Sur y Japón alcanzaron el punto más bajo en las disputas territoriales e históricas”, dijo Shin.

“Me preocupa si el empeoramiento de las relaciones entre Seúl y Tokio podría obstaculizar la cooperación de defensa trilateral con los Estados Unidos en la región”, dijo el analista.

Justo una semana antes del enfrentamiento por el radar, Corea del Sur organizó simulacros anuales para defender los islotes Dokdo, movilizando buques de guerra y aviones de combate. El ejercicio provocó una reacción violenta del gobierno japonés.

Según los funcionarios del Ministerio de Defensa Nacional de Seúl, Corea del Norte no sería descrita como un “enemigo” por primera vez en el próximo Libro Blanco de Defensa 2018, que se publicará próximamente.

En cambio, el documento bienal es para describir el término de enemigo como “toda fuerza que amenaza la vida y la propiedad” de Corea del Sur.

Ahn Seung-beom, un analista militar y editor de The Defense Times en Seúl, espera que se aceleren los preparativos militares de Corea del Sur con un enfoque en responder a las amenazas potenciales de los países vecinos, particularmente Japón.

“Creo que el problema del radar fue solo un suceso extraño, pero la situación ofrece una visión de las situaciones que las dos fuerzas podrían enfrentar en el futuro”, dijo.

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