Mauricio Macri salteó al Congreso para habilitar a las fuerzas armadas a actuar en seguridad interior, pero tal vez no pueda evitar que parte de su Gabinete exponga ante los referentes del peronismo en el parlamento.

El kirchnerismo y el justicialismo se unieron para pedir la presencia de los ministros de Seguridad (Patricia Bullrich), Defensa (Oscar Aguad) y Justicia (Germán Garavano) ante la bicameral de control de organismos de seguridad interior, que preside el diputado macrista Waldo Wolff pero cuenta con mayoría opositora.

La firmaron los diputados kirchneristas Juan Cabandié y Mónica Macha. Y las senadoras María de los Ángeles Sacnun, del bloque de Cristina Kirchner; y Singrid Kunath, que comparte la bancada con Miguel Pichetto.

El rionegrino aclaró el lunes por televisión que no aceptaría que los militares patrullen las ciudades y sólo está dispuesto a discutir que se desplacen con más herramientas en la frontera.

En la Cámara baja todos los bloques exigieron que el Gobierno discuta el tema con una ley. El Frente Renovador fue el último en protestar, mediante un proyecto de resolución de la jefa del bloque de Diputados, Graciela Camaño.

La experimentada legisladora recordó que Sergio Massa presentó el año pasado un proyecto  para redefinir los protocolos de frontera de las fuerzas armadas, pero sin permitirle patrullar las calles.

“El presidente quiso usar un artilugio, como mínimo desprolijo, para pasar por alto a este Congreso y así modificar sustancialmente las funciones que le competen a las fuerzas armadas, otorgándoles misiones de seguridad interior. Esta medida, innecesaria a nuestro criterio, solo nos trae reminiscencias del pasado reciente más oscuro de nuestro país”, recordó Camaño.

El “artilugio” fue un decreto simple 683, que modifica la reglamentación de la ley de seguridad interior. Si firmaba un decreto de necesidad y urgencia (DNU), debía ser refrendado por el Congreso. Se cuidó de no hacerlo.

Pero la oposición no se quedó quieta. El Bloque justicialista, referenciado en los gobernadores, pidió el mismo lunes enviar un proyecto de ley. “Para debatir la respuesta del Estado en materia de seguridad desde un concepto moderno y democrático, es necesaria la participación de todas las fuerzas políticas en el Congreso y no otro decretazo”, se molestó.

En charlas informales, se molestaban por la “torpeza” de Macri en evitar un debate parlamentario. “Cristina mandó militares a la frontera cuando armó el escudo norte. Si es sólo eso no va a pasar nada”, repetían.

Este miércoles, además, los diputados del kirchnerismo presentaron un proyecto para derogar el polémico decreto. “Es absolutamente inconstitucional, ya que nunca un decreto reglamentario puede modificar el texto de una ley”, señala el proyecto firmado por el presidente del bloque Agustín Rossi.

“Sería modificar también la Ley de Defensa Nacional y la de Inteligencia Nacional, lo que obligaría al gobierno a pasar por el Congreso de la Nación a fin de lograr los consensos necesarios que, a nuestro criterio, no posee”, agrega. El debate seguirá en la primera sesión de Diputados que le siga al receso invernal. Se esperan decenas de cuestiones de privilegio.

 

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1 COMENTARIO

  1. Me parece que la nota se equivoca al decir que el Decreto 683 modifica la reglamentación de la ley de seguridad interior. Modifica al Decreto 727 que era la reglamentación de la ley de defensa.
    El decreto 727 del poder ejecutivo de la anterior administración era ilegal y todos los legisladores complices de ello.
    La ley de seguridad interior contempla el empleo de las fuerzas armadas y el poder ejecutivo puede hacerlas particiar legalmente en esa función.
    El gobierno anterior no adoptó ninguna hipótesis de conflicto y a su vez acotó ilegalmente el alcance de la Ley de Defensa dejando al pais sin posibilidades de empleo al instrumento militar con propósitos que ponen en duda la argentinidad de las intenciones.

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