De izquierda a derecha: Alférez María Eugenia García, Cabo Silvia Machado y Soldado Melisa Mor, las primeras tripulantes de tanque M-24 del Ejército Nacional de Uruguay. (Foto: Carlos Maggi/Diálogo)

Las mujeres cada vez ganan más espacios en la vida militar. Luego de haber completado diferentes cursos de especialidad en el arma de infantería del Uruguay, mujeres militares uruguayas se posicionaron como pioneras de la centenaria unidad. El Batallón de Infantería Blindado N.º 13 del Ejército Nacional de Uruguay se ha transformado, no solo con el traslado en 2013 de su cuartel en Montevideo a un nuevo asentamiento en Durazno, al centro del país, integrando una brigada blindada formada además por el Regimiento de Caballería Blindado N.º 2 y el Batallón de Infantería Mecanizado N.º 15, pero también con una visión doctrinal más inclusiva.

Al momento de la mudanza se presentó una situación particular. La unidad se encontró con un número muy reducido de efectivos para afrontar las diferentes tareas asignadas por el mando superior y un gran número de vacantes sin cubrir. En ese contexto las mujeres no fueron exentas de la regla y debieron adaptarse, particularmente a los horarios y misiones asignadas, lo que permitió conocer el principio de la complementariedad.

“Más allá de las particularidades de cada individuo, podemos generalizar que las mujeres son más cuidadosas con la higiene, más prolijas, más ordenadas y más detallistas. Esto no solo se aplica para la faz administrativa sino en todos los ámbitos, incluyendo en un blindado”, dijo a Diálogo el Teniente Coronel del Ejército Nacional de Uruguay Jorge Porciúncula, comandante del Batallón de Infantería Blindado N.º 13. “Por otra parte, la sola presencia de la mujer estimula al hombre a dar un poco más de sí y lo mismo sucede a la inversa.”

El Tte. Cnel. Porciúncula aseguró que en el futuro se seguirá profundizando el principio de complementariedad, ya que a su criterio, la clave de los líderes es encontrar en sus integrantes las mayores virtudes para lograr resultados para el grupo. Tomando en cuenta ese pensamiento, las mujeres fueron incluidas en el entrenamiento que históricamente realizaban solamente los hombres, considerándose que lo más importante en la instrucción no es el resultado en sí mismo, sino el esfuerzo por el cumplimiento de la tarea.

“Se espera que cada militar dé un poco más de lo que naturalmente puede, ya que se trabaja en el aspecto anímico y eso lo prepara para no deponer la voluntad de combatir frente a la adversidad. Por otra parte, la fortaleza no está siempre en la capacidad física y la fuerza, sino en el ingenio, iniciativa y creatividad, porque la profesión militar tiene mucho de ciencia pero también mucho de arte”, expresó el Tte. Cnel. Porciúncula.

Haciendo historia

La Alférez del Ejército Nacional de Uruguay María Eugenia García, quien cumple su primer año como oficial egresada de la Escuela Militar, se desempeña como jefe de pelotón. Tiene a su cargo a 15 soldados y cuatro tanques M-24. En esa función debe de trabajar en la formación profesional de su tripulación.
La oficial explicó que su vocación por la carrera militar se despertó desde niña al tener en su familia a integrantes del Ejército. “Crecí en un ambiente militar y es lo que me gusta por los valores que representa la institución y particularmente la infantería”, explicó la Alfz. García. “Siempre quise dedicarme a los blindados y aquí se me brindó la oportunidad de hacerlo”, agregó.

La Cabo del Ejército Nacional de Uruguay Silvia Machado completó la instrucción correspondiente para desempeñarse como jefe de carro, cuya responsabilidad es guiar a la tripulación. Ella también tiene familiares militares que influenciaron su decisión de ingresar al Ejército, con el objetivo de pertenecer a la compañía de tanques. “Me gané el respeto dentro de la compañía como un integrante más de la misma, y ahora voy a aplicar para ingresar a la escuela de suboficiales y allí hacer el curso de sargento”, dijo. “Una vez aprobada, quiero retornar a mi unidad continuando con la misión que se me asigné”, agregó la Cabo Machado.

La Soldado del Ejército Nacional de Uruguay Melisa Mor ingresó al Batallón de Infantería Blindado N.º 13 como enfermera. A iniciativa individual solicitó a su mando superior realizar el curso de cargador de munición de tanque M-24, que aprobó para cumplir hoy la función de cargadora de tanque. Ella tiene la responsabilidad de la realización de un ejercicio o combate, de procurar que la munición se encuentre en óptimas condiciones, y posteriormente cargar la misma en el cañón, además de colaborar con la tripulación.

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