Se espera que Japón anuncie nuevas pautas de defensa la próxima semana que transformarían su nuevo buque de guerra en un portaaviones, y a su vez, que dicha transformación de paso a una importante compra de hasta 147 aviones F-35. Así lo anunció este miércoles, el viceministro de Defensa parlamentario del partido gobernante de Japón, Keitaro Ohno.
Convertir el nuevo buque de guerra de Japón, el destructor del helicóptero JS Izumo, en un portaaviones que transportaría al avanzado caza de despegue vertical, el F-35B Joint Strike Fighter, marcaría un cambio importante en la composición de posguerra de las Fuerzas de Autodefensa Marítima de Japón.
Desde la Segunda Guerra Mundial, Japón ha mantenido una fuerza exclusivamente para la autodefensa, sin embargo, en la última década, y particularmente después del devastador terremoto y tsunami que golpeó el país en el 2011, Japón ha aumentado el alcance de su compromiso militar para apoyar las misiones humanitarias regionales.
La transformación del buque Izumo sería el siguiente paso, haciendo de Japón una fuerza expedicionaria aún mayor. Ese cambio ha sido un tema político delicado a nivel nacional, ya que la constitución de Japón posterior a la Segunda Guerra Mundial le prohíbe asumir una postura de seguridad ofensiva.
El cambio fundamental refleja la necesidad de Japón de defenderse contra su principal preocupación estratégica: El creciente alcance de China en el Pacífico.
Transformar el Izumo para poder soportar el F-35 no costará mucho, ya que el nuevo y moderno buque de guerra, que se encargó en 2015, ya tiene lo básico para apoyar a los caza de despegue vertical, dijo Ohno, el Viceministro Parlamentario de Defensa del PLD.
