En navegación desde el 7 de septiembre, el buque “Seabed Constructor” de la empresa norteamericana Ocean Infinity se encuentra realizando una búsqueda científica del submarino ARA “San Juan” con tecnología de avanzada que permite una exploración exhaustiva para la localización e identificación de la nave.

A bordo del “Seabed Constructor” hay dos Vehículos Operados Remotamente (ROV) que son utilizados en las distintas áreas de exploración. El ROV está conectado, por medio de un cable umbilical, a una unidad de control de un buque en superficie. De esta forma, la energía de alimentación, el control de operación y los datos ambientales e imágenes del objeto inspeccionado son enlazados mediante el cable coaxial con la central de control instalada en el laboratorio a bordo del buque, desde donde en tiempo real y en forma remota, operan el vehículo.

Su principal uso es la inspección con una gran capacidad de maniobrabilidad; además, gracias al equipamiento pueden portar entre ellos uno o dos brazos manipuladores con capacidad para recoger muestras para su análisis, también cortar cables y activar válvulas, dependiendo de lo que se quiere inspeccionar.

“Hay distintas clasificaciones para trabajar en diferentes profundidades, el ROV está comunicado con el laboratorio desde donde se lo comanda a través de un cable que puede ser coaxial o fibra óptica por el cual se transmiten en tiempo real los datos de todos los sensores que tiene montado. El descenso (arriado) y ascenso (izado) del ROV se realiza mediante un guinche instalado en la cubierta del buque, el que posee la cantidad de cable suficiente para operar a las profundidades de diseño del ROV”, expresó el especialista en Batimetría Oceánica del Servicio de Hidrografía Naval, dependiente del Ministerio de Defensa, Capitán de Fragata Walter Reynoso Peralta.

Los datos que se observan y se transmiten mediante el ROV son monitoreados y estudiados desde un laboratorio: “Se monitorea cómo esta posicionado el buque, cuántos metros por segundo se está arriando y la cantidad de cable que está desplegado en el agua. Asimismo, en el mismo ROV hay instalados varios sensores que miden la temperatura del agua, la salinidad y turbidez, entre otras mediciones”, agregó el Capitán Reynoso Peralta.

De esta manera, a través del cable umbilical se transmiten las imágenes de las diferentes cámaras de video HD color, escáner laser (en tiempo real) y la información de los sensores a la unidad de control del buque, como así también la información del estatus de funcionamiento del sistema de navegación y posicionamiento del ROV. En tanto, siempre hay una conexión a través de un sistema USBL (Ultra Short Base Line) para controlar dónde está posicionado el ROV y controlar si está dirigiéndose a la zona de exploración planificada.

Para la búsqueda del submarino ARA “San Juan”, el “Seabed Constructor” cuenta con dos ROVs tipo work class. Por lo general, este tipo de equipo posee un peso de aproximadamente 100/200 kilos, dos o tres cámaras de video y fotografía de distintas resoluciones; capacidad de inclinación y paneo; sensibilidad a baja iluminación; varios sistemas de iluminación; scanner láser que permite capturar imágenes en 3D; y seis motores propulsores con hélices cuya potencia de entre 5 y 10 kw, permiten movilizarlo en todas las direcciones alrededor del objeto a investigar.

El buque “Seabed Constructor” se encuentra operando intensamente en las distintas áreas de exploración y dispone de un mínimo de 60 días operativos y un máximo de 120 para la localización e identificación del submarino ARA “San Juan”.

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