El pasado 23 de mayo, la Escuela de Suboficiales de la Fuerza Aérea Argentina conmemoró un nuevo aniversario de Día del Soldado Aeronáutico. La ceremonia, que tuvo lugar en la plaza de armas “General Manuel Belgrano”, contó con la presencia de soldados conscriptos pertenecientes a las clases 1946 y 1962 así como de Veteranos de la Guerra de Malvinas.
El acto fue presidido por el Director de la Escuela de Suboficiales, Comodoro Julio Gerardo Lucero, el cual estuvo acompañado por las diversas autoridades y jefes del mencionado instituto de formación. También se contó con la presencia de diverso personal de la ESFA, familiares, soldados voluntarios y aspirantes.
La fecha elegida para conmemorar este día nos retrotrae a los albores de la aviación militar argentina, cuando ” el Soldado conscripto clase 1891, Pablo Teodoro Fels, quien en la
madrugada del 1º de Diciembre de 1912, llevo a cabo una hazaña que quedaría en los anales de la Historia Aérea de nuestro país. En su Bleriot XI, parte desde El Palomar y luego de más de dos horas de vuelo, aterriza en un campo militar en las cercanías de Montevideo, conquistando con ello, la travesía más larga sobre el agua efectuada hasta ese momento en el mundo. Al día siguiente regresa en vuelo y cumple con las exigencias de su
misión.
Posteriormente fue ascendido al grado de Cabo y el día 23 de mayo de 1913 siendo Presidente de la Nación Don Roque Sáenz Peña, se hizo acreedor del brevet de Piloto Aviador Militar. Por este motivo se establece que anualmente en cada aniversario se celebre el Día del Soldado Aeronáutico.”
Las actividades a lo largo de la ceremonia incluyeron la entrega de diplomas a los Soldados Conscriptos clase ’46 y ’62 así como el descubrimiento de un nuevo busto del General Manuel Belgrano, emplazado al pie del mástil de la plaza de armas. Finalmente, el desfile dio por cerrada la jornada conmemorativa.
Veo todas esas mujeres disfrazadas de uniforme militar y me digo: “He aquí que estamos listos para perder otra guerra; como si no nos hubiera ido mal en el pasado…”
Es el precio a pagar por el triunfo de la ideología sobre la sensatez. El espíritu de mala emulación, por encima del respeto a las propias tradiciones. “Como Estádo Unido lo tiene, nosotro también”