Los aviones de entrenamiento de la Fuerza Aérea de Estados Unidos T-6 Texan II están retornando a volar luego que una serie de incidentes de hipoxia obligaran a inmovilizar en tierra a toda la flota de aviones; sin embrago, aún los investigadores no han encontrado la causa de los incidentes.
La Fuerza Aérea está en camino de retornan al servicio operativo 275 T-6 durante el presente mes, según lo informado por el General Daniel Goldfein en Capitol Hill el 14 de Marzo pasado.
También agregó que el resto de los aviones (que suman unos 444) estarán volando para el verano boreal.
Pero si bien la Fuerza Aérea ha identificado algunas problemas en el sistema de oxigeno de los tripulantes, particularmente en el Sistema de Generación de Oxígeno de a bordo (Obogs), los pilotos estarán autorizados a volar sin ningún tipo de restricciones en sus parámetros de vuelo o perfiles de entrenamiento, tal como dijo el Coronel Lee Gentile, Segundo Comandante del Ala 71 de Entrenamiento al medio Aerospace DAILY.
Esto significa que los pilotos volarán regularmente a altas altitudes, donde los llamados Episodios Fisiológicos Inexplicados (UPE) tienen mayores probabilidades de ocurrir, al estar constantemente conectados al Obog, situación que los tiene preocupados.
Esta decisión de retomar los vuelos aún sin identificar el fallo fue tomada debido a una crítica escasez de pilotos que experimenta la Fuerza Aérea. El breve intervalo durante el cual los aviones fueron retenidos en tierra, les costó quedarse cortos en unos 200 aviadores de sus metas anuales, estimadas en unos 1400 aviadores, según declaró el mismo Goldfein ante el Subcomité de Defensa.
Gentile reconoce que los incidentes (UPE) pueden repetirse. Pero, para mitigar los problemas, la 19º Fuerza Aérea ha tomado algunas medidas, entre las que se encuentran nuevos procedimientos de inspección, el desarrollo de nuevas pruebas y chequeos de equipos, mejoras en el mantenimiento y el entrenamiento sobre como responder a estos incidentes en vuelo.
Pruebas recientes en la flota de T-6 indican que estas acciones han restablecido las condiciones originales de uso de los sistemas de respiración, y que ahora el sistema es seguro para volar, tal como asegura Gentile.
Mientras la flota permaneció en tierra, la 19ª Fuerza Aérea realizó una serie de inspecciones del sistema de respiración, desde los puertos de generación del aire hasta las máscaras de los pilotos, en cada uno de los 444 aparatos. Las investigaciones revelaron algunos problemas, tales como exceso de humedad en los condensadores y válvulas, como declaró a los reporteros la Comandante en Jefe del Área de Materiales de la Fuerza Aérea, General Ellen Pawlikowski ese mismo 14 de marzo. Los equipos se encuentran arreglando esos problemas y evaluando si se deben reemplazar ciertos componentes, aprovechando el mantenimiento.
Pero aún con estos progresos, los investigadores no han encontrado la causa original del problema, y se siguen buscando posibles problemas de funcionamiento, dijo Gentile.
“No puedo decirles cuál es la causa de estos incidentes” dijo Pawlikowski, “pero si les puedo decir que han sido reales y que tenemos mucho trabajo por delante”
Además agregó que cree que la antigüedad de los aparatos ha tenido que ver con los problemas, tanto en el aire que fluye desde los Obogs, o en las entrañas del sistema, pero que prefiere ser cauta antes de concluir algo.
También dijo que la Fuerza Aérea está considerando incorporar un sistema de respaldo de oxígeno al T-6, de la misma manera que lo hizo con la flota de F-22, luego de la muerte del Capitán Jeff Haney en 2010.

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1 COMENTARIO

  1. A bueno, tenemos idea si la FAA/MINDEF va a tomar la misma accion, con respecto a ese material de instruccion recibido del mismo modelo…???

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