A finales de los años 60, al mismo tiempo que se daba el renacimiento de la industria aeronáutica rumana, se establecieron tres importantes hitos en el campo del diseño de aviones militares: el diseño y producción de un avión subsónico de apoyo aéreo cercano, que se convertiría en el IAR-93, el primer avión de combate construido después de la guerra en Rumania; un reactor de entrenamiento con capacidad de combate, el IAR-99; y, finalmente, un caza supersónico denominado IAR-95.

Las capacidades para la investigación avanzada se habían creado durante los años 70 en el ex INCREST (cuyo heredero es el actual INCAS), y estas incluían un túnel de viento capaz de Mach 3.

En los últimos años de la década de 1970, se iniciaron los estudios iniciales para el caza supersónico IAR-95, bajo la dirección de Ing. Dipl. Dumitru Badea. El AR-95 era un avión ligero, con una configuración de un solo motor por lo que el diseño requería un motor con un empuje de 54 kN en seco y 91 kN con cámara de postcombustión.

El avión era un monoplano monoderiva de ala alta, con tomas de aire laterales. Uno de los diseños propuestos contaba con dos derivas.

Aunque el diseño estructural de IAR-95 se encontraba en una fase bastante avanzada, la falta de disponibilidad de un motor adecuado llevó a la cancelación del proyecto inicial IAR-95 en 1981.

El proyecto IAR-95 Spey original

El programa de cazas supersónicos se reinició a principios de los 80 bajo la dirección de Ing. CoI. Constantin Rosca. La primera presentación del nuevo diseño fue nombrada como IAR-101 y su disposición general era similar a la del IAR-95 inicial, pero tenía un fuselaje más voluminoso, con cuatro puntos de anclaje bajo las alas.

El siguiente paso fue el IAR-S, del cual varios modelos fueron construidos y probados en el túnel de viento. Entre estos estudios iniciales hubo configuraciones de monomotores, bimotores, monoderivas, biderivas, monoplazas y biplazas. El monomotor biplaza era presentado como un avión polivalente. El modelo de esta última disposición, el IAR-S, aún se conserva en el hall de entrada del INCAS.

El programa era muy ambicioso y planteaba un verdadero desafío para la industria de la aviación rumana. Con el fin de poner a prueba la capacidad de producir ese tipo de aeronaves, se tomó la decisión de construir el IAR-95ME, que iba a ser un demostrador de tecnología

El demostrador tenía que ser construido en I.Av. Bucarest en Baneasa (hoy Romaero SA), y una rama especial de INCREST se trasladó a unas nuevas instalaciones creadas en el barrio de la fábrica. Esta vez el avión alcanzó la fase de proyecto, pero en 1988, debido a razones financieras todo el programa fue definitivamente cancelado.

El IAR-95ME

Datos Técnicos del IAR-95 (1981):
Longitud total: 14,75 m
Altura total: 4,95 m
Envergadura: 8,7 m
Superficie alar: 26 m²
Ángulo de flecha al ¼C: 35 grados.
Peso en vacío: 6.800 kg
Peso Máximo al despegue: 10.000 kg

IAR 95 (1981)

Datos Técnicos del IAR-95ME
Longitud: 16,0 m
Envergadura: 9,3 m
Altura: 5,45 m
Superficie alar: 27,9 m²
Peso en vacío: 7.880 kg
Peso Max (TOW): 15.200 kg
Carga de Armas Máxima: 3.200 kg
Planta motriz: Un turbofan Tumansky R-29-300 de empuje nominal de 122kN con postcombustión

IAR-95ME
Las distintas configuraciones estudiadas del IAR-95, incluidas variantes bimotoras y biderivas, de ala alta y ala baja
Ilustración digital del IAR-95 Spey con los colores de la Fuerza Aérea Rumana
Una variante bimotora y doble deriva del IAR-95
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2 COMENTARIOS

  1. Las variantes de este avión son similares a varios modelos Rusos y hasta norteamericanos, desde el F 15; el Mig 29 y posiblemente F 16/18. No sería mala idea la de comprar el modelo para perfeccionar y desarrollar aquí en Argentina; China ya lo hizo con el J 10 y Paquistán con el JF 17.

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