El curso incluye protección ante amenazas de armas de fuego, avance en grupo de manera coordinada y segura, e identificación real de amenazas.

El Ejército Brasileño (EB) dio inicio el 12 de abril de 2018 a un curso de capacitación para 130 policías del 14.º Batallón de la Policía Militar (BPM) de Bangu, en el Centro de Adiestramiento Este, ubicado en la Villa Militar del barrio Deodoro, en la zona norte de Río de Janeiro. La expectativa es que todos los hombres del 14.º BPM participen en el curso de capacitación llamado Prácticas de Aplicación de Estrategias. El entrenamiento será difundido a todos los policías del estado de Río de Janeiro. El Coronel del EB Roberto Itamar, portavoz del Gabinete de Intervención Federal, informó que los entrenamientos también tienen lugar en el Depósito Central de Municiones del Ejército, en el municipio de Paracambi, ubicado a una hora de Río de Janeiro.

“Cada semana, 130 policías toman el entrenamiento, que tiene una duración de 40 horas. La instrucción la inició el Batallón de Bangu, porque la unidad tiene bajo su cargo a la Villa Kennedy, que es un proyecto piloto de la intervención federal”, explicó el Cnel. Itamar.
La Villa Kennedy es un barrio de Río donde el Gabinete de Intervención Federal inició sus operaciones, en julio de 2017, a partir del decreto de Garantía de Ley y Orden firmado por el presidente Michel Temer, que autoriza a los militares a asumir responsabilidades policíacas por un tiempo limitado y en casos en que se hayan agotado los recursos tradicionales de seguridad pública, o en condiciones serias de perturbación del orden. El plazo para la intervención militar en la seguridad de Río de Janeiro es hasta diciembre.

El objetivo del curso es preparar a la Policía Militar (PM) para garantizar mayor seguridad a la población y a los propios policías durante situaciones de enfrentamiento en zonas de conflicto en Río de Janeiro. La prioridad es escoger policías que trabajen en las zonas en las que el EB participa ahora, para que la PM tenga la posibilidad de dar continuidad a la seguridad después de la salida de las tropas, cuando termine la intervención.
“Los policías militares reciben entrenamiento en mantenimiento, montaje y desmontaje de armamento, prácticas de tiro (pistola y fusil) y operación en ambiente hostil de la mano de instructores del Ejército Brasileño y del Comando de Operaciones Especiales de la Policía Militar”, afirmó el Cnel. Itamar. “El entrenamiento incluye protección ante amenazas de armas de fuego, avance en grupo de manera coordinada y segura, e identificación de amenazas reales”.

El entrenamiento ofrecido por el EB se asemeja a situaciones reales, y hace uso de equipo sofisticado que emplea dispositivos de simulación de combate táctico. El equipo y armamento utilizados durante las prácticas cuentan con un conjunto de receptores y emisores láser acoplados, que indican cuándo un agente recibió un disparo y cuál es la gravedad de la herida.

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